“Nacimos en Ucrania y la estamos defendiendo”
Viktor Chovka es un periodista de la cadena de radio y televisión “TV21 Ungar en Uzhhorod, Ucrania,” quien ha confirmado, en una entrevista que le han hecho en Radio Romanó de Suecia, que los gitanos enrolados en el ejército ucraniano están luchando contra los ocupantes rusos. Él mismo manifestó que acababa de regresar de Inglaterra para unirse a su familia.
Como todo el mundo sabe, cuando escribo este comentario en la tarde del domingo, los ataques se concentran en la capital, Kiev donde viven un número considerable de romaníes. Estos sufren también por la angustia que están pasando sus familias que viven en Eslovaquia, en la República Checha y en los países vecinos. “Los gitanos —dijo Chovka— tienen familia en todo el mundo”.
Efectivamente hay muchos soldados gitanos en Ucrania. «Muchos de los romaníes que se convirtieron en soldados hace mucho tiempo firmaron contratos con el ejército ucraniano y no podrían irse ahora porque nadie les permitirá cruzar la frontera. Pero también hay muchos romaníes que quieren ir a la guerra, porque este es el lugar donde nacimos: Ucrania», dijo Chovka.
Myroslav Horvat, un activista romaní en Ucrania, dijo a Radio Romanó que «los romaníes están conmocionados. Hay mucho estrés aquí porque es bastante complicado, por ejemplo, solo para comprar comestibles», y agregó que la mayoría están preocupados por cómo se ganarán la vida, porque sus trabajos terminaron cuando comenzó la guerra.
Horvat comparte fotografías de los soldados romaníes en el ejército ucraniano en su perfil de Facebook, que muestra la bandera de Ucrania. Julian Kondur, otro activista gitano de la organización Chiriclí en Ucrania, describe la situación del pueblo romaní en Kiev de la siguiente manera: «Todos estamos haciendo todo lo posible para mantenernos a salvo, estar con nuestras familias y estar preparados para defender nuestros hogares. Confiamos en nuestro ejército y defenderemos nuestro país»,
A pesar de todo el antigitanismo también ha estado presente en Ucrania
Ucrania es un país muy grande. Más grande que España. Tiene más de 600.000 kilómetros cuadrados (España tiene 505.000 kilómetros) y una población muy similar a la española, de casi 45 millones de habitantes. Y como en tantos países del Este de Europa el antigitanismo ha estado presente.
Fue en junio de 2018 cuando se desató un clima de violencia racista, nazi y de corte fascista contra la comunidad gitana de Ucrania cuya población se acerca a los 300.000 habitantes. La Comunidad de San Egidio de Kiev denunció públicamente los atropellos que estaban sufriendo los gitanos en diversos puntos de la nación. Así, en el asalto violento al campamento en el que vivían algunas familias gitanas de Leópolis, en el barrio de Sokilniki, mataron a un joven de 24 años y causaron lesiones a otras tres personas entre las que había un niño de 10 años. Pero antes fueron víctimas quienes malvivían en los campamentos de Lisa Gora y el 7 de junio en el parque Golossevoa; en Ruden, en los alrededores de Leópolis, el 9 de mayo. Y en Velika Beresovitsa, en los alrededores de Ternopil, el 22 de mayo unos 15 hombres atacaron a un grupo de gitanos que estaban preparando la cena en una hoguera. Los asaltantes irrumpieron la comida y comenzaron a disparar. Varias tiendas fueron incendiadas y los gitanos huyeron hacia el bosque. El director de la Policía en la región, Alexander Bogomol, explicó que los gitanos procedían de la región de Transcarpatia y que habían acampado junto a una fábrica azucarera. Subsistían como chatarreros.
La comunidad de San Egidio, que está libre de toda sospecha, afirma que, como casi siempre, esta violencia racista se manifiesta contra familias de ciudadanos ucranianos que son gitanas y que viven pobremente con muchos niños en campamentos de chabolas y tiendas en mal estado.
