El portavoz del poblado gitano de Cornazo, Ricardo Giménez Borja, ha expresado su preocupación por la situación del medio centenar de familias que viven en este lugar del término municipal de Vilagarcía de Arousa que suman en total más de 80 hijos. Los principales ingresos de muchos de estos matrimonios proceden de los puestos de venta ambulante en los mercadillos que ahora se han cancelado por la crisis del coronavirus.
«Los niños, al tener que quedarse en casa, están pidiendo comida a cada rato y ya nos quedamos sin dinero, y sin poder ir a trabajar. Fuimos a Servizos Sociais del Concello de Vilagarcía y está cerrado. Hay un teléfono para llamar, pero no conseguimos que nos atiendan. Lo mismo ocurre con entidades como Cáritas. Entendemos que hay una situación de emergencia y están saturados, pero aquí también hay familias que lo están pasando muy mal», declaró Giménez Borja.
Piden el acceso a una bolsa de alimentos de primera necesidad como leche y galletas para desayunos y meriendas de los hijos. Tampoco tienen otros productos de higiene para evitar los contagios, como guantes o mascarillas. Aunque han dado rienda suelta a la imaginación y comenzaron a fabricarse mascarillas con material de toallitas y pañales de los bebés. Entre los menores también hay algún niño con discapacidad que necesita especial atención. «Nos conocen, estamos censados aquí y, al no poder contactar con Servizos Sociais, hacemos un llamamiento para que nos ayuden a superar esta crisis», declaró.
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