¿Periodistas contra el racismo? 2012

Con el presente informe, que valora el tratamiento que ha recibido la comunidad gitana en la prensa escrita española durante el año 2012, llegamos a la décima edición de ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano. Diez estudios como el que presentamos en este volumen son suficientes para llegar a la siguiente conclusión: la prensa española no ha aprendido todavía a tratar con imparcialidad a la comunidad gitana. Para demostrarlo, hemos analizado una vez más las noticias sobre gitanos aparecidas en cientos de periódicos y portales de noticias durante 2012 para ofrecer los datos científicos que avalan la afirmación anteriormente expuesta.

Los medios de comunicación tienen un enorme poder en la conformación de la opinión pública. De ello sabemos mucho los miembros de la comunidad gitana, que históricamente hemos visto cómo la prensa ha jugado un papel con más oscuros que claros en el tipo de tratamiento sesgado y prejuicioso que, en términos generales, nos ha dado.

Aunque no sería justo ni cierto generalizar y tachar a todos los periodistas de irresponsables, sí que es verdad que el camino para “normalizar” la visión que los medios de comunicación dan de la comunidad gitana aún dista mucho de llegar a su fin. Desde Unión Romaní creemos que, por poner el ejemplo contra el que más combatimos y que justifica merecidamente la publicación de este informe, mientras los medios continúen añadiendo la palabra gitano a los titulares de las informaciones que suceden en contextos peyorativos, la imagen social del Pueblo Gitano seguirá ligada a la delincuencia y a la marginación con que tan a menudo se le asocia. Y éste es solo un ejemplo de tantos.

El gitano ha sido siempre un pueblo que ha recibido una imagen muy parcial en los medios de comunicación por ignorancia o desconocimiento, pero también, por qué no decirlo, por discriminación y racismo. El poder del “amarillismo” tiene cuotas insospechadas en las redacciones que hablan sobre gitanos, cosa que sería impensable a la hora de abordar a otras minorías étnicas. Sin embargo, parece que cuando la noticia versa sobre la comunidad gitana, todo está permitido. La generalización, la falta de contraste con fuentes gitanas, la ausencia de contextualización de la información, la abundancia de tópicos y estereotipos… Todo ello forma una amalgama informativa que impacta profundamente en el lector, en el telespectador o en el oyente, propiciando que éste desarrolle una aversión hacia lo gitano y profundizando en el desconocimiento con el que se nos trata desde tiempos remotos.

Los profesionales de la comunicación son totalmente conscientes del tremendo poder que ejercen en la opinión pública. Por ello, deberían asumir la responsabilidad que tienen para con la sociedad y propiciar la convivencia y la veracidad en sus informaciones. Sin embargo, esta idílica imagen de unos periodistas comprometidos con la imparcialidad está todavía totalmente alejada de la realidad. Por ello, a través de informes como éste, pretendemos hacer un llamamiento a profesionales, académicos y futuros periodistas para que tomen partido en la lucha contra los prejuicios y el racismo.

Es importante poner de relieve que año a año, estudio tras estudio, nuestro trabajo ha ido calando en los profesionales, ya que los datos nos revelan que los periodistas cada vez tratan con más  neutralidad las informaciones sobre gitanos. Pero no es suficiente, porque con un solo titular dañino y prejuicioso se tira por tierra el esfuerzo que durante años han realizado muchos gitanos desde sus barrios y asociaciones, –apoyados por instituciones públicas y privadas–, para acabar con el racismo, la intolerancia y la discriminación.

Contexto histórico

Cuando un periodista se dispone a informar, debería conocer en profundidad aquello sobre lo que quiere comunicar, porque el desconocimiento conduce inevitablemente al estereotipo y al prejuicio. Desgraciadamente, los ritmos frenéticos que imperan en las redacciones de los medios de comunicación hacen a veces imposible que el periodista esté realmente informado sobre lo que debe escribir. Si añadimos que la información es sobre gitanos, el desconocimiento crece exponencialmente, y son los tópicos los que adquieren protagonismo en el texto final que llega a las manos del lector, acrecentando el desconocimiento y la ignorancia hacia la cultura rromà.

