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Miles de mujeres gitanas, operadas contra su voluntad para impedir que tengan hijos

Gitanas de Eslovaquia esterilizadas. (WordPress)
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

Lo hicieron los nazis durante la segunda Guerra Mundial. Hombres y mujeres separados en los campos de exterminio para evitar que nacieran más niños gitanos. Pero antes, mucho antes, en 1749, el Marqués de la Ensenada decretó el “O Baró Estardipen” encarcelando a miles de antepasados nuestros, hombres, en las minas de Almadén, o en la Carraca de San Fernando, Cartagena y La Graña (El Ferrol). Las mujeres, junto con sus hijos pequeños, fueron trasladadas a cárceles concretas y a casas de caridad de Málaga, Sevilla, Denia y Ciudad Rodrigo sin olvidar a la Casa de la Misericordia de Zaragoza, que llegaría a albergar a casi un millar de gitanas.

En todas las épocas los gitanos hemos sufrido las más crueles persecuciones que, al final, siempre buscaban nuestro exterminio poniendo en práctica los más crueles procedimientos que empezaron en España con las reatas de hombres encadenados, condenados a remar en las galeras reales hasta su muerte, o con la Santa Inquisición que llevó a tantas mujeres a la hoguera por echar la buena ventura.

Pero esos procedimientos forman parte de la antigüedad. Ahora, los inquisidores de siempre, los gobernantes racistas mal nacidos, los detentadores del poder nazi que existen en nuestras democracias, utilizan métodos más sofisticados, menos aparatosos, pero no menos contundentes. Basta para hacer infecundo y estéril a un ser vivo con córtale las vías por donde pasan los gametos, es decir los óvulos y los espermatozoides. Lo cual es irreversible. A quien le practican esa operación quirúrgica queda sin posibilidad de tener hijos el resto de su vida.

Esta ya es una vieja historia

Vieja, si es que podemos llamar así lo que está siendo objeto de nuestra reivindicación desde hace algo más de 25 años. Recuerdo que en mis encuentros en Estrasburgo con gitanos europeos cuyos países aún no formaban parte de la Unión Europea siempre me manifestaban su dolor por la atrocidad que para ellos representaba haber frustrado sus vidas haciendo imposible tener más hijos.

Es verdad que el genocidio del pueblo gitano tiene su cara más conocida bajo la sombra de la «Solución final«, que era el plan de los nazis para exterminar al pueblo judío. Pero esa política exterminadora no nació por arte de magia en 1942. Durante los diez años anteriores a esa fecha Hitler propició unas políticas nazis que debían culminar con la desaparición de más de seis millones de judíos y medio millón de gitanos en los campos de exterminio establecidos principalmente en Polonia.

Extirpar antes de que salga el grano

La decisión criminal de esterilizar a las gitanas para impedir que nazcan más niños obedece a la locura genocida de unos desalmados adoradores de una raza aria formada por personas de ojos azules, piel clara, pelo rubio, altura destacada y fuerza física ostensible. Para lo cual había que hacer desaparecer todos los obstáculos que pudieran dificultar la existencia de esos seres privilegiados. Una sociedad tan “perfecta” no podía incluir en su seno a seres improductivos. Y empezaron por asesinar entre enero de 1940 y agosto de 1941 a un tercio de los enfermos mentales alemanes. Esto representó para los nazis el banco de pruebas –técnico y político– del genocidio de los judíos y de los gitanos, entre otros.

Quien sabe si Josep Mengele, ―el maldito asesino apodado el “Ángel de la muerte”, médico militar que en los campos de concentración decidía quien debía morir en las cámaras de gas y quienes se los quedaba él para practicar con ellos los más crueles experimentos―, se habría opuesto a la esterilización de las mujeres gitanas porque esto le dejaría sin niños con los que experimentar sus locuras racistas. Mengele quiso convertirse en creador de una nueva raza de niños gemelos. Practicó con los niños experimentos congelándolos o inyectándole los productos provocadores de la malaria o los efectos del gas mostaza. ¡Dios lo tenga ardiendo en lo más profundo del Infierno durante toda la eternidad!

