02.09.2016 - OPINIÓN

Las ONG, las grandes olvidadas en la sesión de investidura

Por Diego Luis Fernández


A propósito del reciente artículo escrito por Juan de Dios Ramírez-Heredia sobre el olvido a las ONG en la sesión de investidura, quisiera hacer unas aportaciones. Alguien debe decir estas cosas y me alegra que sea Juan de Dios Ramírez-Heredia con tanta brillantez y contundencia. Es doloroso que en un debate del Estado de la Nación nadie hable de las ONG ni bien ni mal. Como si no existieran. Es más doloroso aún que se hable de dedicar una cantidad adicional a gasto social sin que se hayan comprometido a escuchar la voz de las ONG, maxime en un momento en que muchas de ellas se han quedado colgadas de la brocha después de años de lucha y de servicio público. Reitero, servicio público porque las ONG han sacado las castañas del fuego en situaciones muy complicadas a muchos  ciudadanos que estaban al borde de un ataque de nervios.

Las políticas sociales no existirían sin las ONG y por lo tanto parece de sentido común que cualquier plan de emergencia social deba contar con la participación de quienes saben de lo que hablan. Decía Ghandi que cualquier sociedad puede ser valorada por muchas cosas, pero la manera más justa de valorarla es por la forma en que trata a los más desfavorecidos. Pues bien, una sociedad será tanto más justa cuanto mejor dotadas estén las ONG y mejor sean conocidos sus proyectos y su utilización de recursos. Dicho de otro modo más simbólico, las ONG son la energía que hace que el corazón de los pobres siga latiendo. Escúchenos por favor.

 

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