24.02.2016 - SEVILLA

Pansequito y Aurora Vargas, una familia cantaora

Aurora Vargas y Pansequito (J.J Úbeda)

Hay que imaginarse a Pansequito en el salón de su casa aljarafeña, mientras los vapores del puchero lo nublan todo, cantándole por lo bajini a Aurora, con los nudillos sobre el cristal de la mesa camilla: «Esta gitana que ustedes ven cantando y bailando, nació en Sevilla, en un patio de cal blanca donde nacen los gitanos que cantan por seguiriyas: los gitanos de la cava, de la cava de Triana, donde nacen los gitanos flamencos de buena rama». Y ella, con su gitanería morena, le contesta engalándose por bulerías: “Gitana de ojos negros, bordones de cien guitarras, amapolas en el río y barquitos en la Giralda. Por nombre me han puesto Aurora y soy de raza gitana, la Giralda fue mi cuna porque nací sevillana y el aroma de mi cante huele a jazmines y a mejorana. Sevilla, Sevilla, Sevilla, tierra de grandes pintores, escultores y poetas, madre de la torería”.

Este puede ser con toda tranquilidad el día a día de esta familia, que vive del cante, discute de cante, sueña con el cante, encuentra la felicidad en el cante. De esa convivencia con el cante, que es también una especie de hijo de este matrimonio, se habló en el Aula de Cultura de ABC que dirige Paco Robles y que se celebró en el Salón de Actos de Fundación Cajasol en el mes de febrero.

José Cortés Jiménez, Pansequito, figura del cante que abandera la escuela jonda del Campo de Gibraltar, artista de una personalidad bestial y referente de muchos de los jóvenes cantaores del momento, representa una época dorada en el flamenco gaditano. Nació en la Línea de la Concepción, donde escuchó a todos los maestros de la zona, algunos conocidos y otros no, y se crió en Sevilla. Fue uno de los monstruos que encontró sello propio en una generación en la que se instituyeron genios como Camarón.

Aurora Vargas, gitana pura de la Macarena, se crió escuchando cantar a todas horas y bailando debajo de las mesas de la taberna que tenían el Beni y su hermano Amós Rodríguez Rey en el Arenal, donde su padre era el encargado.

 

(de ABC)

 

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