Pero hoy el exterminio no es tan escandaloso. No llevan a los niños reciennacidos a las cámaras de gas. Suecia, por ejemplo, admite que durante los últimos 100 años marginó y esterilizó al pueblo gitano. Efectivamente, Suecia esterilizó, persiguió, arrebató niños y prohibió la entrada en el país a los gitanos… Ana Carbajosa y Miguel Mora han escrito que “estos anuncios no los ha hecho una ONG militante Es el relato del Gobierno conservador sueco, que, en un gesto inédito en Europa, tanto por su honestidad intelectual como por la amplitud del respeto a la verdad, se ha decidido a mirar atrás y a rebuscar en sus archivos más oscuros”.

Las mujeres gitanas lloran por sus hijos no nacidos y los hombres gitanos levantamos la mirada al cielo protestando porque nos han quitado lo mejor, posiblemente lo más valioso, que son nuestros hijos.

Algunos gobiernos han consentido el exterminio del pueblo gitano haciendo que nuestras gitanas no puedan quedarse embarazadas. Pero ese momento ya no se puede consentir. Las mujeres gitanas han perdido el miedo y, sobre todo, ahora tienen una información con la que antes no contaban. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado hace unos años a Eslovaquia a indemnizar con 43.000 euros a una mujer gitana a la que se esterilizó en un hospital público sin que diese su consentimiento.

Impresiona leer los testimonios de centenares, tal vez miles, de mujeres gitanas, jóvenes que se lamentan por su actual situación. Y culpan a los gobiernos, pero sobre todo señalan a los médicos, verdaderos responsables del daño irreparable que estaban causando. Gorolova es una gitana checa que ahora está bien informada. Por eso ahora dice que “Podría haberme negado y no me habría ocurrido nada, a pesar de ser gitana. Las gitanas nunca hemos sabido a lo que teníamos derecho. Desconocíamos adónde ir, a quién podríamos contárselo. Sólo temíamos la reacción de los doctores”.

Hoy, en el Día de la Mujer, clamamos porque un rayo de esperanza ilumine la vida de la mujer gitana, tabernáculo sagrado de nuestra cultura.

Joven ajedrecista gitana, de 11 años, rompe estereotipos y destaca en Eslovaquia

Agáta Berkova ante un tablero de ajedrez

Berkova es originaria de la ciudad eslovaca de Poltár, con cerca de seis mil habitantes, cerca de la frontera húngara. Cuenta con una calificación de 1100 puntos Elo y juega ya en liga de adultos. Ha ganado el campeonato de Eslovaquia en la categoría femenina sub-8 y fue quinta de Europa.

Fue entrenada desde los seis años por su padre, Milan Berko, de 41 años, quien forma parte del equipo de ajedrez ‘Hrochot jezdci’ (Los jinetes de hipopótamo) y que lo aprendió, a su vez, a los veinticinco años, de un primo.

«Cuando los niños empezaron a jugar al ajedrez, después de medio año, me di cuenta de que estaban mirando al mundo y a su propio futuro con otros ojos. Cada niño terminó la escuela secundaria» explicó, añadiendo que tener buenas notas era una condición para participar.

De repente unos romaníes llegan a los torneos y los asistentes no están acostumbrados. Cuando aparecimos en la puerta, debías haber visto cómo se giraban las cabezas hacia nosotros. Incluso vi mujeres agarrando sus bolsos y comprobando que no les faltaba nada. Fue desagradable», señala Berko sobre su primera experiencia competitiva.

Agáta acompañó a su padre al campeonatos por Eslovaquia, y aunque no fue a Moscú, jugó en unas simultáneas contra el ex campeón mundial, Anatoli Karpov, obteniendo unas tablas, al igual que frente al campeón canadiense, Tomas Krnan.

Además, cuenta la anécdota que cuando jugó en un torneo ante un adulto que tenía una clasificación muy alta, cercana a los 1800 Elo, cuando se dio cuenta que estaba perdiendo contra una chica y gitana, tiró las piezas con rabia.

Agáta espera seguir su educación además de seguir con el ajedrez: «me gustaría convertirme en abogada o en científica para inventar una cura para mis hermanos que sufren de autismo».

