El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha encontrado al Estado rumano responsable de más de 20 violaciones de este tipo desde 2015 a 2022.
Este hombre gitano de 37 años de Piatra Neamț, núcleo poblacional ubicado al norte de Bucarest, Rumania, ha denunciado que la policía lo golpeó el 18 de junio de 2022. El motivo de la paliza, supuestamente, fue que cuando la policía detuvo el taxi en el que viajaba, se negó a identificarse.
Los miembros de la comunidad romaní en Rumania han estado compartiendo un video con dicho contenido a través de las redes sociales en los últimos días. Un videoclip compartido en las redes sociales por el activista por los derechos de los gitanos Ciprian Necula muestra al hombre saliendo de una comisaría, tambaleándose, con la camisa ensangrentada, con moretones en la cara y un ojo hinchado, y sus hijos esperándolo, llorando y angustiados.
Pulsando sobre la imagen del siguiente video podrán contemplar esta dramática escena que clama al cielo. ¿Quién le podrá explicar a la niña, dentro de unos años, que su padre salía de la comisaría de policía tras recibir una paliza, y que los agresores habían sido los encargados de actuar para defender el orden constitucional?
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Posted by Facebook on Friday, December 5, 2014
Otro video muestra que se lo llevan en una ambulancia. Según la policía, el sábado 18 de junio, alrededor de las 20:30 horas, el hombre viajaba en un taxi cuando supuestamente insultó a policías locales y estatales. Luego, la policía detuvo el taxi y, cuando el pasajero supuestamente se negó a identificarse, «fue inmovilizado y llevado a la jefatura de policía de Piatra Neamț para establecer su identidad y tomar las medidas legales necesarias». La medidas, como se puede comprobar, fueron terribles puñetazos después de lo cual fue multado con 2.000 RON. (404 euros).
Informe del relator especial de las Naciones Unidas
Este está lejos de ser el primer caso de brutalidad policial cometido contra un miembro de la comunidad romaní en Rumania. El relator especial de las Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston, ha encontrado muchas denuncias creíbles de brutalidad policial en Rumanía, así como un sistema de denuncias ineficaz para las víctimas.
“No hay nada peculiar en la violencia policial, que es un problema universal. Lo peculiar de la situación rumana es que las reglas que se aplican actualmente podrían verse como una carta para el acoso. El sistema incluye características que facilitan el abuso y aseguran que la rendición de cuentas será la rara excepción en lugar de la norma”, dijo Alston en su declaración al final de la misión sobre Rumania.
La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) del Consejo de Europa, en su informe de 2019 sobre Rumanía, también advirtió que los romaníes son frecuentemente objeto de un uso desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden allí. El informe subraya que desde 2015, “el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha dictado más de 20 sentencias condenando a Rumanía por casos de violencia policial y por no haber investigado de manera efectiva los tratos inhumanos y degradantes por parte de la policía, incluidos los malos tratos por motivos raciales.”