21.03.2016 - OPINIÓN

Los gitanos y gitanas debemos ser los máximos protagonistas del 8 de Abril

Por Juan García Santiago

Qué difícil me resulta explicar lo que siento cuando veo que llega el día 8 de Abril y algunas administraciones, tanto locales como autonómicas, sin contar con las organizaciones gitanas –ni siquiera con personas gitanas– se ponen a elaborar un manifiesto para darle lectura este día.

Para mí, eso es hablar de los gitanos como quien toca de oído, por aproximación, sin rigor. Creo que sería mucho mejor, más respetuoso, más democrático y participativo, que se pusieran en contacto con alguna organización gitana –y cuando digo gitana no quiero decir “progitana", es decir, una organización dirigida por personas payas, no gitanas y cuya labor no va más allá del paternalismo-. Pero claro, lo fácil –lo que suelen hacer las administraciones– es ponerse en contacto con la entidad u organización Progitana más conocida como siempre y apoyarse en sus argumentos para la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano y luego nos encontramos con que quien ha hecho el manifiesto es un técnico de dicha institución “progitana” o de un ayuntamiento que ni siquiera es gitano.

Este día, el 8 de Abril, es de los gitanos y las gitanas y nadie más que nosotros tendría que tener la voz cantante para reivindicar y pedir que se cumplan nuestros derechos.

Es muy delicado lo que en este día conmemoramos como para que cualquiera pueda ponerse en un púlpito a hablar por boca nuestra cuando, en muchas ocasiones, no se nos da participación alguna en la confección de artículos que se publican ni de manifiestos que se leen en plazas y salones de plenos.

El 8 de Abril recordamos, nada más y nada menos, el genocidio de 1.500.000 de personas gitanas durante el régimen nazi. Mantener viva la memoria de las víctimas del Samudaripen (el Holocausto Gitano) era el objetivo fundamental del Primer Congreso Mundial Gitano cuya inauguración en Londres, el 8 de abril de 1971, es lo que celebramos. Recordemos, además, que en aquel histórico congreso se diseñó nuestra bandera y se compuso nuestro himno. Ambos símbolos de nuestra gitanidad merecen respeto.

Como gitanos no debemos jamás consentir que este día valga sólo para que los políticos de turno se hagan la foto con nosotros y den su discurso partidista. No me parece mal que los políticos se hagan la foto. Soy razonable y sé cómo funciona la política actualmente. Lo que no me parece de recibo es que no haya participación gitana real.

Señores políticos, como ustedes saben, las fotos se pagan y el ámbito gitano no es ajeno a esa dinámica. Ustedes deben aportar partidas presupuestarias y movilizar recursos para la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano. Pero deben ser las organizaciones gitanas quienes diseñen y organicen las actividades que con tal motivo deseen. Porque estamos cansados de que los políticos de turno quieran manipular el día 8 de Abril tan sólo para la coyuntura política y hacer ver que los gitanos les importamos mucho.

He tenido la suerte de dar con políticos honestos y que se han prestado a esta celebración no sólo para la foto –que también se la hicieron–, y que tuvieron la valentía de dedicar una parte de las partidas presupuestarias correspondientes al Programa de Desarrollo Gitano a la celebración de los actos del día 8 de Abril y que pusieron todo su empeño para que fuera un día de celebración para los gitanos y gitanas donde ellos el único protagonismo que se llevaron fue dedicarles unas palabras a los asistentes y después se retiraron y dejaron todo el protagonismo a la ciudadanía gitana, verdadera anfitriona de dicha celebración.

Algunos políticos quieren que este día se celebre, pero sin poner ni un euro y encima cuando les propones poner la bandera gitana en el ayuntamiento y hacer actos institucionales, eso ya no les gusta. Lo primero que dicen es que no lo permite el protocolo de banderas, algo que parece una palabra muy engorrosa y que cuando los gitanos la escuchamos nos damos por vencidos, o sea, que consiguen que no la pongamos. Yo si he de decir que el primer ayuntamiento que lució la bandera gitana como se merece el día 8 de Abril fue el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar en la Región de Murcia y que agradezco siempre que se volcaran con este acto.

Por ello quiero deciros a las asociaciones gitanas y las federaciones y a todos los gitanos que no consintáis jamás que nadie manipule este día como si no fuera nuestro. Somos los gitanos y las gitanas los protagonistas y nadie más y somos nosotros y nosotras los que debemos confeccionar los manifiestos y darles lectura y exigir a lo que tenemos derecho, y es ser nosotros los anfitriones de este día.

 

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