Los niños romaníes están segregados en las escuelas. Según una encuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de 2012, alrededor del 43 por ciento de los romaníes en las escuelas ordinarias asistían a clases de segregación étnica. El Centro Europeo de Derechos de los Romaníes (ERRC) considera que la situación en Eslovaquia es una de las peores de Europa.

https://periodistas-es.com/joven-ajedrecista-romani-rompe-estereotipos-y-destaca-en-eslovaquia-149668

“Despierta” colabora con Nakera Romi reparando su sede en La Línea

El miércoles 3 de marzo, Coordinadora Despierta y la asociación de mujeres gitanas Nakera Romi iniciaron una nueva colaboración en beneficio del barrio de Los Junquillos, realizando reparaciones en la sede de la asociación. Este reacondicionamiento son prácticas dentro del taller prelaboral de auxiliar de mantenimiento polivalente.

Nakera Romi es una asociación gitana de larga trayectoria en La Línea cuya labor permite vertebrar socialmente el barrio de Los Junquillos. De ahí que las mejoras desarrolladas en su sede, que venía de estar muy degradada en los últimos años, ayuden a la convivencia vecinal y formen parte del plan local de intervención en zonas desfavorecidas que coordina el Ayuntamiento de La Línea. 

Esta senda de colaboración entre Despierta y Nakera Romi, que cuenta con el respaldo de la concejalía de Asuntos Sociales, se mantendrá en el tiempo, con nuevos días de reparaciones en la asociación gitana, y confiamos que ayude a consolidar y desarrollar el tejido social de Los Junquillos. 

Asociación de mujeres gitanas “Naquera romí”

Despierta participa con el programa “Junquillos Integra” en la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social (ERACIS), subvencionado por el Fondo Social Europeo y la Junta de Andalucía. Su propósito fundamental es mejorar la empleabilidad en zonas desfavorecidas, donde la entidad cuenta con una experiencia de 30 años que la avalan. Los destinatarios del proyecto son personas sin formación, experiencia laboral ni recursos como para entrar en la búsqueda activa de empleo. El programa busca empoderar a las personas, potenciando tanto sus capacidades como su autoestima para enfrentar en un futuro cercano la inserción laboral. La intervención se da en tres áreas diferentes: el incentivo de los talleres prelaborales y la orientación, los talleres socio sanitarios para cubrir problemáticas asociadas a la población en exclusión: drogodependencias y adicciones varias, y el acompañamiento en continuar formaciones. Una atención integral para dar herramientas con las que labrarse un futuro a decenas de personas.

https://andaluciainformacion.es/campo-de-gibraltar/955425/coordinadora-despierta-colabora-con-nakera-romi-reparando-su-sede-en-la-linea/

La violencia sangrienta en algunas calles de Barcelona

Golpean a un turista para robarle el reloj
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

Una vez más confieso que estoy desbordado. ¿Qué está pasando en España, en Barcelona y en el barrio del Raval donde tiene establecida su sede nacional la Unión Romaní?

Ayer, sobre las dos y media de la tarde, salía yo de un pequeño restaurante donde por nueve euros te dan un menú casero de rechupete. Doblo la esquina para entrar en la calle San Vicenç y apenas hube avanzado unos diez metros oí una voz de tono agresivo que decía:

¡Cabrón, eres un viejo miserable y te voy a partir la cara!

Como es natural me paré en seco para verlo. Quien así gritaba era un joven de entre 20 y 25 años, desaliñado de aspecto, pero de complexión fuerte. Rápidamente giré la cabeza para localizar al viejo al que se dirigían los insultos y resulta que estaba a mi lado. Intentaba con una torpe maniobra abrir la puerta de la que supongo que era su casa. El hombre llevaba en una mano una bolsa de plástico transparente con algo de fruta y con la otra sostenía un grueso bastón con el que guardaba difícilmente el equilibrio. Tal vez tuviera unos 70 años. Más bien grueso, medio calvo y con aspecto de enfermo o desvalido. Lo cierto es que reaccionó con el mismo tono, aunque con menos fuerza en la voz, diciéndole al joven algo así como: “tu eres el culpable… hijo de puta”.

En ese momento la escena cambió por completo. Algo así como si unos negros nubarrones hubieran cubierto el cielo presagiando la tormenta que se avecinaba. El joven dio una carrera hasta el viejo y se plantó delante de él a un palmo de su cara. Lo que se dijeron es irreproducible y casi no viene a cuento. Lo cierto es que el joven subía el tono de sus amenazas mientras que el viejo se arrugaba.

