Carmen Carrillo: ‘La generación de alumnos gitanos que han vivido el coronavirus será una generación de analfabetos’

Desde la Asociación de Mujeres Gitanas Sinando Kali denuncian públicamente el abandono y la situación de los alumnos gitanos en la ciudad de Jaén

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Carmen Carrillo es responsable del área de igualdad de la Unión Romaní y presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Sinando Kalí. Carrillo cuenta con un amplio currículo de activismo gitano y es un claro referente para el pueblo gitano. Para ella el confinamiento y la crisis del coronavirus no ha sido nada fácil. De la ayuda ofrecida por su entidad dependen todavía 100 familias gitanas del barrio de la Magdalena, en Jaén. No solo han llenado las neveras de todos estos hogares desde que se decretó el estado de alarma, sino que han puesto el foco en los pequeños y en su educación.

¿Cómo han vivido los alumnos gitanos de Jaén que de repente tuvieran que dejar de ir al colegio y tuvieran que seguir los estudios desde sus casas?

Pues ha sido una situación nueva tanto para ellos como para los padres, y la verdad que no han podido seguir el curso escolar. En Jaén tenemos colegios guetos como en el resto de las capitales de provincia españolas. En concreto el de aquí tiene el 100% del alumnado gitano y han sufrido una clara discriminación con respecto a los alumnos no gitanos de otros colegios. Conocemos de primera mano como el resto de alumnos tuvieron materiales, libros y equipos informáticos desde la semana siguiente al decreto del estado de alarma mientras nuestros niños no dispusieron de esos materiales. Queremos denunciar el abandono explícito de estos niños, que hasta el día 2 de mayo no tuvieron medios para poder seguir el curso escolar con todas las garantías.

¿Quién ayudó a estas familias a poder conseguir las herramientas tecnológicas necesarias para que sus hijos no perdieran el hilo del curso?

Ha sido gracias a la Asociación Sinando Kalí junto a Protección Civil de Jaén quienes hemos podido ir recogiendo diversos materiales para luego repartirlas casa a casa, alumno a alumno. Quiero dar las gracias a los voluntarios gitanos del barrio que nos han ayudado en todas las tareas necesarias de este día a día tan difícil y complicado que hemos sufrido en nuestra ciudad.

¿Qué carencias tenía este alumnado gitano para no poder seguir las clases con normalidad desde sus casas?

Se habla muy poco de la brecha digital en la población gitana. Nuestras familias, no solo no tienen un ordenador o dispositivo para que sus hijos sigan el curso escolar. Es que en las casas no hay wifi, o la conexión de megas de los móviles es tan baja que no dura todo el mes. Las escuelas no nos han dejado disponer de espacios donde poder hacer repaso escolar. Hemos pedido salas en las bibliotecas y tampoco se nos ha concedido. Solo nos ha quedado la opción de atender en el local de nuestra asociación y hemos tenido también que instalarnos en la plaza del barrio, una educadora social y un voluntario, e ir ayudando cada día a los niños que se nos acercaban. Ha sido desastroso, y esta generación de alumnos del coronavirus será una generación de analfabetos.  Los propios profesores se alarman porque alumnos de 6º de primaria no saben escribir ni leer, un auténtico drama académico.

¿Crees que ha faltado voluntad política para gestionar mucho mejor la crisis del coronavirus en Jaén?

Por supuesto. La diputación se puso a dotar de equipos informáticos a todo el alumnado de la ciudad, pero tenemos comprobado que a los colegios gueto no han llegado estos portátiles. Creemos que los pocos recursos disponibles se han priorizado en otros colegios, dejando una vez más abandonados a los niños gitanos. Encima para colmo ahora, en las últimas semanas de curso, los profesores exigen a los chavales que entreguen trabajos y deberes que no han podido realizar.

¿El nuevo Ingreso Mínimo Vital puede ayudar a mejorar la situación de estas familias?

Claro que apoyamos esta nueva ayuda, pero no la manera de solicitarla. Las oficinas del SEPE continúan cerradas y el trámite solo se puede realizar por correo postal o telemáticamente. Repito que estas familias gitanas que atendemos no conocen las nuevas tecnologías. El patronato de Jaén y la Junta de Andalucía no han firmado un convenio y las trabajadoras sociales de la ciudad no pueden ayudar a nuestras familias. Más de 100 que viven en la parte alta el barrio de la Magdalena dependen de la ayuda de nuestra entidad para comer. Ahora su prioridad es tener un plato caliente en la mesa.

Las ayudas son una falacia porque no llegan a las familias que de verdad más las necesitan. Los niños tienen problemas de obesidad porque comen galletas y comida rápida, les faltan frutas y verduras en su dieta y esto va entorpecer su crecimiento. Una infancia que está sufriendo con una diferencia enorme con el resto de la sociedad. Están sin atención.