Centenares de gitanos se congregaron ante los tribunales de la ciudad griega de Salónica para protestar contra la violencia policial ejercida contra un joven de la comunidad romaní, quien se encuentra en estado crítico tras recibir un impacto de bala en la cabeza.
Los hechos se produjeron en la madrugada del lunes cuando el joven de 16 años se marchó sin pagar de una gasolinera donde había repostado por 20 euros.
Cuatro policías motorizados que se encontraban justamente en el interior de la gasolinera tomando un café fueron alertados por el responsable y emprendieron inmediatamente una persecución, durante la que uno de los agentes disparó varias veces contra furgoneta que conducía el chico.
Una de las balas le impactó en la cabeza y el adolescente se estrelló contra la fachada de una tienda.
Desde entonces se encuentra en estado crítico, lo que ha desencadenado protestas diarias de la comunidad gitana, no sólo en Salónica sino también en Atenas y sus alrededores, donde han ardido coches, talleres de neumáticos y contenedores de basura.
«No fue la gasolina, no fue el dinero, los policías dispararon porque era gitano», decía una pancarta que mostraban hoy los manifestantes reunidos a las puertas del juzgado.
Algunos quemaron billetes de dinero en protesta por lo que consideran tiene un valor nulo frente a la importancia de la vida. En los últimos días, la indignación por la reacción desmesurada de las fuerzas de seguridad ante un delito de tan poca relevancia se ha extendido más allá de la comunidad gitana.
El autor de los disparos, de 34 años, fue detenido el lunes bajo la acusación de tentativa de homicidio con posible dolo y uso indebido de su arma reglamentaria.