Desde la Plataforma Nacional por el Derecho Gitano convocaron el pasado 13 de abril, una manifestación en Valencia para denunciar que Naray, una niña que nació el pasado 29 marzo en el hospital valenciano de «La Fe», a sus 17 horas de vida, fue arrebatada de los brazos de su madre por funcionarios de la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana.
Según ha contado Antonio Martín, cabo de la Policía Judicial de la Guardia Civil y fundador de la Plataforma Nacional por el Derecho Gitano, a Elcierredigital.com, el motivo ha sido «por encontrarse en un estado de vulnerabilidad crónica«.
En este documento se denuncia que, en cualquier caso, el interés superior de esta menor no ha sido respetado «como se merece», que se ha interrumpido radicalmente su lactancia natural y provocado el «alejamiento total del calor que solo una madre puede ofrecer». Sobre la interrupción de este periodo de lactancia, Martín ha explicado a Elcierredigital.com que «el corte de la lactancia podría ser muy perjudicial tanto para la madre, que sigue segregando leche materna, como para la menor, a la que están restringiendo de lo más básico de la naturaleza, que es poder tomar el pecho de su madre».
Además, puntualizan que la madre de Naray, de 27 años de edad, no cuenta con antecedentes que pudieran suponer el más mínimo riesgo sobre la menor. Antonio Martín ha añadido que «la madre tiene muchísimo interés en que no se produzca un desarraigo total de los lazos afectivos de su hija, por lo que está dispuesta a ponerse en manos de los Servicios Sociales para que la ayuden.» Aseguró que con estas acciones «a una madre la abocan al peor de los desastres, que es que le quiten a su hija nada más nacer».