Un lobby juvenil reclamará relevancia política para los gitanos en España

Arranca en Badalona el proyecto en red Amaro Barvalipé, financiado por Open Society y con Vicente Rodríguez entre sus caras visibles

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Integrantes de la comunidad Amaro Barvalipé (Kali Zor)

“La situación de los gitanos, pese a que vivimos en una democracia efectiva, no es igual a la del resto de la ciudadanía porque la equidad y la igualdad no se han cumplido. Para nosotros como para muchas otras personas, la promesa de la Transición ha fallado y es necesario que los gitanos sean capaces de posicionarse en todos los ámbitos, también políticamente”, recalca Vicente Rodríguez. Este valenciano a quien Forbes incluyó en 2016 en la lista de los 30 jóvenes menores de 30 años con más influencia política del mundo es uno de los activistas más reconocidos y brillantes del colectivo gitano.

Lleva años promoviendo la igualdad de gitana por todo el mundo y liderando proyectos como el recién presentado Amaro Barvalipé, que este setiembre ha comenzado a caminar en Barcelona. Su objetivo es crear una plataforma de jóvenes gitanos y gitanas de toda España que trabajen en red por los derechos del pueblo romaní a todos los niveles: “Tratamos de crear un espacio que ofrezca a los gitanos una formación sólida en su propia historia, y unas bases sobre el mundo político para que la gente sea capaz de autoorganizarse”. “Empoderamiento, movilización, autoorganización”, sintetiza Rodríguez.

Barcelona, Madrid, Navarra, Valencia y Sevilla, cinco comunidades gitanas forman la red que impulsa este posicionamiento político de la juventud gitana. Presionarán en las esferas de influencia de la sociedad española en favor de la imagen y los derechos de la comunidad, como explicaron los impulsores de Amaro Barvalipé en la presentación oficial de la plataforma. El escenario elegido era el Casal Cívico de La Mina, en Sant Adrià de Besòs, aunque el liderazgo radica en las entidades de Sant Roc (Badalona) Kali Zor y Fundació Privada Pere Closa.

Decenas de gitanas y gitanos de toda España se dieron cita durante todo el fin de semana en Barcelona para poner en marcha esta iniciativa financiada por Open Society Foundations a un par de años vista. Dos o tres entidades de cada una de las ciudades implicadas –miembros de asociaciones tanto gitanas como que trabajan con el colectivo gitano– participan en los debates conjuntos y trasladan luego a los territorios las ideas de Amaro Barvalipé. Las pondrán en práctica en barrios como Las 3.000 Viviendas (Sevilla), Cañada Real (Madrid) o El Cabanyal (València).

Con Vicente Rodríguez como una de las cabezas visibles del proyecto, el programa incluye una serie de módulos que las entidades trabajarán a lo largo de los próximos meses: Historia y Tradición; Racismo y Antigitanismo; y Feminismo y Pensamiento Revolucionario son tres de ellos. “Tenemos que empezar por conocernos porque la mayoría de gitanos ni siquiera conoce su historia, no aparece en los libros de texto del colegio”, considera Vicente. Durante los últimos años se ha dedicado a recorrer universidades de Estados Unidos y Europa dando conferencias en el marco de su lucha por el pueblo gitano.

No solo empoderar a los que ya estudian y prosperan

Presentación de la plataforma en la Mina (Javier Torres)

Esa será la primera parte de Amaro Barvalipé, que en su segunda fase pretende financiar proyectos arraigados a cada territorio. Serán actuaciones decididas y diseñadas por las propias comunidades, como parte del empoderamiento del pueblo gitano. “Al final todos estos jóvenes acabarán hablando de sus realidades y la parte buena es que podrán hacer red: aunque sean de ciudades distintas, verán que los problemas que comparten son los mismos”, expresa Pilar Vizarrán, presidenta de la asociación de mujeres gitanas Akherdí i Tromipén. “Hacer algo así, con distintas comunidades conectadas, es muy potente y puede salir algo muy bonito”, augura. Desarrolla su labor en las 3.000 Viviendas junto con otras entidades como Vencedores, también presente en el proyecto.

“Nos pareció un proyecto muy interesante, normalmente los programas de Open Society están dirigidos para chicos y chicas que ya tienen estudios para que sigan progresando. Pero éste está centrado en los jóvenes de base, para generar un movimiento desde abajo”, apunta Pilar. Efectivamente, este es otro de los rasgos que los responsables de Kali Zor destacan de Amaro Barvalipé: “Necesitábamos algo para los chicos y chicas que pueden empujar las comunidades desde dentro, no solo ayudar a gitanos y gitanas que ya estén estudiando”, explica David Sarroca.

A por las instituciones y en plaza Sant Jaume

Aunque el proyecto ha dado ahora el pistoletazo de salida, la gente de Kali Zor, con el apoyo de la Pere Closa, lleva meses trabajándolo y recorriendo España. Han contactado con las entidades de los distintos territorios implicados a pie de barrio, para conocerse y saber bien quién accedía a la iniciativa. También para asegurarse de la diversidad de entidades participantes, y que, sobre todo, los jóvenes sean el núcleo.

“Hay gente que nos ha preguntado si íbamos a presentar un partido político. Yo he contestado que no, que es un proyecto para la juventud gitana; pero, ¿quién sabe si estamos presenciado los orígenes de una plataforma política que consiga introducir al pueblo gitano en las instituciones?”, afirmaba el viernes el representante de la Pere Closa, Miguel Ángel Franconetti.

Antes de regresar a sus respectivas ciudades, los representantes de todas las entidades han pasado el fin de semana en Barcelona y se han dado cita en la plaza de Sant Jaume. La clausura simbólica de la presentación de Amaro Barvalipé ha sido una concentración en el núcleo de poder de la capital catalana, como bautizo en el activismo de esta comunidad juvenil.