Hay que destacar la valentía de las mujeres árabes y gitanas que viven en la Cañada Real y que han salido a diario a la calle «a decirle a la sociedad madrileña» que les están «apagando».
Los vecinos de la Cañada Real Galiana se han despedido de 2021 a oscuras, al igual que hicieron en 2020, pues se cumplen 457 días desde que el sector V y VI se quedaron sin suministro eléctrico; y, de cara a 2022, aseguran que no se van a rendir.
Cerca de 4.000 vecinos y vecinas de la Cañada Real que llevan más de un año sin luz, 1.813 de ellos niños y niñas, se han enfrentado este año no solo a la falta de electricidad, sino también al segundo año de pandemia y a una nevada histórica como fue Filomena, el pasado mes de enero.
A lo largo del pasado año, los vecinos de la Cañada Real no han parado de denunciar su situación ante la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y de Rivas y ante el Gobierno de España, a través del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil; y se han manifestado al grito de ‘Luz para la Cañada’ ante las distintas administraciones y empresas implicadas como la Asamblea de Madrid o la sede de Naturgy, compañía que suministra el servicio en la zona.
En esta línea, el pasado mes de octubre constituyeron la Plataforma Cívica de Apoyo a la Luz en Cañada Real, integrada por más de 50 organizaciones de la sociedad civil junto con las asociaciones vecinales de Cañada Real, desde la que han exigido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una solución «urgente».
Pero mientras tanto, en la Cañada Real Galiana han terminado el año y han comenzado el 2022 sin luz y con frío, y con un habitante más, Gabriel, que nació en Nochebuena. Con este pequeño, ya son 1.813 los niños y niñas sin luz en la Cañada Real a la espera de una solución. Sin embargo, las mujeres de la Cañada Real no se desmoralizan y aseguran que seguirán luchando porque, mientras no llegue la electricidad a sus casas, ellas son «la luz de Cañada».