Querido hermano,
Poco puedo aportar a este magnífico artículo salvo transmitirte mi enhorabuena por conmemorar el 90 aniversario del Romancero Gitano con tantas rigurosas informaciones e ideas sobre nuestro gran poeta Federico García Lorca.
Me gustaría incidir solo en el binomio Andalucía-Pueblo Gitano que impregna el Romancero. En el Instituto decimos que España también es Gitana como lema fundacional. Si ello es así igualmente debemos afirmar que Andalucía es profundamente gitana. Nuestro Pueblo fue recibido por el Condestable Lucas de Iranzo en Jaén el 22 de Noviembre de 1462 y desde entonces dibujó el hierro de los balcones en las fragüas del Monte Pirolo en Triana-Sevilla, vistió de flores gitanillas los patios de Córdoba, bailó caballos al compás de bulerías en Jerez y Cádiz, abrió tablaos en el pasaje de Chinitas de Málaga o en la Puerta de Purchena en Almería, protagonizó cuentos de la Alhambra en la Granada eterna y rezó oraciones en carromatos gitanos peregrinando camino del Rocío.
Los gitanos son en Andalucía lo mismo que los bohemios de París. Andalucía es de arte y para explicarlo hay que inspirarse en los gitanos. En Andalucía la música, los trajes, la gastronomía, las expresiones, el humor, los sistemas de valores o la estética en general son profundamente gitanos. Federico fue el primer intelectual que defendió esta realidad en sus escritos y se sentía orgulloso por ello. A Federico le cantaron nanas las gitanas en Fuentevaqueros, y escuchó seguiriyas a los amigos de su padre Federico García Rodriguez y jugó con niños gitanos en la plaza del pueblo y paseó su adolescencia en la acera del Darro subiendo al albaycín donde los colores gitanos brillaban por las esquinas. Federico era tan gitano que era andaluz…o era tan andaluz que fue gitano. Y se lo dijo al mundo…. antes de que lo asesinaran los que creen que las pistolas pueden silenciar los poemas.