¿Cómo acabar con este desconocimiento? Desde Unión Romaní creemos firmemente que la educación de los periodistas respecto a nuestra cultura debería empezar en las aulas de las Facultades de Comunicación. Es por ello que una de las accionesmás importantes de este proyecto es la de dar charlas a los futuros periodistas. En estos encuentros se presenta este informe, pero también se ofrece mucha información acerca de los gitanos. ¿Quiénes somos realmente? ¿De dónde procedemos?  ¿Cuáles son nuestros rasgos culturales? ¿Cuántos somos? Intentaremos en este apartado dar respuesta a algunas de estas preguntas para que la persona que tenga este estudio en las manos empiece a conocer, si es que todavía no lo ha hecho, al Pueblo Gitano.

Para muchos ciudadanos españoles es toda una sorpresa descubrir que los gitanos no somos originarios de Europa del Este, como mucha gente cree, sino de mucho más lejos. Aunque todavía hoy no se puede afirmar a ciencia cierta la exactitud de la procedencia de la comunidad rromà, la mayoría de los investigadores y expertos sobre el tema coinciden en que los gitanos provienen del Punjab, una región situada en el noroeste de la India y que hace frontera con Pakistán. Por motivos que todavía no resultan del todo claros, aunque los científicos apuntan a las invasiones que asolaban a la India, nuestros antepasados dejaron sus tierras alrededor del siglo IX y emprendieron una peregrinación a través de Asia que duró cientos de años.

Es a principios del siglo XIV que se encuentran las primeras evidencias de la llegada de los gitanos al continente europeo, exactamente a Grecia. Y desde allí, siguieron camino por diferentes países europeos, asentándose en muchos de ellos. Aunque la dispersión de los gitanos en Europa fue muy grande y llegó a los cuatro puntos cardinales, los rromà no perdieron sus costumbres, aunque fueron adoptando nuevas tradiciones de las sociedades con las que convivían. Uno de los signos más evidentes de la conservación de nuestra cultura es el rromanò, el idioma que hablan la mayoría de los gitanos en toda Europa,salvo en algunos países, entre los que se encuentran España y Portugal, en los que el idioma gitano se perdió por culpa de las persecuciones a las que se vieron sometidos los rromà.

Hoy en día, la comunidad gitana está formada por más de 14 millones de personas. Diez de ellos viven repartidos por toda Europa. Según las estimaciones Rumanía, Bulgaria, Hungría y España son los países con más población rrom. Los otros cuatro millones de gitanos viven en América, dos millones en Norteamérica y otros dos en Sudamérica. En Asia también se encuentra población gitana en regiones de Turquía, Palestina, o el Kurdistán, aunque el número de los habitantes de estas comunidades es muy reducido.

Los gitanos en España

Hasta el año 1425 no hay evidencias de la presencia de gitanos en España. Ese año, el monarca Juan II de Aragón otorgó un salvoconducto a Juan y Tomás, que se hacían llamar “Condes de Egipto Menor”, para cruzar la Península Ibérica en peregrinación a Santiago de Compostela con el séquito de personas que les acompañaban. De su título de “Condes de Egipto” deriva la palabra gitano (de egiptiano) y el pensamiento errado de que la comunidad gitana procedía de Egipto, que perduró durante siglos.

La llegada a España de los gitanos estuvo desde el inicio marcada por las persecuciones y estigmatizaciones de todo tipo, que les prohibieron su estilo de vida su estilo de vida, sus ropas e incluso su idioma. Un claro ejemplo de la caza sistemática a la que se vieron sometidos los rromà es la Pragmática de Medina del Campo, promulgada por los Reyes Católicos en 1499 y por la cual se daba amparo legal a la encarcelación y captura de los gitanos, aunque no hubiesen cometido ningún crimen. Esta pragmática fue solo el inicio de una serie de leyes de acecho y acoso contra los gitanos, que los convirtieron en una de las comunidades más perseguidas de la historia española desde tiempos remotos.

Hasta muchos siglos después, durante la Transición Española, no se abolieron algunas leyes que daban claros poderes a las fuerzas del orden para detener a los gitanos sin más razón que su pertenencia a esta etnia.
A causa de la historia de estigmatización que hemos vivido los gitanos en este país, sin olvidar por supuesto que en el resto de Europa nuestros hermanos padecieron vicisitudes similares, siendo el Porrajmos, nuestro Holocausto, la mayor de ellas y en la que se calcula que murieron medio millón de gitanos, se puede comprender mucho mejor la marginación histórica y la exclusión social con la que nuestra gente se enfrenta todavía en la actualidad.

