Declaran oficialmente al arte jondo como Bien de Interés Cultural en Extremadura con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial
En diciembre de 2020 el Diario Oficial de Extremadura (DOE) inició el expediente para declarar el Flamenco en Extremadura como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial. Poco más de un año después se confirma el proceso según el decreto aprobado el 9 de marzo de 2022 por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura.
«Extremadura forma parte de la geografía del flamenco porque este es una de sus señas de identidad, siendo además origen del propio flamenco, que en Extremadura engloba no solo las aportaciones peculiares autóctonas y creaciones individuales de los artistas extremeños que lo distinguen del resto de la geografía flamenca, sino también todo aquello que tiene en común y con lo que participa del acervo común del flamenco español», explican desde la Junta de Extremadura.
«La región ha sabido cuidar y conservar los estilos autóctonos, los jaleos y los tangos, destaca el DOE, señalando que el embrión flamenco extremeño surge, fundamentalmente, en los asentamientos gitanos, siendo ferias de gran concurrencia y protagonismo gitano como las de Fregenal de la Sierra, Mérida o Zafra focos principales», continúa el comunicado del ejecutivo extremeño.
Desde el Gobierno de Extremadura tildan al pueblo gitano de fundamental en todo lo relacionado con el flamenco. Ya sea por su capacidad creadora como por sus cualidades para interpretar el arte jondo en los rituales que escenifican en pedimentos, bodas o bautizos.
Y es que el flamenco de Extremadura engloba las aportaciones autóctonas originales, así como las creaciones individuales de los artistas extremeños, factores que lo distinguen del resto de la geografía flamenca, pero también a todos aquellos rasgos que tiene en común con el flamenco español.
En Extremadura el flamenco «es una expresión cultural viva como muestra la existencia de un buen número de artistas representativos de este arte», insisten desde el ejecutivo. Un tejido que componen más de medio centenar de peñas flamencas, tres federaciones y dos asociaciones de artistas flamencos, además de grandes creadores del cante jondo, críticos e investigadores. La tierra que vio nacer al cantaor José Salazar Molina –Porrina de Badajoz–, los fandangos de Manolo de Frenegal o la taranta de Pepe El Molinero. Por último, Extremadura ha dado al flamenco creadores y dos estilos autóctonos, lo que justifica la consideración del Flamenco en Extremadura como Bien de Interés Cultural, concluye el gobierno regional.