‘La esperanza de vida de la población gitana es entre 10 y 15 años menor que la del resto de la ciudadanía, lo que nos sitúa en desigualdad’. El dato, facilitado por la vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, Beatriz Carrillo, pone de relieve ‘la necesidad de trabajar de forma conjunta y coordinada para mejorar la salud y la calidad de vida de una población que en España se estima que está entre las 750.000 y el millón de personas’.
Beatriz Carrillo hizo estas declaraciones con motivo de la firma de la ‘Declaración de Oviedo’, un documento que tiene como objetivo promover la salud y el bienestar social en la población gitana. Enmarcada en el Encuentro monográfico sobre salud y población gitana celebrado en el Palacio de Congresos, la firma reunió a todas las partes implicadas, además de la representante del Consejo Estatal del Pueblo Gitano.
De un lado, el Principado, representado por el consejero de Salud, Pablo Fernández, y la directora general de Servicios Sociales, Trinidad Suárez, y de otro, el Ministerio, con la presencia del secretario general de Sanidad, Faustino Blanco y el director general de Servicios para las Familias y la Infancia, Ángel Parreño. Asimismo, el Ayuntamiento de Oviedo, por medio de su concejala de Salud Pública, Yolanda Vidal, también rubricó un documento que supone ‘un nuevo enfoque’, un cambio en las dinámicas de intervención en las que por primera vez se articula la coordinación entre diferentes administraciones contando con la participación de la propia población.
‘Queremos que participen de forma activa, no solo con voz, sino también en la toma de decisiones’, declaró Pablo Fernández, cuya consejería lideró la elaboración de un documento ‘único’ en Europa.
Se trata de que ‘la población gitana participe tanto en los procesos de prevención y sensibilización como en el diseño de estrategias’, añadió por su parte la directora general de Servicios Sociales del Principado, quien indicó que ‘se facilitarán los mecanismos de participación a través de los colectivos de representación con el objetivo de recoger las necesidades en primera persona’.
Por su parte, quien fuera consejero de Sanidad y actual secretario general, Faustino Blanco, incidió en ‘la importancia de alcanzar niveles de equidad en la salud, que es además una de las prioridades del ministerio’.
Los objetivos
La ‘Declaración de Oviedo’ incluye un decálogo de recomendaciones de organismos internacionales y compromisos basados en la evidencia científica. Así, y según recoge el documento, los firmantes se comprometen a implementar y colaborar con políticas, estrategias y programas de promoción de la salud y bienestar en la población gitana que, entre otras, prioricen la modificación de entornos sociales frente a la modificación de hábitos individuales y tengan en cuenta los determinantes sociales, que asuman como objetivo asegurar una vida digna a toda la población y la erradicación de las desigualdades sociales, que incorporen la perspectiva de equidad o que mantengan una mirada local, utilizando metodologías colaborativas que generen espacios multiculturales.