A pesar de ello, los avances en inclusión social han sido enormes, y somos conscientes de que la comunidad gitana española goza hoy en día de una calidad de vida que hace años era impensable. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. Los gitanos seguimos ocupando los últimos puestos en la escala social de España, nuestras tasas de desempleo son las más altas, las de mortalidad infantil doblan a la media, y todavía muchos de ellos viven en infraviviendas. Es por ello que los 600.000 gitanos españoles –un 0,2% del total de la población– seguimos reclamando la atención de las administraciones para acabar con estas escandalosas cifras.

Metodología

Este informe sigue una metodología rigurosa y totalmente preestablecida para extraer unos datos que se rigen por los cánones científicos de la estadística, siendo concientes de que el nivel de material investigado es enorme. En esta edición, los textos analizados han alcanzado la cifra de 1947 redacciones, por lo que la muestra analizada es garante de la objetividad académica que nuestro estudio persigue.

Para que las personas que tengan este informe en las manos entiendan perfectamente qué datos son los que hemos analizado y contabilizado para ofrecer porcentajes y estadísticas, ofrecemos a continuación un resumen de los elementos que se han tenido en cuenta durante la investigación:

Datos generales: incluyen el nombre de la publicación, la localidad donde se edita, la provincia y la comunidad autónoma a la que pertenece. También se anota la fecha de difusión de la información, su titular y el autor si lo tuviese, o la agencia de información que la divulgó.

Modalidad del texto: si la redacción analizada responde a criterios informativos o de opinión.

Género periodístico del texto: noticia, reportaje, artículo, crítica, entrevista, cartas al director, fotonoticia, editorial o tira cómica.

Elementos gráficos de los que se acompaña el texto: fotografías, gráfico o dibujos.

Fuentes de la información: en este apartado se analiza si los escritos fueron contrastados con el testimonio de los propios gitanos.

Tema al que hace referencia la redacción investigada: agresiones, asesinatos, asociacionismo, cárceles, conflictos, convivencia, cultura gitana, cursos y talleres, delincuencia, drogas, economía, educación, estudios, formación, homicidios, infancia y juventud, jornadas, justicia, lengua, ley gitana, medios de comunicación, mujer, mundo cultural, música y danza, policía, política, programas, religión, sanidad e higiene, sociedad, sucesos, trabajo, venta ambulante, o vivienda. Es importante señalar que un mismo texto se pudo incluir en más de un tema.

Portada: si la información apareció en la primera página del medio de comunicación.

Extensión de la información según su tamaño: referencia, breve, media página o página entera o más.

Valoración de los textos para determinar el tratamiento que dieron los periodistas a sus escritos sobre gitanos: sin duda alguna, éste es el apartado más relevante y concluyente de nuestro estudio, ya que en él se estima si los periodistas han tratado de forma negativa, positiva o neutra a los gitanos. Conviene aclarar que esta valoración no se hace de la información en sí, si no de cómo el periodista presenta esta información, y si su comunicación contiene elementos peyorativos o favorables, o por el contrario, tiende a la objetividad, que es lo que pedimos. Este trabajo de investigación lo han llevado a cabo un grupo de gitanos porque comprendemos que nosotros mismos somos los que mejor podemos decidir si un texto nos afecta negativa o positivamente.

Para establecer un criterio de valoración general y para que este grupo investigador pudiese basar su visión en términos periodísticos, hemos recurrido a cuatro puntos en los que se fundamentan los códigos deontológicos del periodismo en cuanto al tratamiento de las minorías étnicas.

– No incluir el grupo étnico, color de piel, religión o cultura si no es estrictamente necesario para comprender la noticia.

– Evitar las generalizaciones y la simplificación, para no caer en el estereotipo.

– No potenciar aspectos negativos ni sensacionalistas de las informaciones y evitar así el morbo periodístico.

– Buscar fuentes de información para contrastar las noticias, especialmente las institucionales, y potenciar las informaciones que provienen de las propias minorías.

