FAGA alerta de la situación de vendedores ambulantes y personas que vendían chatarra

La Federación de Asociaciones Gitanas denuncia que muchas familias de Alicante llevan 13 días sin ningún ingreso y critican que las autoridades no cuenten con ellos si están desbordados. La entidad se ha ofrecido a hacer un listado de necesidades

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Una persona con chatarra por la calle en una imagen de archivo /Rafa Arjones

La Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana (FAGA) alerta de la situación en que se encuentran en esta crisis causada por el coronavirus los ciudadanos que no tenían ningún contrato de trabajo, por lo que no tienen garantía de una prestación económica para poder sobrellevar este estado de alarma.

En un comunicado remitido por la coordinadora de FAGA en Alicante, Pilar Fernández, alertan de que la situación en Alicante es crítica, sobre todo las familias que viven al día, ya que su modo de abastecimiento y sustento lo solventaban a diario con la chatarra, el reciclaje o la venta ambulante.

«Debido a las medidas de confinamiento, se les imposibilita el poder salir a la calle a conseguir recursos y dicho abastecimiento. Estas familias están quedando desamparadas, aún no han recibido ninguna ayuda para suplir los bienes de primera necesidad, tan necesarios y urgentes hoy. Muchas de las familias con las que trabajamos desde hace más de dos generaciones se dedican a la venta ambulante, son conocidas por los alicantinos porque van a comprar al mercado de Teulada, Babel o Benalúa, familias que con un día o dos de mercado a la semana se sustentan mínimamente todo el año». La Federación explica en el comunicado que desde la crisis del 2008 la situación de los profesionales de la venta en mercadillos ha ido empeorando drásticamente, «muchos impuestos, bajadas de precios para poder competir».

«Otras familias se dedican a la recogida de chatarra, como antes también lo hacían recogiendo cartones, hoy en día estas familias deberían ser muy valoradas en estos momentos que se enaltece el cuidado del planeta con el reciclaje de materiales. Algunas familias tienen profesionales autónomos electricistas, fontaneros, albañiles, que no están contratados por ninguna empresa y realizan sus trabajos pagando impuestos, pero con muy pocos ingresos. Estas familias son las que con el confinamiento se les imposibilita el poder salir a la calle a conseguir recursos y dicho abastecimiento. Y lo hacen con todo el compromiso que se debe tener en estos momentos de respeto a las normas y solidaridad con el conjunto de la sociedad».

Según denuncia FAGA, estas familias se han quedado desamparadas y no poseen recursos de ahorro ante las situaciones económicas que eran muy difíciles antes ya del coronavirus. «A fecha de hoy, y pese a los grandes esfuerzos desde la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de obtener alimentos de primera necesidad, están en una grave situación. Hablamos de trece días sin trabajo, sin entradas de recursos a la casa y teniendo en cuenta que la ayuda familiar es muy difícil, teniendo en cuenta que sus familias extensas se encuentran en la misma situación. Además, hay que añadir que, ante esta explicación a diferentes autoridades municipales, aún se pone en duda nuestra explicación de la situación tan delicada y urgente de estas familias que conocemos todos tan bien».

Desde la entidad hacen hincapié en su preocupación «por esta situación tan extrema y difícil que están atravesando las familias, por eso, desde un primer momento, previendo esta situación, nos hemos volcado en la atención primaria, a este colectivo, personas mayores, familias en su mayoría con menores que tienen problemas económicos en su ámbito diario. Hacemos lo imposible y lo que está en nuestras limitadas posibilidades para que esta situación tenga un impacto menor en este grupo de vecinos. Conociendo la complicada situación que viven numerosas familias, para hacer más llevadero el «#yomequedoencasa» de esas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, hemos habilitado un número de cuenta para recibir donativos con este fin».

«Desde nuestra Federación nos hemos ofrecido para colaborar con organismos, instituciones y el propio Ayuntamiento de Alicante, valorando de antemano, todo su esfuerzo ante la emergencia, pero observamos que los canales oficiales están desbordados y no son suficientes para llegar a las necesidades reales de los ciudadanos, estas ayudas no están llegando con la agilidad que se precisa en este momento. Tendemos la mano a la Administración, al Ayuntamiento, ya que es este organismo el único que gestiona la decisión de a qué familias se les entrega alimentos. Por este motivo, y habiendo contactado con Cruz Roja, Cáritas, hemos comprendido que es decisión del Ayuntamiento, y que es una ingente tarea», indican también en el comunicado.

FAGA destaca su ofrecimiento para realizar un listado para detectar necesidades y urgencias, «hemos hecho llegar este listado con nombres y teléfonos para facilitar el trabajo y acceso a las familias vía telefónica y de esta manera poner nuestro grano de arena para agilizar la entrega de alimentos. Hasta la fecha, sólo informaciones contradictorias, pero las familias siguen sin obtener los alimentos de urgencia. Queremos además destacar que habitualmente por nuestra experiencia cuando se entregan alimentos son en su mayoría alimentos como fideos, arroz, leche, aceite, zumos, galletas…. pero hasta la fecha nunca se entrega carne, pescado, huevos, pan, verduras, frutas…. Por tanto, estamos hablando de un apoyo alimentario muy primario e insuficiente sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las familias tienen más de dos niños por núcleo familiar».

Otras necesidades de las familias son, apuntan, bombonas de butano, pañales, productos de limpieza e higiene, medicamentos… «Algunas de estas familias son monoparentales, mujeres solas con dos niños o más. Sinceramente, es descorazonador ver la situación y la lentitud de acción por parte del Ayuntamiento. Queremos pensar que tienen pocos recursos personales, que están colapsados, que no estaban preparados para este tsunami social, pero en cualquier caso Alicante tiene un tejido asociativo enorme y fuerte que se ha ido fortaleciendo en los últimos veinticinco años. Contad con dicho tejido y confiar en él es una muestra de inteligencia política y saber hacer porque en estos momentos tan difíciles tenemos que mostrar nuestros mejores valores como seres humanos y sociales, la cooperación, la colaboración, la participación social aún en nuestras casas es posible gracias a los teléfonos y redes sociales».

La entidad tiende una mano a las instituciones. «Tendemos una mano pero también mostramos nuestra preocupación e indignación porque nos debemos a nuestras familias, a nuestros niños, los centros escolares de la Zona Norte de Alicante nos conocen a todos, la dirección de Salud Pública, nos conoce la Universidad de Alicante, nos conocen otras entidades, asociaciones y concejalías, nos conocen y saben de nuestra entrega y labor en momentos muy difíciles. Así que damos voz a las familias con las que trabajamos y no todas son gitanas, muchas no los son. Este comunicado es un grito de auxilio, de ayuda, de tender la mano y el pie, de ser solidarios de decir que ¡Así no! Que estamos aquí y que podemos aportar mucho».