Gitano/a y pobre: la combinación perfecta para estar en el foco de la policía en España

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Pilar Eirene de Prada es la autora de una investigación que se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo que se ha ocupado de ver la relación que existe entre nosotros, los gitanos, y el sistema judicial penal. Se trata de un amplio informe de 83 páginas publicado por Rights International Spain Roma:

Entre otras muchas cosas en él se dice que la actuación de la policía se basa en tres pilares que moldean el concepto de seguridad ciudadana:

(1) La existencia de estereotipos y prejuicios que nos señalan a las personas gitanas como potencialmente peligrosas o directamente como delincuentes;

(2) La policía ejerce sobre nosotros una mayor vigilancia en gran medida motivada por la formación recibida desde las academias de policía en las que se enseña que hay determinados tipos de delitos que se cometen por un perfil de persona (magrebís, gitanos, etc.);

(3) La situación de marginalidad social y el alto porcentaje de población gitana que se encuentra bajo el umbral de la pobreza.

¿Por qué nos para la policía cuando vamos por la calle?

Las personas gitanas se encuentran dentro de los colectivos que sufren más paradas en la vía pública por parte de la policía. Los gitanos somos las víctimas de este tipo de comportamiento por parte de la policía. A nosotros nos paran fundamentalmente “porque parecemos gitanos”, es decir, por el perfil étnico. Los gitanos y gitanas que han sufrido esta práctica policial se han referido a ellas como experiencias traumatizantes y humillantes, generadoras de sentimientos de indefensión, inseguridad, miedo e impunidad.

Los profesionales entrevistados durante la elaboración del informe aludieron a tres principales motivos por los que las personas gitanas son susceptibles de ser más detenidas en España en comparación con el conjunto de la población: (1) la existencia de estereotipos y prejuicios que señalan a las personas gitanas como potencialmente peligrosas o directamente como delincuentes; (2) una mayor vigilancia por parte de la policía en gran medida motivada por la formación recibida desde las academias de policía en las que se enseña que hay determinados tipos de delitos que se cometen por un perfil de persona (magrebís, gitanos, etc.); (3) la situación de marginalidad social y el alto porcentaje de población gitana que se encuentra bajo el umbral de la pobreza

Se dice en el informe que los gitanos constituimos una auténtica comunidad sospechosa en nuestro país en tanto que la construcción de la imagen del gitano o de la gitana como delincuente potencialmente peligroso/a se ha generado a través de normas, políticas y prácticas que tenían como objetivo a esta minoría étnica, y reproducidas y reforzadas por las prácticas sociales.

En resumidas cuentas, la decisión de parar a una persona en la calle debería seguir un patrón objetivo de individualización de la conducta. La realidad es que la apariencia física y los estereotipos juegan un importante papel a la hora de identificar a una persona por parte de la policía.

Leer más: http://blogs.infolibre.es/alrevesyalderecho/?p=5883

Leer el informe completo (83 páginas): Lucha contra el sesgo inconsciente hacia las personas de etnia gitana en el sistema de justicia penal.