En ese momento creí que debía intervenir. Miré a un lado y a otro de la calle San Vicenç y no vi a nadie cerca. Tan solo en la esquina más próxima, a unos 20 metros, un grupito de personas contemplaba la escena. Me acerqué a los que se insultaban y dirigiéndome al joven le dije con firmeza:

¡Ya está, hombre, déjalo! ¿No ves que es una persona mayor y que además está cojo? ¡Venga, muchacho, no hagas caso de lo que te haya dicho! ―me dirigió una mirada amenazadora, lo que hizo que me apartara prudentemente de ellos― y en ese momento se abrieron las puertas del infierno. El joven agresor empezó a darle puñetazos en pleno rostro al viejo indefenso hasta hacerlo sangrar.

La bolsa transparente de la fruta cayó al suelo mientras el viejo, apoyado en el quicio de la puerta, trataba de defenderse tapándose la cara con una mano. En la otra sostenía su grueso bastón.

¡Hombre, por Dios, déjalo, déjalo, no le pegues más!, le dije al joven.

En ese momento ambos perdieron el equilibrio y cayeron al suelo. Momento que aprovechó el joven agresor para quitarle el bastón y empezar a golpearle con toda su fuerza en la cabeza. La gente parada en la esquina contemplaba la escena, pero nadie se movía, lo que me movió a gritar desesperadamente:

¡Por favor, que alguien ayude, lo va a matar! ¡Para muchacho, para, que lo estás matando! ¡Para, para!

Fue inútil. El viejo empezó a sangrar por la cabeza, y yo seguí gritando como un loco pidiendo ayuda, hasta que una joven, de la misma edad del agresor, se desprendió del grupo de espectadores y empezó a tirar del joven para separarlo del viejo ya semiinconsciente.

La siguiente secuencia del incidente es casi indescriptible. El joven no quería soltar su presa a la que seguía golpeando al tiempo que intentaba zafarse de la joven que tiraba de él. Al final los tres terminaron en el suelo; el joven, el viejo y la muchacha, revueltos en una escena de violencia inaudita. Sabía que si yo intervenía para separarlos acabaría tirado en el suelo también y cuando me disponía a hacerlo, ¡gracias a Dios! apareció la policía. Alguien debió avisarles.

El joven agresor se incorporó y se fue por la calle colindante. Yo me fui tras él para que la policía lo identificara, pero no fue necesario. Alguien dijo al agente: “Ese es, ese es”. Y lo detuvieron.

El viejo quedó solo, desasistido, desorientado. Le dije que no se moviera que avisaría a la policía para que determinara qué se debía hacer. Y así lo hice.

Tengo muchos años, pero nunca en mi vida había visto a nadie, personalmente, sangrar de esa manera. La cabeza del pobre hombre, golpeada con su propio bastón, era como un balón de futbol que hubiera caído dentro de un cubo de pintura roja.

Vivimos en un clima de violencia creciente

Todas las televisiones nos muestran escenas de una brutalidad cuyo precedente en la historia de nuestro país todos sabemos cómo terminó. La furgoneta de la guardia urbana de Barcelona a la que un manifestante prendió fuego con un policía dentro, es inconcebible. Pero mucho más espeluznante es ver a los manifestantes tirando piedras a la puerta del vehículo para que el guardia municipal no pudiera escapar del coche en llamas.

Jalear la violencia es una expresión que estos días estamos oyendo casi constantemente en el Congreso de los Diputados y en los más diversos medios de comunicación. Unos jalean la violencia como un método para acabar con el orden constitucional y otros reclaman de las fuerzas del orden mayor contundencia para acabar con los desórdenes. Y esto, mal que nos pese, no es nuevo. Norbert Elias fue un sociólogo polaco que conoció ambas guerras mundiales y fue testigo de la desaparición de la República de Weimar. Sostiene que la república se fue al traste porque se desmembró debido a la quiebra del monopolio de violencia. Fue precisamente Max Weber el que preconizó que los Estados se caracterizan

porque tienen el monopolio de la violencia física. Lo que significa que vivimos en una organización en la que los gobernantes tienen el control sobre un grupo

detentador de la violencia organizada ―es decir, la policía―, cuya misión principal es precisamente evitar que esa violencia la ejerza el resto de la sociedad.

La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos es una institución del máximo prestigio cuya Ley de creación fue firmada por el presidente Abraham Lincoln el 3 de marzo de 1863. Sus componentes han hecho público un informe titulado “El contagio de la violencia” que se propaga de persona a persona. Los científicos han logrado demostrar que existe una especie de «contagio social» de la violencia y las redes sociales tienen mucho que ver en esto. 

