Hoy es el día de Santiago Apóstol, patrón de España y de Galicia, buena fecha para celebrar el recuerdo de que cuando los primeros gitanos llegaron a España en el siglo XV lo hicieron siguiendo el Camino de Santiago y que cuando el Rey Alfonso V el Magnánimo le concedió un salvoconducto el 12 de enero de 1425 para que entrara en su reino aragonés con toda su familia y seguidores y pudiera transitar libre y pacíficamente hasta la tumba del Apóstol.
Hoy quiero llamar la atención de los violentos que días pasados han hostigado y perseguido a las familias gitanas inocentes y pacíficas de Peal de Becerro, —familias ajenas al crimen execrable cometido la semana pasada contra el joven vigilante de seguridad de la discoteca— para que depongan su actitud de hostilidad y permitan que la justicia por una parte y la solidaridad ciudadana por otra, mitiguen, en la medida de lo posible el dolor que todos sienten en estos terribles momentos.
Desde que fui a Jaén nada más conocer la dimensión de la tragedia, todo mi afán era conseguir que se hiciera justicia y evitar que la indignación de unos y el derecho a defenderse de otros no acabara en un enfrentamiento cuyas consecuencias eran fácilmente imaginables. Y para ello conté con la ayuda inestimable de Maricarmen Carrillo, de Eladi, una joven gitana cuya familia vive en Peal de Becerro y que estuvo permanentemente a nuestro lado, así como del consejo de un grupo de gitanos mayores del lugar, conocedores del terreno y de las familias afectadas.
Yo estaba en el lugar, pero no lejos de mí y de Maricarmen, estaba Beatriz Carrillo, una de nuestras Diputadas, que por su condición de andaluza gozaba de mayor autoridad para interesarse, como lo hizo, apoyando nuestras intervenciones ante las autoridades de la nación y de la autonomía. Su asociación, FAKALI, se apresuró en denunciar ante la fiscalía las amenazas y agresiones que los gitanos del lugar estaban sufriendo sin olvidar que las familias gitanas perseguidas necesitaban ayuda urgente para sobrevivir. No obstante, dijo con absoluta claridad, que frente a la comprensible indignación de algunos “Hay que esperar a lo que diga la Justicia. Necesitamos que la gente se calme. Cuando un bosque está ardiendo tenemos que apagarlo, no usar gasolina. Es una irresponsabilidad”.
Un testimonio de gran valor
Agustín Cano es el compañero del vigilante asesinado. Precisamente él le dio el turno a Álvaro y nunca imaginó que la discusión que él presenció pudiera llegar a tener tan terribles consecuencias. Por eso hace un llamamiento a la calma ante la crispación generalizada que invade Peal de Becerro. Asegura que la etnia gitana de los atacantes no tiene nada que ver en este asunto: “La gente está muy cabreada, es normal, pero no se debe generalizar, ni muchísimo menos. Da igual el color de la piel, a Álvaro no lo han matado cuatro gitanos, lo han matado cuatro asesinos”, argumenta.
La fiscalía investiga en todas las direcciones
La Fiscalía Provincial de Delitos de Odio de Jaén ha iniciadolas investigaciones pertinentes que dirimen posibles responsabilidades penales que pudieran derivarse del comportamiento de quienes atacaron las propiedades de familias gitanas del pueblo. Igualmente se ha pedido que se analicen los comentarios llenos de insultos, vejaciones y amenazas dirigidos a los gitanos y a las gitanas, algunos tan espeluznantes como el siguiente: “Si tenemos que mandar brigadas patrióticas y antigitanas a Peal de Becerro, para asesinar gitanos, acuchillarlos hasta la muerte, ¡lo haremos! ¡Muerte a los gitanos! ¡Eviscerad gitanos, es nuestro deber patriótico! Este Tweet está firmado por “Resistencia Aldeana” @verdinaloid a las 17:45 del día 20 de julio de 2022.
La situación al día de hoy
El alcalde de Peal de Becerro está trabajando con la Delegación del Gobierno con el fin de que se le facilite vivienda a quienes por razones de seguridad no puedan, temporalmente, volver a sus casas. Al mismo tiempo Cáritas está facilitando alimentos a las familias más desamparadas. Pero en lo referente a temas de seguridad y protección de las familias gitanas amenazadas hoy mismo se ha celebrado una reunión de la Junta local de seguridad ciudadana del municipio. La reunión, que ha tenido carácter extraordinario, ha estado presidida por la propia subdelegada del Gobierno central, Catalina Madueño y por el alcalde de Peal de Becerro, David Rodríguez Martín y ha contado con la presencia del jefe accidental de la Guardia Civil de Jaén, el comandante José Manuel Rivas; el jefe de la Policía Local, Miguel Martínez, y el responsable de la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía, Alfonso Ortega Rueda.
La Guardia Civil y la policía están siendo vigilantes
La subdelegada ha hecho hincapié en que la Comandancia mantiene abiertas de oficio una investigación para identificar a los autores de los destrozos en las viviendas y en los coches. Del mismo modo, ha asegurado que la Comandancia de la Guardia Civil mantiene en Peal de Becerro y, también en otros municipios, un dispositivo de seguridad que se mantendrá “el tiempo que sea necesario”. “Se trata de garantizar los derechos de todos los vecinos del pueblo, entre los que hay muchas familias gitanas que todavía siguen viviendo aquí, porque Peal siempre ha sido un ejemplo de integración y de convivencia”, ha concluido.
Todos queremos la paz
Pero no basta con quererla. La paz hay que conquistarla cada día. Los gitanos y las gitanas evangélicos lo saben muy bien porque conocen que el evangelista Mateo (cap.5.9) dijo que “dichosos los que trabajan por la paz”. Pero la paz no se alcanza sin que primero reine la justicia. San Agustín, el gran Doctor de la Iglesia que merecería ser gitano, dijo que “la paz es efecto de la justicia” (opus justitiae pax).
Una vez sentado nuestro rechazo más contundente del crimen cometido, por el que pedimos para Álvaro Soto que la justicia cumpla con su misión. Con la misma fe reclamamos la justicia para que sean castigados los racistas que quieren acabar con nuestras vidas, con nuestras casas y con nuestros bienes. Solo así será posible la paz tan ansiada.
Hoy es el día de Santiago a cuya ciudad los gitanos del siglo XV íbamos en peregrinación. Hoy les pedimos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que nos protejan tal como lo ordenó el Rey Alfonso V el 12 de enero de 1425 entregándole al gitano jefe de la caravana, un salvoconducto donde se decía:
«Como nuestro amado y devoto Juan de Egipto Menor […]
entiende que debe pasar por algunas partes de nuestros reinos y tierras,
y queremos que sea bien tratado y acogido […]
bajo pena de nuestra ira e indignación
el mencionado don Juan y los que con él irán […]
sean dejado ir, estar y pasar por cualquier ciudad, villa, lugar y otras partes de nuestro señorío a salvo y con seguridad […]»
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya
Abogado y periodista