Precedentes

El primer volumen de ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano analizó las informaciones que aparecieron en la prensa entre los años 1995 y 1996. Este proyecto nació con la convicción de denunciar que los medios de comunicación pueden generar, y generan de hecho, actitudes racistas que empeoran radicalmente la convivencia entre los gitanos y el resto de la sociedad.

Desde entonces y hasta el presente estudio, que es el décimo, ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano aún tiene vigencia porque los medios de comunicación no han puesto punto y final a sus actitudes más discriminatorias, y por lo tanto, creemos necesario que esta publicación siga denunciando el daño que puede hacer un mal titular, por poner un ejemplo.

Para dar una visión global de los datos obtenidos en los anteriores volúmenes, ofrecemos a continuación un resumen general de cada uno de los años investigados.

Año 1995-1996

El primer tomo de ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano recogió la valoración y el análisis de 7.430 textos en total. Su valoración arrojó las siguientes cifras: el 31,10% de las redacciones valoradas fueron catalogadas como negativas. Las positivas representaron el 61,15% del total, mientras que las neutras alcanzaron el 7,75% de los casos.

Por comunidades, Extremadura fue la que más informaciones positivas publicó. En el lado contrario, encontramos a Baleares, mientras que los periodistas del País Vasco fueron los más neutros a la hora de abordar las redacciones sobre los gitanos.

En cuanto a la cantidad de textos publicados, Madrid y Andalucía, en primer y segundo lugar respectivamente, fueron las comunidades que más redacciones difundieron. En el lado opuesto de la tabla se situó Canarias.
Los temas que generaron más interés en los periodistas durante aquel periodo de tiempo fueron por orden, cultura, vivienda, convivencia y asociacionismo. Es destacable que tanto vivienda como convivencia recibieran un tratamiento negativo. Lengua y ley gitana fueron los temas menos tratados.

Año 1997

El 60,55% de las 3.669 redacciones que se analizaron durante el año 1997 fueron neutrales, mientras que los textos negativos y los positivos representaron el 21,19% y el 18,24%, respectivamente. Tal como había sucedido el año anterior, Extremadura volvió a ser la comunidad donde mejor se trató a los gitanos, mientras que en el lado contrario se situó Cantabria.

La comunidad autónoma donde más redacciones se publicaron fue Andalucía, seguida de Madrid y Cataluña. Durante aquel año, La Rioja fue la región donde menos textos se divulgaron.

Los temas más tratados entonces fueron folclore, convivencia, vivienda y cultura. Venta ambulante, estudios y cárceles fueron los que menos espacio generaron.

Año 1998-1999

Para este estudio, que comprendió dos años de información, se analizaron un total de 7.286 textos, de los que el 59,85% se trataron de forma neutra. Los escritos positivos alcanzaron el 22,35% y los negativos el 17,80%. Madrid, Andalucía y Cataluña, en este orden, fueron las comunidades donde más redacciones se publicaron. En cuanto a la valoración por autonomías, fueron los periodistas aragoneses los que dieron un mejor trato a los gitanos, mientras que los de Baleares destacaron por lo contrario.

El tema más tratado durante ambos años fue el de convivencia. Un dato relevante que se recogió por primera vez en este estudio es el del contraste de la información con los propios gitanos. Durante aquel periodo de tiempo, solo en el 13% de los textos los periodistas acudieron a los gitanos para contrastar la información.

Año 2000-2001

Durante estos dos años se analizaron 7.991 escritos relacionados con gitanos. Esta vez, las autonomías que  más textos publicaron fueron Andalucía, Cataluña y Castilla y León. En cuanto a la valoración, cabe destacar que la neutralidad predominó en ambos años, alcanzando el 77% y el 78% respectivamente. Los textos negativos representaron el 9,25% en 2000 y el 17,46% en 2001, mientras que los positivos supusieron el 12,19% (2000) y el 5,33% (2001).

En el año 2000, las redacciones positivas obtuvieron su máximo porcentaje en Melilla, mientras que las negativas destacaron en Murcia y las neutras en Cantabria. En el año 2001, y en este mismo orden, destacaron Baleares, Galicia y Navarra.

El porcentaje de utilización de las fuentes gitanas fue muy bajo: sólo en el 15% de los casos se recurrió a los gitanos. En cuanto a los temas, el resultado muestra que fueron convivencia y asociacionismo los más tratados.