Somos agresivos por naturaleza, nos hacemos violentos por cultura.

Así lo afirman la mayoría de los científicos. Todos los seres humanos tenemos un componente muy acentuado de agresividad que sale a flote cuando presentimos que nos acecha un momento de peligro. También la tienen los animales. Forma parte de nuestra naturaleza y como tal hemos de entenderla y administrarla. Por el contrario, la violencia es una configuración perversa de la agresividad. El profesor Fernández de la Cuesta afirma que “la violencia tiene un carácter intencional, es decir, utilizamos la agresividad para hacer daño a otra persona, y, en muchos casos, está planificada. Esto es lo que llamamos violencia, y es un elemento negativo. En el proceso de transformación de la agresividad a la violencia existen muchos factores, que tienen que ver con la familia, la escuela, el proceso de socialización, y también con el consumo de alcohol y drogas”.

La fuerza de la imagen y de las palabras.

Nadie discute que vivimos en un estado de violencia permanente y que cualquiera puede grabar con un móvil una pelea, un tiroteo o, incluso, una violación. Comparto la afirmación de quien dice que “sólo hace falta encender el televisor para ver que los valores se van perdiendo, al tiempo que la violencia va alcanzando límites cada vez más elevados”.

A lo mejor el comportamiento del joven que quería matar al viejo es el que pertenece a una persona vulnerable que manifiesta impulsos agresivos no controlados cuya respuesta violenta ha sido alimentada por los mensajes de unos políticos indeseables, animadores de la violencia contra el adversario.

La violencia deliberada, dijo Heráclito, el filósofo griego, debe ser más apagada que un fuego. Sin embargo, como le he oído decir a mi amigo Luis del Val, “Lo peor de un incendio, dicen los bomberos, lo peor es que comience.

La Asociación de Mujeres Gitanas Sinando Kalí se suma a la celebración del 8 de Marzo con un vídeo

Carmen Carrillo Losada. Secretaría de la Mujer de la Unión Romani

La Asociación de Mujeres Gitanas Sinando Kalí, creada en 1992 para la promoción de la comunidad gitana y de la mujer en especial, se ha querido sumar a las celebraciones alrededor del 8 de Marzo, Día de la Mujer, con un vídeo en el que lanzan el siguiente mensaje en la voz de Carmen Carrillo Losada, miembro de la junta directiva de Unión Romaní:  «Hoy 8 de Marzo de 2021 no podremos salir a manifestarnos a la calle debido al estado de alarma por el covid-19. El 8 de Marzo no es una reivindicación ni un asunto de mujeres, es un asunto de derechos humanos.»

Los gitanos no somos de fiar. Eso es el antigitanismo: “En este restaurante los gitanos pagáis por adelantado”

En la imagen Agustin Sanchez, que sufrió un abuso en un restaurante del centro comercial de la maquinista por su etnia gitana. Foto: Massimiliano Minocri

Agustín Sánchez quería celebrar con unos amigos que había aprobado la selectividad. Así lo refiere: “Llamé por teléfono al restaurante de un centro comercial y dije que seríamos 14. Me dijeron que por las restricciones del covid-19 tenían que colocarnos en dos mesas distintas. Cuando llegamos y vieron que somos gitanos nos dijeron que teníamos que pagar por adelantado porque ya habían tenido problemas con ‘gente como nosotros’”, lamenta Agustín Sánchez, un joven estudiante de periodismo del barrio de la Mina.

Ante semejante discriminación Sánchez pidió la hoja de reclamaciones. No se la dieron. Llamó a los Mossos y una patrulla se acercó al lugar. “Tampoco nos solucionaron nada. Llegaron a excusar al restaurante diciendo que no podíamos rellenar una hoja de reclamaciones porque todavía no habíamos consumido. Fue horrible, me sentí abochornado, humillado, con clientes mirándonos mientras los del restaurante decían que esas eran sus normas”.

No son “las normas”. Las normas, por su carácter de reglas jurídicas, están supeditada a la Constitución cuando se establecen con el propósito de regular comportamientos para mantener un orden determinado, o son articuladas para establecer las bases de un comportamiento aceptado dentro de una sociedad u organización. Las normas no se inventan, ni siquiera para mantener una pretendida seguridad, ―en este caso pagar antes de que te sirvan la comida, porque si no pagas antes, no comes― cuando se violan otras normas, estas sí, que son las que dimanan del ordenamiento jurídico legalmente establecido.

