13.11.2017 - OPINIÓN

Situación actual en Catalunya

Por Simón Montero

Es necesario después de los últimos acontecimientos ocurridos en Cataluña y España que el asociacionismo gitano expresemos nuestra preocupación y nuestra posición como Pueblo Gitano, una posición que se podría resumir de la siguiente manera, y este es el mensaje principal de mi intervención:

En este estado de incertidumbre política, social y económica quienes integramos el Pueblo Gitano defendemos y defenderemos  los intereses del Pueblo Gitano de Cataluña anivel general y de los gitanos y gitanas a nivel individual.

En estos momentos tan difíciles para todos los ciudadanos de Cataluña es necesario dirigirme al Pueblo Gitano, así como al pueblo catalán en general y también, por supuesto, a todas aquellas personas que quieran escuchar un mensaje de paz, de concordia y de miradas al futuro con esperanza.

Quiero empezar mi intervención proclamando que el Pueblo Gitano es un pueblo pacífico. En medio de este mundo de feroz competición, ambición sin límites e incomprensible torpeza y terquedad de muchos de nuestros políticos, nuestro máximo objetivo en muchos casos es cubrir las necesidades básicas de nuestros hijos e hijas y de nuestras familias y nuestras ambiciones sin límites son el respeto a la palabra dada y conservar y no perder los derechos y libertades del Pueblo Gitano.

Pese a la persecución histórica a la que el Pueblo Gitano ha sido sometido, que se podría resumir en cinco puntos: expulsión, deportación, esclavización, reclusión e incluso innumerables intentos de exterminio.
En este sentido,  solo pondré a modo de ejemplo  uno de los más negros y olvidados episodios de la historia reciente de los gitanos en España, donde se dan los cinco puntos que acabo de enumerar. Me refiero a la Gran Redada o Prisión General de los gitanos de 1749. Lo que algunos estudiosos consideran que es el mayor genocidio de la edad moderna, al que siguió el Samudaripen o el genocidio Nazi.

Pese a ello, el Pueblo Gitano ha sobrevivido. La historia adversa nos ha pedido perder nuestra identidad, intentando demostrar que si dejábamos de ser gitanos todo iba a ser más fácil.

Dos de los pueblos más importantes de la humanidad dejaron de existir. Me refiero al pueblo griego, con sus pensadores, como Sócrates, Aristóteles o Pitágoras, que cambiaron la forma de ver el mundo; y al pueblo romano, cuyo legado perdura en nuestros días, pues en las más prestigiosas universidades de todo el mundo hoy se estudia el derecho romano, uno de los más importantes cuerpos de legislación de la actualidad.

El Pueblo Gitano sin embargo, ha superado las adversidades a lo largo de la historia. La clave de nuestra supervivencia ha sido mantener nuestra esencia, el ser gitano es nuestra  principal señal de identidad, nuestra personalidad  y valores colectivos, nuestra cultura y nuestra lengua.

Tal vez no se entiende nuestra manera de ser, la manera de ser de un pueblo que ha sobrevivido a través de los siglos, sin nación y sin Estado, soportando persecuciones e intentos de genocidio, pero manteniendo nuestra cultura y nuestra identidad a través de los tiempos.

Puede ser que no se nos tenga en cuenta. Puede ser que a la mirada de una sociedad basada en los valores del dinero, cuya felicidad reside en el  grosor de la cuenta bancaria, nos tengan como una insignificancia y no cuenten con nosotros. Puede ser. Pues a esa sociedad le digo que ya es hora de tomar ejemplo del Pueblo Gitano. Somos un ejemplo vivo de que la paz no esta reñida con la libertad y de que los derechos de las personas, además de escribirse en papeles, se respetan solo por la palabra dada. Esta es la realidad del Pueblo Gitano.

Como también es una realidad, desgraciadamente, que Cataluña esta intervenida y en el contexto actual ya no surgirán efecto los llamamientos a la cordura y a la responsabilidad política para resolver, por la vía del dialogo, las diferencias entre Cataluña y el resto de España. Desgraciadamente esta es la situación en la que nos encontramos.

En Cataluña, desde la llegada de la democracia, siempre ha habido respeto y hemos convivido pacíficamente ciudadanos de distintas ideologías políticas, distintas creencias religiosas, diferentes nacionalidades y distintas etnias. En estos momentos me gustaría que se impusiera la fuerza de la razón y no la razón a la fuerza, el sentido común a la histeria colectiva, la concordia y la convivencia a la división y los bandos. En definitiva, que gobiernen la paz y el “seny” en Cataluña y que todos los catalanes y catalanas con el Pueblo Gitano, todos juntos, construyamos y sigamos construyendo una Cataluña plural, donde todos y todas tengamos cabida.

A todos los gitanos y gitanas nos importa y nos afecta, directamente y mucho, todo lo que esta pasando, igual que al resto de la ciudadanía.

Quiero dirigirme a los políticos, ellos nos tienen que garantizar el bienestar de miles de gitanos y gitanas en ámbitos como el trabajo, la educación, la salud, la justicia o la cobertura de necesidades básicas. Nos tienen que asegurar que todas las ayudas sociales para el Pueblo Gitano continuaran llegando, que el mantenimiento de las pensiones para nuestros ancianos y ancianas y nuestras personas enfermas están garantizadas. Nos tienen que garantizar estos mínimos, para que no quedemos en el olvido una vez más y seamos los grandes sacrificados. Y que si hay recortes no afecten al Pueblo Gitano.

Tienen que garantizarnos también la continuidad del Plan Integral del Pueblo Gitano de Cataluña y la continuidad de las instituciones gitanas. El motivo es, sencillamente, porque de otra manera no se entenderían los discursos en favor de la pluralidad, la igualdad y de lucha contra la xenofobia y la discriminación con que los políticos han llenado gran parte de sus discursos.

Me dirijo ahora a los representantes gitanos y gitanas del mundo asociativo. No podemos  perder los logros alcanzados, no perdamos el norte, nuestra lucha es en defensa del Pueblo Gitano. Tenemos que defender la identidad y la cultura gitana dentro del país en el que vivimos. Nuestro principal cometido es la salvaguarda de la identidad, la cultura, los derechos y las libertades de nuestro pueblo. Que no nos confunda nadie y que nadie se confunda. Individualmente hay gitanos y gitanas de todas las ideologías políticas y yo, como presidente de la FAGIC, como gitano y como ciudadano de Cataluña respeto todas las ideologías dentro del marco democrático, pero también como  presidente de la FAGIC, como ciudadano de Cataluña y sobre todo como gitano voy a defender siempre los derechos y libertades del Pueblo Gitano y no voy a permitir que utilicemos o utilicen a las asociaciones gitanas para su propaganda política. Las asociaciones son de los gitanos y es a ellos a los que nos debemos y sus intereses los que tenemos que defender.

Quiero acabar mi intervención recordando que desde la FAGiC y su junta directiva, con mi compromiso personal como presidente, luchamos para tener garantizados los logros y avances  alcanzados en todos los ámbitos de la sociedad. Así como el ingreso de las pensiones y ayudas sociales sin las cuales miles de gitanos y gitanas no podrían sobrevivir. Esa es la batalla y el campo de acción de la FAGIC, sus asociaciones adheridas y en definitiva del Pueblo Gitano.

 

Muchas gracias

Opre Roma

 

Simón Montero

Presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGiC)

 

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