“Quiero informar a todos los gitanos/rumanos: los radares de la DGT tienen 2 kilos de cobre. Ahí lo dejo”, era el comentario racista que escribió este domingo en la red social Facebook María José Castaño, una de los dos únicos concejales con los que cuenta el PSOE-A en el municipio sevillano de Marinaleda, gobernado con mayoría absoluta por Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de la localidad desde 1979.
Las reacciones de las entidades que trabajan por la integración del pueblo gitano y contra el racismo no se han hecho esperar. Ververipen, colectivo de personas gitanas que luchan por el respeto a la diversidad y frente al antigitanismo en toda España, ha criticado el “gracejo” de la edil socialista que consideran está “poseído por el espíritu de Hitler”.
Desde FAKALI, Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas y Universitarias, han expresado enérgicamente su rechazo a las palabras de la concejala socialista. “Es inadmisible. Mucho más viniendo de un cargo público”, ha escrito el colectivo de mujeres gitanas en Twitter, donde han afirmado que han exigido “formalmente” al PSOE de Sevilla, cuya secretaria general es Verónica Pérez, la rectificación y disculpa de la edil en el Ayuntamiento de Marinaleda.
En caso de no producirse la rectificación, la entidad solicitará la “dimisión” de la señora Castaño. Beatriz Carrillo, presidenta de FAKALI y vicepresidenta del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, ha escrito un tuit en el que afirma que “una impresentable no puede representar un cargo público ni una racista puede ser socialista”, seguido de la etiqueta “dimisión”.
Expulsión del PSOE
Por su parte, el PSOE de Sevilla ha tomado este mismo lunes la decisión de abrir expediente a la edil María José Castaño y pedirle que entregue el acta del concejal al partido para que corra la lista electoral y la concejala pueda ser sustituida por el siguiente candidato socialista. En caso de que se niegue a entregar el acta, Castaño debería abandonar el grupo municipal socialista e integrarse en el grupo mixto.