Nadie puede establecer “sus normas” cuando estas son desproporcionadas, antijurídicas, discriminatorias o están destinadas a proteger un determinado status de alguien en contra de un grupo de personas en concreto. El establecimiento que negó la comida al grupo que encabezaba Agustí, y no al resto de comensales que estaban en el local, será objeto del reproche penal que le corresponda.

https://elpais.com/espana/catalunya/2021-02-28/en-este-restaurante-los-gitanos-pagais-por-adelantado.html

Sueños y sombras sobre los gitanos. La actualidad de un racismo histórico

Diputado por Tarragona del Grupo Parlamentario confederal de Unidas podemos

«El lenguaje antigitano anuda, en una interacción viscosa, la degradación moral, la minorización racial y la alusión criminal. El gitano y la gitana serían eternamente malos, y lo serían por naturaleza, y por tanto inmutablemente culpables: tal es el marco racista desde el que se interpreta al arquetipo de «lo gitano». Por supuesto, el antigitanismo acepta excepciones, y la sociedad dominante no deja de celebrarlas. Mas tras el elogio a cada excepción, se encuentra de fondo esa sombra: cuánto vale este sujeto que, pese a ser gitano, es bueno, y por tanto es inocente, quizá contra su naturaleza y su cultura.»

José Luís Moreno Pestaña

En este libro Ismael Cortés nos plantea que las múltiples formas de discriminación contra el pueblo gitano: exclusión, marginalidad y pobreza, son posibles gracias a un sistema simbólico de jerarquización étnico-racial: el antigitanismo. Este sistema simbólico tiene fuerza de ley, es decir, tiene la capacidad de regular las relaciones entre las personas gitanas y no gitanas, tanto en el nivel social como en el nivel institucional. Desde una dimensión histórica, institucional y mediática se repasan los diversos mecanismos que permiten la discriminación de las y los gitanos en el Estado español y los elementos que pueden posibilitar el fin de esta discriminación.

Patricia Caro: «El antigitanismo mutila una parte de la identidad española»

Patricia Caro, finalista del Premio Avanzadoras 2020.Jorge París | Jorge Paris

Patricia Caro tiene 38 años y lleva casi veinte defendiendo los derechos de las mujeres, especialmente de las romaníes, y promoviendo alianzas para fomentar el empoderamiento y los espacios que sirvan para compartir y facilitar la ayuda contra la discriminación y la opresión. Esta psicóloga cofundó la Asociación de Mujeres Gitanas Feministas por la Diversidad y organizó el primer encuentro de mujeres romaníes europeas en la Eurocámara, donde se lanzó la I declaración sobre todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas de este colectivo. 

Empezó a defender a las mujeres gitanas cuando se dio cuenta de la discriminación que sufren todas. “El ser consciente de que la situación de desigualdad de las mujeres romaníes es sistemática. Me pasa a mí, a mi prima, a mi amiga, a una gitana de la otra punta de España o de la otra punta de Europa. Todas vivimos cosas muy parecidas. Y entiendes que la única manera de enfrentar todo eso es de forma coordinada, colectiva” explica Caro.

A la pregunta clásica sobre si sigue existiendo mucho antigitanismo en nuestro país, la investigadora comenta que “El antigitanismo en España es la forma de discriminación más hostil y más fuerte de todas las que hay. Diferentes datos oficiales, del Ministerio de Interior y del CIS, muestran que la discriminación gitana duplicó en 2014 y 2016 a la ejercida hacia las personas migrantes en temas como vivienda, empleo, relaciones personales y educación. Y no solo eso, sino que mientras la discriminación hacia la población migrante va en descenso, hacia la romaní aumenta”.

Sobre el tema más polémico que enfrenta a los socios del gobierno en España, la Ley de Igualdad de Trato, Caro opina que tiene muchas debilidades y que no nombra a los gitanos. “Mi única esperanza es que el PSOE abra sus miras porque tiene muchas debilidades, la primera que no es una ley orgánica. Todas las leyes que regulan la igualdad entre las mujeres y los hombres payos son orgánicas porque tratan sobre derechos fundamentales y la única ley que se pretende que sea antirracista es administrativa, es decir, la de menor rango”.