Año 2002

En el año 2002, nuestra investigación analizó un total de 3.794 informaciones. Esta vez, de nuevo fueron Andalucía, Cataluña y Madrid las comunidades donde más textos se publicaron sobre gitanos. En el lado contrario, se situaron La Rioja y Cantabria.

La negatividad alcanzó el 18,89% del total. Los textos positivos representaron el 8,01%, mientras que la neutralidad fue bastante alta, con un 73,12% del total, siendo en Castilla-La Mancha donde este índice fue más elevado. En Extremadura se tendió a las redacciones favorables, mientras que los textos negativos imperaron en los medios de Canarias y País Vasco, donde la mitad de los escritos publicados fueron de esta forma catalogados.
Las fuentes gitanas no se consultaron en el 84,61% de los casos, y los temas más tratados fueron convivencia y asociacionismo de nuevo.

Año 2007

En total, este año se analizaron 2.844 textos, la mayoría de los cuales procedía de Andalucía, seguida de Madrid y Galicia. En Ceuta, por el contrario, fue donde menos información sobre gitanos se publicó.

En general, el tratamiento que recibieron los gitanos en ese periodo de tiempo fue bastante neutro, con un 69,30% del total. Los textos positivos supusieron el 18,25% mientras que los negativos alcanzaron el 12,45%. Si atendemos a la valoración de las comunidades, destacaron Baleares, Castilla-La Mancha y Ceuta en las redacciones negativas, positivas y neutras, respectivamente.

En 2002, la consulta de las fuentes gitanas alcanzó el 26,97% del total, situándose este porcentaje como uno de los más altos registrados. Los temas más tratados fueron venta ambulante y vivienda.

Año 2008-2009

Las informaciones estudiadas en estos años ascendieron a 7.733. Madrid, Andalucía y Galicia fueron las comunidades donde más textos se publicaron. En el lado contrario encontramos a Ceuta y Melilla.

Esta vez, la prensa española alcanzó un 75,36% de neutralidad en sus escritos, mientras que los textos negativos y positivos representaron el 11,73% y el 12,91% respectivamente. Comunidad Valenciana y Baleares fueron las autonomías donde destacó el tratamiento desfavorable.

La consulta de las fuentes gitanas volvió a obtener un porcentaje muy reducido: solo se contó con los gitanos a la hora de elaborar las informaciones en el 9,51% de los casos. Los temas más tratados fueron conflictos y vivienda.

Año 2010

La cantidad de las noticias analizadas ascendió a 3.018, mientras que las comunidades que más textos publicaron volvieron a ser Madrid, Andalucía y Galicia.

La neutralidad bajó relativamente hasta un 65,28%, mientras que los textos negativos aumentaron hasta el 14,91% del total. Los escritos positivos también ascendieron al 19,81%, siendo los periodistas andaluces los que más porcentaje favorables dieron a sus redacciones. Los de Canarias destacaron en neutralidad, mientras que los de la Comunidad Valenciana lo hicieron en cuanto a la negatividad.

El porcentaje de la consulta de las fuentes gitanas sufrió un acusado descenso, convirtiendo este dato en uno de los más deplorables que hayamos obtenido en todos los años, y es que apenas el 2,20% de los periodistas acudió a las fuentes gitanas a la hora de redactar las informaciones sobre nosotros.

Los temas más tratados esta vez fueron sociedad, convivencia y política.

Año 2011

En nuestro anterior estudio, los textos que investigamos fueron 3.005, de los cuales el 10,18% se trataron de forma negativa. Éste fue un buen dato, ya que es una de las cifras más bajas que se han registrado. La neutralidad se situó en el 68,59%, mientras que en las redacciones positivas el porcentaje alcanzó el 21,23%.

En cuanto a la distribución autonómica, Madrid y Andalucía fueron las comunidades donde más información sobre gitanos se registró, empatando en cuanto al número de textos divulgados. En segunda posición se situó Galicia, que también fue la que más redacciones desfavorables publicó. La neutralidad dominó en Canarias y Cantabria, y los textos positivos destacaron en Castilla y León y Extremadura.

La consulta de las fuentes ascendió mucho, si la comparamos con el ínfimo dato de 2010. Concretamente, los periodistas contrastaron la información en el 30,18% de los casos. Sociedad y política fueron los temas más tratados durante 2011.