Unión Romaní ha proporcionado durante los meses de septiembre y octubre ayuda alimentaria a familias que se encuentran en exclusión social o riesgo de ella y que además han visto agravada su situación a causa de la Covid-19 y los efectos devastadores que la pandemia ha provocado en sus escasos ingresos.
El programa ha contado con el respaldo financiero del Consejo Social de la Universidad de Sevilla y se ha desarrollado en la capital andaluza y en Dos Hermanas.
El 54,54% de las personas atendidas, tanto gitanas como no gitanas, eran mujeres, y el restante 45,46%, hombres, de edades comprendidas entre los 26 y los 60 años.
Todas han dispuesto de entre 75 y 100 euros, en función de sus circunstancias personales y familiares, para comprar alimentos en supermercados.
El objetivo principal de este proyecto ha sido la mejora de las condiciones de vida de estas personas, duramente golpeadas por la exclusión y la Covid-19. La mayoría de ellas no llega a ingresar 200 euros al mes y el resto no supera los 480.
En lo que respecta a su grado de formación, el 81,81% sólo tiene graduado escolar, ESO o estudios primarios incompletos, pero el 18,19% posee estudios universitarios, lo que pone de manifiesto la variedad de perfiles a los que está afectando esta crisis.
Los técnicos de Unión Romaní llevaron a cabo un estudio socioeconómico de las posibles familias beneficiarias, dando preferencia a aquellas que tenían a sus miembros en desempleo, a las monoparentales y a las que tenían hijos a su cargo, en coordinación con los servicios sociales de Sevilla y Dos Hermanas.
La idea del programa surgió tras detectarse la necesidad de realizar una actividad alimentaria complementaria a las intervenciones ya desarrolladas por nuestra entidad en esas zonas, a raíz del impacto de la Covid-19 en muchos hogares y a través de la financiación de productos de primera necesidad.