Los investigadores han contado, entre otros, con la colaboración de Ricardo Hernández y Ana Sainz, de la Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra Gaz Kaló
Alrededor del 64% del alumnado gitano no completan sus estudios obligatorios en España, y muy pocos llegan a niveles superiores. ¿Se trabaja realmente desde un enfoque de educación intercultural? ¿Se pueden mejorar las prácticas educativas para generar inclusión? ¿Cuáles son las prácticas, validadas por la investigación, para mejorar la situación del alumnado gitano? La obra Juventud gitana: retos para su inclusión educativa y social en su transición a la vida adulta, dirigida a profesionales del ámbito socioeducativo, trata de dar respuesta, a través de 5 capítulos, a estas cuestiones.
Esta publicación es el resultado de un proyecto de investigación iniciado en 2016 titulado “La transición a la vida adulta de jóvenes de la comunidad gitana en Navarra”. Un proyecto en el que han participado las profesoras de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra Araceli Arellano, Sarah Carrica-Ochoa, Feli Peralta, Charo Repáraz y María Ángeles Sotés.
En esta investigación se analizó la falta de oportunidades para finalizar los estudios obligatorios y para continuar con su formación a las que se enfrentan los jóvenes de entre 11 y 18 años de la comunidad gitana en Navarra. “Los jóvenes gitanos experimentan procesos de transición a la vida adulta diferentes, desde el punto de vista personal, social y familiar. Necesitamos comprender mejor cómo se entiende dicha etapa desde las familias para así poder proponer herramientas que tengan un verdadero significado”, explica Araceli Arellano, investigadora principal.
Las investigadoras apuestan por “el acompañamiento y la formación de los jóvenes en habilidades personales para mejorar su presencia y participación tanto en la trayectoria educativa formal como en los diferentes espacios sociales y comunitarios” como medida para reducir la tasa de abandonos entre estos jóvenes.