El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, y el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, abordaron el escándalo generado por el trato vejatorio de varios hinchas del club de fútbol holandés PSV a varias mendigas en la Plaza Mayor de Madrid. Rutte trasladó a Rajoy su “conmoción” ante los hechos.

Por otro lado, la ministra holandesa de Deportes, Edith Schippers, aseguró sentirse avergonzada del comportamiento de los hinchas del PSV-Eindhoven, que lanzaron monedas al suelo para que unas mujeres gitanas tuvieran que arrodillarse para cogerlas, e incluso les ofrecieron la limosna a cambio de que bailasen o hiciesen flexiones.

"Lo que he visto me parece demasiado horrible para poder describirlo con palabras", aseguró Schippers. Para la ministra, es positivo que la Fiscalía Provincial de Madrid haya iniciado una investigación sobre los hechos. "No hay que dejarlo pasar, y si podemos echarles una mano, ahí estaremos. Hay que depurar responsabilidades".

Pero Schippers fue más allá en sus comentarios, y admitió que la conducta reprobable de los hinchas del PSV no ha sido la única. En ese sentido, citó el reciente comportamiento incívico de los hinchas del Feyenoord en Roma.

Schippers admitió que los "hooligans" de su país están dando una imagen "horrible" de Holanda en el exterior. "En mi opinión, nadie puede contemplar estas cosas sin avergonzarse", subrayó, al tiempo que se mostró satisfecha de que el PSV se haya distanciado del comportamiento de ese grupo de hinchas.

En una nota informativa, la Fiscalía de Madrid consideró esta semana que los hechos de la Plaza Mayor podrían ser constitutivos de un delito de trato degradante y otro contra los derechos fundamentales por lesionar la dignidad mediante humillación, menosprecio o descrédito.

(EFE)