La coca central de la Rambla Nova, entre Comte de Rius y Méndez Núñez de Tarragona se llenó con las notas y los versos tradicionales de los garrotines unos días antes de las fiestas de Santa Tecla. El primer Festival de Garrotines llegó con la idea de devolver al garrotín la importancia que había tenido hace tiempo con la presencia de cantantes locales tan históricos como Joan Reyes y de otras ciudades catalanas. Gran parte del público se atrevió a tomar el micrófono y a improvisar unos versos satíricos sobre cualquier tema de actualidad. Hasta la consellera de Cultura, Sandra Ramos, quiso aprovechar la oportunidad de versar sobre la imagen gráfica de las fiestas.
La puesta en común de esta tradición gitana en la fiestas de la ciudad se convierte en un reconocimiento de la cultura gitana como parte de la historia de la música catalana. Su puesta en escena reúne a toda la ciudad para volver a dar vida a esta versificación popular. El Ayuntamiento de Tarragona asegura que con esta acción se quiere contribuir a la recuperación y renovación del garrotín en la ciudad, donde había tenido tradición histórica durante el siglo XX, sobre todo entre la población gitana.
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