Juan Vázquez y Ángel Jiménez, primeros karatecas gitanos con cinturón negro

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Juan y Ángel, primero y quinto por la izquierda, en la recepción en la alcaldía (Toni Gudiel; El Periódico de Extremadura)

Juan Vázquez Vargas y Ángel Jiménez Silva, de 53 y 54 años, respectivamente, ambos vecinos de Plasencia (Cáceres), se han convertido en los primeros deportistas de etnia gitana en conseguir el cinturón negro de kárate, tras cinco años de “duro” entrenamiento.

Juan y Ángel, acompañados por su entrenador, Antonio Martín, del gimnasio Shotokan Ryu, y del presidente de la Federación Extremeña de Kárate, Daniel Timón, han sido recibidos por el alcalde de la capital del Jerte, Fernando Pizarro, que ha puesto de manifiesto la “agradable sorpresa” que le han dado estos dos conocidos vecinos.

Daniel Timón ha señalado que lo conseguido por los dos deportistas es realmente un hecho histórico “ya que son los primeros gitanos en conseguir un cinturón negro en Extremadura y, seguramente, en toda España”.

En este sentido, ha asegurado que resulta un “orgullo tremendo” que dos deportistas de la Federación Extremeña de Kárate “hayan conseguido este hito, que pone de manifiesto que el que quiere, puede”, ha apuntado.

Por su parte, el entrenador de Juan y Ángel ha indicado que ambos llegaron “fatal” desde el punto de vista físico y muy negativos en cuanto a sus posibilidades reales de avanzar en la práctica del kárate. “Y después de cinco años de duro trabajo, a razón de ocho horas semanales, y convertirse en unos alumnos más, podemos decir que han hecho historia gracias a su esfuerzo, ganas e ilusión”, ha afirmado.

Antonio Martín ha dejado claro que “nadie les ha regalado nada” y que para conseguir el cinturón negro han tenido que pasar por el mismo tribunal nacional que el resto de alumnos. Por su parte, los dos protagonistas han explicado que al principio asistían a entrenar a escondidas de familiares y amigos “sobre todo por el qué dirán, ya que al principio nos tachaban de locos”, ha apuntado Juan. Tanto es así que hasta pasados los tres primeros años no adquirieron sus kimonos blancos ni se federaron.

“Estamos muy contentos porque hemos demostrado que no hay nada imposible. Todo esto nos ha aportado mucho bueno. Yo sin ir más lejos he perdido diez kilos de peso; además, el gimnasio era como una familia y por eso hemos estado muy a gusto”, ha agregado Ángel.

De cara al futuro, tanto Juan como Ángel han expresado su deseo de poder participar en el próximo campeonato de Extremadura de kárate para veteranos. “Ese va a ser nuestro nuevo reto”, han concluido.