Jeremías Jiménez: “Somos la generación de gitanos con más información y estudios”

La Plataforma 8 de abril de Lleida ha logrado retirarle una calle al Marqués de la Ensenada y prepara denuncias colectivas por la segregación escolar

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Jeremías Jiménez / Familia Jiménez

Los gitanos de Lleida están cambiando de chip. La joven Plataforma 8 de abril impulsa la reivindicación de visibilidad del colectivo y lucha contra el antigitanismo. Su primera gran victoria ha tardado menos de medio año: una placa homenaje en los porches de la Paeria de Lleida y el compromiso vía decreto por el que se le retirará el nombre a la calle Marqués de la Ensenada.

Esta vía, ubicada en el barrio de Llívia, ahora se llamará la Marinada y dejará de homenajear al impulsor de la Gran Redada, el intento de exterminio organizado por el marqués el 30 de julio de 1749. El nuevo alcalde, Fèlix Larrosa, entregó una placa a Jeremías Jiménez, pastor evangélico en la iglesia del Pla de l’Aigua y uno de los portavoces de la Plataforma 8 de abril. El próximo objetivo del colectivo es acabar con la segregación escolar de la etnia gitana, si hace falta con denuncias colectivas en los tribunales.

¿Satisfecho de haberle quitado al fin la calle al Marqués de la Ensenada?

Estamos muy contentos por el esfuerzo de quienes formamos la plataforma y, también, por todo el colectivo gitano. Y porque Lleida ha sido la primera ciudad que lo consigue. Era un acto de justicia que tenía que haber llegado antes, pero como dice el refrán ‘nunca es tarde si la dicha es buena’.

¿Lo habían pedido antes?

Tenemos constancia de que se había pedido en otras partes de España antes. Y hace un tiempo se había hablado con algún partido político de aquí. Este año ha sido el momento.

La plataforma ha nacido este mismo año y su primera victoria pública ha llegado muy rápido. ¿Atribuye el éxito a la carrera electoral?

No lo sé. Lo que sí puedo explicar es cómo hemos actuado: hemos intentado conseguir toda la información y hemos planteado la moción hablando con todos y cada uno de los grupos municipales para explicarles la historia. El propio alcalde Fèlix Larrossa contó al descubrir la placa que la causa general impulsada por el Marqués de la Ensenada es poco conocida. No es cosa de gitanos, es democracia, derechos humanos. Podría haberlo pedido cualquier persona que se considere demócrata.

¿Está abierta a vecinos no gitanos, la plataforma?

Constantemente nos paran por la calle gente que no es gitana y que nos dice que contemos con ellos. Me atrevería a decir que quienes más han hecho son personas no gitanas, todos los partidos nos han acogido muy bien. El triunfo es de todos, de Lleida. De hecho, Lleida también alardea de ello. Se ha intentado quitar la calle en muchos lugares del Estado español y Lleida es la primera ciudad que lo consigue. Me siento muy orgulloso de mi Lleida.

¿Y hay chicas afiliadas?

Claro, somos cincuenta jóvenes y hay muchas mujeres.

¿La plataforma nació para pedir el cambio de la calle?

Nació de un grupo de amigos el 8 de abril de este año, el Día Internacional del Pueblo Gitano. Conocimos la historia del Marqués de la Ensenada, decidimos que no podía tener una calle y empezamos a movernos. Somos la generación de gitanos con más información y estudios. Pero la plataforma somos todos, soy yo y también puede ser usted, porque está enfocada al antigitanismo y a la igualdad en todos los ámbitos.

¿Quién le contó a usted la historia de la Gran Redada?

Me había llegado por varios sitios, pero sobre todo de mi amigo Ricardo Gabarre. Nos habló sobre este personaje y nos pusimos en contacto con historiadores y empezamos a recoger firmas. Logramos 900 y porque dejamos de pedir, que ya eran suficientes para presentar la moción. El gran problema del exterminio que impulsó el Marqués de la Ensenada es cómo ha sabido ocultarse. Aún es bastante desconocido y las redes sociales nos ayudaron a darlo a conocer en Lleida. El primer paso hacia la igualdad es que se conozca la historia gitana y debería haber políticas que nos ayuden a darla a conocer a la sociedad, tanto a gitanos como a no gitanos.

¿Dónde reside hoy el antigitanismo?

Lo vemos todos los días en todos los lugares, en muchísimos ámbitos, aunque en algunos casos de bajo nivel. Cuando creamos la plataforma hablábamos desde la impotencia, pero hemos visto que cuando mezclamos actitud y esfuerzo las cosas van saliendo. Creo que este éxito no tendría que tener tanta importancia, es algo lógico que tendría que haber pasado hace mucho tiempo.

¿Qué objetivos concretos tienen ahora?

Vamos a luchar para evitar la segregación escolar. Hay alguna clase en la que todos los alumnos son gitanos y seguro que hay artículos de la Constitución que lo reprenden. Lo habitual es que la segregación se ampare en alguna excusa: a menudo dicen que es porque necesitan refuerzos. El padre de una niña que estaba en esta clase me dijo que estaba allí por determinados motivos, que le dijeron que no iba a estar a la altura del nivel académico de los demás compañeros. Me contó que el primer día de curso la pusieron en esa clase y que había entrado al instituto con una nota de 8,5. Me parece bien que haya clases de refuerzo, hacen falta, pero si fuera solo eso en esa clase podría haber algún payo y algún gitano en la otra.

¿Dónde la hay en Lleida?

Antes de citar centros, estamos trabajando para llevar esto como se tiene que llevar. Preparamos denuncias colectivas, con testimonios verificados. Queremos llevarlo por lo legal porque queremos que se acabe. Ya tenemos varios casos, lo estamos empezando a trabajar.

¿Cómo reaccionan las familias ante esta segregación?

Un ejemplo de cómo nuestro pueblo está luchando contra la segregación escolar de forma oculta y que creo que se ha de conocer: tenemos muchos testimonios de familias que económicamente no van muy bien como para permitirse lujos y están llevando a sus hijos a colegios privados. Dan prioridad a esta necesidad por encima de otras cosas porque en el público hay segregación y no quieren llevar a sus niños allí.