Han sido los “humoristas de mal gusto”, Jair Domínguez y Peyu que presentan un programa titulado “Bricohéroes” quienes han dicho: “Parece una rueda de carro del escudo gitano. Ahora ponemos esto aquí en la entrada y ya no nos entrarán a robar. Y es que si no le pones esto, te lo roban, eh, ellos”.
Como es natural la reacción de los gitanos en Cataluña no se ha hecho esperar y ha sido el presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC), Simón Montero quien ha dirigido una carta a Núria Llorach i Boladeras; presidenta de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, en la que, entre otras cosas dice lo siguiente:
“Más allá de los códigos, manuales deontológicos e incluso el mal gusto a la hora de crear expresiones humorísticas dentro del programa, lo más sangrante para nosotros es la generalización de todo un pueblo, el pueblo gitano, y su categorización como ladrones. En Cataluña vivimos aproximadamente 100.000 personas gitanas que han sido acusadas de ladrones de forma gratuita y deshonesta en el programa.”
Simón Montero es contundente cuando afirma que “Luchamos para que esa parte de la sociedad que no nos conoce, pueda saber de nosotros. (…) Y lamentamos profundamente que una corporación pública (…) apueste por este tipo de “hacer reir”, una forma de humor del siglo pasado, nada respetuosa con las personas, basada en prejuicios y estereotipos que no ayudan a fomentar un espíritu de convivencia en el país”.