Termina el año y llega el momento de hacer balance. Instituto Romanò para Asuntos Sociales y Culturales, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana y otras poblaciones en riesgo o exclusión social, adherida a la federación Unión Romaní, ha evaluado los resultados de su programa ‘Cobertura Básica’, que arrancó en febrero de 2021 y finalizó el pasado martes 21 de diciembre.
Su objetivo ha sido el de ayudar a cubrir las necesidades más urgentes de las familias que están en una situación económica desfavorecida, tanto gitanas como no gitanas, especialmente tras la pandemia de Covid-19 que ha endurecido considerablemente las condiciones de vida de muchas de ellas.
El programa financia la entrega de alimentos básicos y productos de higiene, limpieza y farmacia (medicamentos), además de abonar facturas de luz, agua y gas a quiénes se encuentran en peor situación.
En estos casi once meses se ha atendido a 146 personas, 71 de ellas menores, en Sevilla, Huelva y Dos Hermanas, ciudades en las que se ha desenvuelto el proyecto. La financiación ha corrido a cargo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF.
En total se han invertido 66.969,39 euros, 53.042,2 € en comida, 4.728,09 € en higiene, 7.466,81 € en suministros de agua y energía y 1.732,38 € en medicamentos.
Este montante se corresponde con la entrega de 25.080 kilos de alimentos y productos de limpieza e higiene, distribuidos en 660 carros de supermercado, el abono de 188 facturas de luz, gas y agua, y la realización de 58 pagos en farmacias.
Por zonas geográficas, en Sevilla se gastaron 25.797,45 €, en Huelva 21.573, 15 €, y 19.598,88 € en Dos Hermanas.
30 inserciones laborales.
Igualmente, se han impartido 20 formaciones online y una presencial, ya que otro de los fines perseguidos ha sido favorecer la inserción social y laboral de estas personas, para que puedan salir de la difícil coyuntura en la que se encuentran y en un futuro próximo no tengan que depender de este tipo de asistencia. En concreto se han desarrollado talleres sobre búsqueda de empleo, competencias digitales para la vida cotidiana, alimentación saludable y economía doméstica, dirigidos por técnicos de la entidad y profesionales externos con experiencia en la materia.
De hecho, 30 de estas personas consiguieron encontrar un empleo durante el desarrollo del programa, un 46,8% de los adultos en edad de trabajar. Las inserciones se registraron fundamentalmente en el sector servicios, en concreto en perfiles relacionados con la limpieza, la atención al cliente, la hostelería y restauración. Algunos lograron contratos de larga duración y se dieron de baja en nuestro programa, dando entrada en el mismo a nuevos beneficiarios.
La selección de éstos se ha hecho a través de derivaciones de los Servicios Sociales de cada zona, siendo la demanda de ayuda muy superior a los recursos del proyecto, más del doble, por lo que muchas personas han tenido que quedarse fuera del mismo.
La notable subida de la luz y del gas también han mermado considerablemente la partida presupuestaria destinada a esta área, que se agotó antes de lo previsto, en el mes de septiembre, bastante antes de terminar el año, siendo materialmente imposible atender todas las necesidades que se nos presentaron en este ámbito.
En el apartado de alimentación, se hicieron entregas con presupuesto y productos personalizados a cada unidad familiar en función de sus necesidades específicas. La lista de la compra ha sido elaborada por los propios usuarios para potenciar su autonomía en la gestión de recursos y revisada posteriormente por nuestras técnicas, quienes han descartado cualquier alimento no saludable y no básico. Se han incluido además productos frescos. Estas particularidades, sumadas a las formaciones, diferencian claramente a nuestro programa de otros similares.