Estos cuentos caen en las manos de personitas manipulables, que están empezando a conocer el mundo. En el caso de los niños blancos empieza a germinar las sinapsis que aúnan gitano a lo malo, y, por ende, los prejuicios y el rechazo o aversión.
Si en cuentos clásicos, como Pinocho, el villano que secuestra, estafa y es un déspota es gitano, ¿cómo les desaprendemos esto?
La peor parte es la que reciben los niños gitanos. Representatividad tenemos poca y menos en positivo. Cuando siempre te lees como ladrón, villano, estafador…en una mente infantil empiezan las inseguridades, los temores, la rabia y la frustración.
¿No merecen ser el héroe o la princesa del cuento? ¿El hada en lugar de la bruja? Si a esto le sumas que los niños “payos” tampoco los han visto en personajes así … ¿será que no pueden representar algo «que no son»?
De esta manera se merma la autoestima de esos niños que ya nacen con una serie de obstáculos difíciles de sortear, se incita al odio racial y a la marginalidad.
Pongamos atención a lo que leen los pequeños que nos rodean.
Aurora Muñoz