La Universidad Popular de Oviedo imparte el próximo mes de febrero un curso de iniciación al romanó o, lo que es lo mismo, la lengua gitana. Era una demanda de este colectivo, que ha sido tenida en cuenta por la concejalía de Cultura. Nicolás Jiménez, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y experto en romanó, será el encargo de impartir este curso, que pretende ‘dar una formación básica a los alumnos’.
-¿El romanó es una lengua muerta?
-No, es una lengua viva, lo que ocurre es que en España no se habla porque quienes lo hacían (en el siglo XVII) estaban perseguidos. A los hombres se les castigaba con ir a remar seis años a galeras y a las mujeres con cien azotes. Así que, como ningún padre quería eso para sus hijos, en el siglo XVIII dejó de usarse.
-¿Necesita una protección esta lengua para mantenerse?
-Desde hace años estamos solicitando al Gobierno de España que incorpore el romanó a la Carta Europea de Lenguas Minoritarias y Regionales, que precisamente fue aprobada en base al discurso de una diputada de Flandes que se apoyó en el idioma romanó en su alegato. Ahora el romanó es un idioma desatendido, desprotegido.
-El asturiano sí está incluido en la Carta Europea, ¿cómo valora la situación de la llingua?
-El asturiano es un idioma que tampoco se está protegiendo como se debería, pero lo poco que se hace es precisamente por estar incluido en la Carta Europea. Además, en asturiano hay estudios reglados con los que nosotros no contamos. Si un gitano quiere formarse en romanó tiene que ir a La Sorbona.
-¿Existe una demanda de la población gitana para revitalizar el romanó?
-Sí, y cada vez es mayor. En Oviedo este colectivo ha tenido la suerte de ser escuchado por las instituciones y daremos una formación, pero en otros lugares no ocurre lo mismo. Yo llevo muchos años enseñando romanó, pero no tanto como debería.
-¿En España el romanó se usa de forma natural?
-No está completamente en desuso porque a diario se utilizan palabras, pero son palabras sueltas. No se habla de forma habitual, como ocurre en Rumanía, Hungría, Suecia, Francia e Italia. En realidad, la situación más precaria del romanó es la que se da en nuestro país y en Portugal. La radio pública sueca emite un programa en romanó semanalmente. Pero en España, al igual que en otros países, siguen publicándose novelas y poemas.
-¿Considera usted que el romanó debe ofertarse en las escuelas?
-Obviamente, sí; en todos aquellos colegios en los que haya alumnos gitanos y se demande, los estudiantes deben tener la posibilidad de estudiarlo. Llevar el romanó a las aulas es la única forma de mantenerlo.
-¿Históricamente han renegado los gitanos alguna vez de su lengua?
-No, la comunidad gitana jamás ha renegado del romanó, a diferencia de lo que ocurre con otras lenguas regionales que mucha gente pudo llegar a considerar vulgares. Las lenguas siempre son sinónimo de riqueza cultural.
-¿Los alumnos que acudan a su curso en Oviedo qué nivel alcanzarán?
-Se trata de un curso de nivel básico, en el que los alumnos tendrán que estudiar y hacer ejercicios, porque los idiomas son complejos y requieren de tiempo para manejarlos. Pero todos los alumnos que acudan al curso con interés serán capaces de comunicarse básicamente con el resto de gitanos de Europa, aprenderán a saludar, a describirse, a preguntar por una dirección…
-¿El romanó ha terminado absorbido por el castellano?
-Sí, es algo natural que ocurre cuando confluyen en un mismo espacio una lengua minoritaria y otra mayoritaria. Pero nosotros tenemos la opción de revitalizarlo, por eso debemos defenderlo, luchar por una protección mínima y solicitar que se estudie en las aulas.