Me gustaría preguntar al joven cantaor toledano Israel Fernández por su intención real al recrear la ópera flamenca para esta veterana Suma Flamenca, en esta edición dedicada «Al sur del sur». Dicho de otra forma, recrear un periodo que se desarrolló entre 1920 y 1955, conocido por razones de minimizar impuestos, como Ópera Flamenca. Y que al decir de algunos ni fue ópera ni fue flamenco.
Quizá fue una etapa necesaria para sacar al flamenco de los patios de vecinos, los cortijos, las ventas y los colmaos locales, sobre todo en la Baja Andalucía. Los cafés cantantes, plazas de toros y teatros se poblaron de espectáculos de varietés, entre los cuales se coló el flamenco más festero y la copla aflamencada. El mismísimo Silverio Franconetti abrió el primer café cantante de Sevilla. El cante jondo siempre estuvo desterrado de la ópera flamenca, salvo contadísimas excepciones.
(…) No es casual que la ópera flamenca tuviera su fin en 1955, justo cuando empezaban a aparecer los tablaos flamencos, que dieron trabajo y categoría artística y profesional a grandes artistas. (…)
Por eso me repregunto, ¿qué nos está queriendo decir Israel Fernández con esta resurrección de la Ópera Flamenca? ¿Es una reivindicación o una indagación de memoria histórica? Israel Fernández volvió a demostrar su categoría como cantaor, tiene una voz de potencia envidiable y se nota que trabaja mucho su técnica vocal aplicada a los registros melódicos y armónicos flamencos. No podía estar mejor acompañado que por la guitarra jerezana y santiaguera de Diego del Morao, heredero de una saga de guitarristas, cuyo patriarca, Manuel del Morao aún sigue entre nosotros. Hizo guiños a la memoria de su padre Moraíto Chico. Tocó unas falsetas increíbles, creó pequeños conciertos entre tercio y tercio. Tuvo tanto protagonismo como el cantaor, para enriquecimiento del concierto.
PUBLICADO EN: https://aqui.madrid/israel-fernandez-resucita-la-opera-flamenca-en-los-teatros-del-canal/