Di nanai a las drogas

Unión Gitana lanza una campaña contra las adicciones dirigida a los adolescentes de la comunidad romaní de Burgos

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Son, por su edad, un colectivo especialmente vulnerable a la experimentación con sustancias o comportamientos que puedan ser lesivos para su salud. Pero los adolescentes gitanos tienen, además, otros factores propios que hacen que sean necesarias, a juicio de los expertos, campañas específicamente dirigidas a ellos con el objetivo de informarles sobre los riesgos que se corren con el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. Por eso, la asociación Unión Gitana de Burgos ha puesto en marcha una iniciativa que cuenta con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no solo para prevenir el consumo sino para formar mediadores gitanos capaces de mostrar a los más jóvenes la realidad de las sustancias tóxicas y sus consecuencias.

El proyecto se denomina Nanai (que significa no en caló, el idioma propio del pueblo romaní) y está dirigido a una horquilla de edad muy amplia, entre los 6 y los 30 años, con especial incidencia entre los 12 y los 20. “Los factores de riesgo que les son más propios a los jóvenes gitanos tienen que ver con una entrada más temprana a la vida adulta, con capacidad para consumir y tomar decisiones propias a pesar de su corta edad; las dificultades que presentan algunas familias para dar respuestas a los jóvenes porque tienden a ser muy protectoras o demasiado autoritarias, el fracaso escolar o las pocas alternativas de ocio”, explica el educador social y miembro de Unión Gitana Kelian Borja, quien conoce bien la idiosincrasia de esta comunidad, que hace que en ocasiones no participe de los recursos del sistema sanitario -en este caso para la prevención de las adicciones- como sería conveniente.

Esta campaña, que utiliza palabras en caló y dibujos que quieren acercarse a la franja de edad para la que se ha creado, se sirve de carteles y folletos en forma de dispositivos móviles que incluyen la conversación de un chat entre un par de adolescentes, un padre y una mediadora que hacen y  responden preguntas sobre diversos aspectos de las drogas.

Con estas herramientas y la dinamización comunitaria que mueve a la participación de los jóvenes romanís en las actividades que se ofrecen en la ciudad, la Unión Gitana va trabajar en el  acercamiento a los recursos sociosanitarios, el conocimiento de las necesidades del colectivo y el apoyo personal a las personas que así lo precisen. Otro de los objetivos es la formación de mediadores gitanos en materia de salud -especialmente, mujeres- para crear unas figuras de referencia para los jóvenes.

Nanai se suma a otras iniciativas que Unión Gitana tiene en marcha dirigidas a la población infantil y juvenil como una escuela de música en su sede (Casa de la Mujer, calle Cabestreros) en la que los chavales se forman en el manejo de instrumentos como el cajón y la guitarra, y actividades de equinoterapia en un centro de la localidad de Carcedo que tienen como objetivo, en palabras de Borja, “adquirir unas responsabilidades y aficiones saludables que les alejen del consumo de drogas y les ayuden a relacionarse con grupos de iguales que les sirvan como referencia positiva y de apoyo”.

De la escuela de música, por cierto, ha salido ya un grupo, de nombre Bohemios de Barrio, que participó en las actividades organizadas durante la Noche Blanca, que se celebró el pasado mes de mayo, y que próximamente competirá en el concurso de bandas del bar La Rúa. “La ocupación del tiempo libre a través de actividades regladas y continuadas en el tiempo hace que se interioricen en los menores y jóvenes gitanos una serie de hábitos, normas y disciplinas que estamos seguros de que les van a servir en su desarrollo como personas, haciendo que adquieran unas responsabilidades y aficiones saludables que les aparten del consumo de drogas y que les hagan más sencillo relacionarse con grupos de iguales, que les sirvan como referencia positiva y de apoyo”, reflexiona Borja.

Además del trabajo con la infancia y la juventud romaní, Unión Gitana desarrolla desde su creación un proyecto de atención a la población reclusa, exreclusa y a sus familias con intervención en el centro penitenciario de Burgos a través de actividades formativas, culturales, deportivas y de ocio, el seguimiento personalizado de los reclusos y la ayuda en el proceso de reinserción.