Los gitanos y las gitanas siempre han estado presentes en Ucrania
Los gitanos de Ucrania en su mayoría son de origen ruso. Antes de que Ucrania consiguiera su independencia en 1991, dos años después de que cayera el Muro de Berlín, la población gitana superaba ampliamente el millón de personas. (Hoy las personas gitanas que habitan Rusia alcanzan las 825.000). Es natural, por lo tanto, que la aportación de la comunidad gitana a la conformación de la cultura colectiva de esta parta de Europa fuera ampliamente conocida.
Valeri Novoselski fue un gitano ucraniano comprometido. Nació en 1970 y murió en 2016 en Riga (Letonia). Activista incansable fue uno de los creadores de la Red Virtual Romaní y desarrolló su trabajo tanto en Ucrania como en Siberia del Este, en Moscú y finalmente en Israel. Me complace manifestar que en julio del año 2000 fue elegido miembro de la Unión Romaní Internacional, institución en la que coincidimos juntos. Todos le recordamos.
Eugene Hütz es conocido en el mundo de la música internacional como creador de “transglobal gypsy punk rock” nació en Boyarka, cerca de Kiev, el 6 de septiembre de 1972, en una familia ruso-ucraniana-romaní. Su padre, un carnicero, tocaba la guitarra en Meridian, una de las primeras bandas de rock en Ucrania.
Hütz comenzó su carrera musical en Ucrania con la banda Uksunsnik. En 1997, se trasladó a Nueva York donde conoció a los miembros de ‘Gogol Bordello’ entre ellos el violinista Serguéi Riabtsev, el acordeonista Yuri Lemeshev, el guitarrista Oren Kaplan, el percusionista Pedro Erazo, el baterista Eliot Ferguson, y las bailarinas Pam Racine y Elizabeth Sun. Poco después de la formación de este grupo, la banda ya contaba con una legión de fanes alrededor del mundo, y su número aumentaba día a día. “Gogol Bordello” logró conectar las influencias gitanas con las culturas occidentales y del este de Europa. Hasta el día de hoy, esta banda ya ha publicado siete álbumes de estudio.
Katarzina Pollok es una pintora y escultora de reconocimiento internacional. Nació el 1 de septiembre de 1961, en Kiev. Es una mujer gitana comprometida con las minorías y con frecuencia se manifiesta sobre la memoria de Holocausto gitano. Ella es hija de un niño que sobrevivió a la tragedia de los campos de exterminio de la locura nazi.
Llamamiento a la solidaridad
Según datos emitidos por ACNUR este domingo, la cifra de refugiados ucranianos asciende hoy a 368.000 civiles. Y esta cifra seguirá creciendo irremisiblemente. En estos momentos ya han llegado a Polonia unas 150.000 personas, principalmente mujeres y niños, así como hombres que no tienen edad de combatir. Y según la ONU hasta cinco millones de ucranianos abandonarían sus hogares y se repartirían por los países vecinos.
A Moldavia han llegado más de 20.000. Y sus fronteras siguen abiertas a todos los ucranianos. A Rumanía más de 43.000. A Hungría han llegado más de 71.000 ucranianos, en su mayoría mujeres, arrastrando maletas y empujando carritos infantiles.
Las escalofriantes imágenes que los medios están difundiendo ha ocasionado que multitud de personas estén llamando a las asociaciones para saber cómo pueden ayudar y especialmente como pueden ofrecer acogida, especialmente a las familias con niños.
A nuestro juicio, la vía más directa y eficaz para encontrar información es la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Avenida General Perón, 32 2º derecha. 28020. Madrid. Teléfonos: 915 980 535 Email: info@cear.es Sin olvidar a ACNUR. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados es el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, y promover soluciones duraderas a su situación, mediante el reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida. Para establecer contacto para temas sobre asilo y refugio: spama@unhcr.org o llamando al teléfono +34 661 706 462
Finalmente, dos frases para meditar. La primera es de Cicerón: “Preferiría la paz más injusta a la más justa de las guerras”. La segunda es de Jean Paul Sartre: “Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren”.