Tres poblaciones de la minoría gitana en el este de Eslovaquia han sido puestas hoy en cuarentena supervisada por la policía y el Ejército, una medida que afecta a más de cuatro mil personas y que ha sido criticada por ONG, informa el diario Právda.
Mientras que eslovacos retornados del extranjero pasan la cuarentena en centros hospitalarios, a los gitanos se les obligaba a pasarla en gimnasios o en otras instalaciones municipales poco adecuadas.
Las medidas impuestas han sido también criticadas por el apoderado del Gobierno para la minoría romaní, Ábel Ravasz. «Las soluciones que el gabinete de crisis adoptó las consideramos inhumanas y no las puedo respaldar», dijo Ravasz al diario Právda.
La comunidad gitana en Eslovaquia está formada por unas 440.000 personas, lo que equivale al 8 % de la población, y existen poblados chabolistas donde no hay acceso al agua potable, lo que impide luchar de forma adecuada contra el coronavirus.