Y sobre si el Pueblo Gitano está integrado en la sociedad o no, Patricia Caro tiene una opinión clara y firme. “No creo que sea cuestión de integración. Nadie quiere integrarse en una sociedad racista. Se trata de cambiar los criterios de construcción de una sociedad moderna, abierta y plural del siglo XXI. Tenemos que entender que no somos grupos separados. Formamos parte de la misma sociedad. Muchas veces se olvida que somos españoles. El antigitanismo es destructivo y antipatriótico, supone mutilar una parte de tu propia identidad. Ese debería ser el primer cambio a nivel de conciencia colectiva. Necesitamos un proceso de sanación de todo esto”.

Leer más:

https://www.20minutos.es/noticia/4598237/0/patricia-caro-finalista-avanzadoras-antigitanismo-mutila-parte-identidad-espanola/

Ha muerto Gennaro Spinelli, uno de los últimos testigos del Samudaripen

Golpeado por un infarto después de contraer Covid Fue uno de los últimos testigos del Samudaripen, el exterminio de los pueblos romaní y sinti por parte de los nazis. Muchos, ahora, en Lanciano, lloran la muerte de Gennaro Spinelli, a los 83 años. Fue abatido por un infarto tras contraer el coronavirus. Fue el padre del músico Alexian Santino Spinelli, así como de Anna Rosa, Amelia, Antonietta y Adele.

Durante la Segunda Guerra Mundial, a la edad de 6 años, Spinelli, junto con su familia, fue internado y llevado por los fascistas a un campo de concentración en Bari. Sus testimonios sobre la violencia gratuita y la crueldad perpetrada contra su pueblo también se han contado en un documental sobre el genocidio de los pueblos romaní y sinti. En Lanciano fue uno de los principales invitados a la inauguración, en 2018, del monumento al Samudaripen, el holocausto de medio millón de gitanos y sinti. Con su hijo Santino depositó una corona de laurel en la capilla romaní, la segunda en Europa después de la de Berlín.

“Mi padre me enseñó el amor por la música y el respeto a todo ser humano – dice con sentimiento su hijo Santino -. Aunque deportado por los fascistas a los seis años, nunca mostró odio ni resentimiento, pero nos enseñó a amar y respetar”

Fuiste «la razón para volver de cada viaje / el pensamiento del hogar en tus ojos / el amor que … puede hacerlo todo. Me enseñaste la belleza de la palabra familia»: Este es el saludo de su nieto Gennaro, violinista, quien agrega: «¡Te has apagado solo en el cuerpo, vivirás en cada una de mis acciones! Tu nombre está en mí, siempre lo estará… Adiós, abuelo». El funeral tendrá lugar en la Catedral de Lanciano, en Piazza Plebiscito, en cumplimiento de la normativa anti Covid. 25 febrero 2021

https://www.abruzzolive.tv/cronaca/lanciano-morto-gennaro-spinelli-it29508.html

El presidente Companys nombra a un gitano jefe máximo de los Mozos de Escuadra

Tal día como hoy del año 1936, hace 85 años, el presidente Lluís Companys (que había sido amnistiado y rehabilitado en el cargo por el nuevo gobierno de la República tras la condena a años de prisión por los Hechos del Seis de Octubre de 1934) nombraba a Félix Gavarri Hortet comandante en jefe del cuerpo de los Mossos.

Según las fuentes documentales, Gavarri era teniente coronel de la Guardia Civil, era amigo personal del presidente Companys y era gitano. De este modo Gavarri, nacido en Zaragoza en 1886 e hijo de padre aragonés y madre catalana, se convertía en la primera persona de la comunidad gitana que pasaba a ejercer un cargo de alta responsabilidad en la administración de la Generalidad.

También, según las fuentes documentales, ejerció el cargo durante los difíciles meses de la revolución anarquista (agosto, 1936 – mayo, 1937) y contribuyó, decisivamente, a la recuperación del control gubernamental del orden público. Otras fuentes documentales y orales afirman que Gavarri era amigo personal del presidente Companys desde los años de juventud.

Gavarri ejerció el cargo hasta la remodelación de mayo de 1937. Posteriormente continuó ejerciendo otras funciones de mando en el cuerpo de los Mossos, pero no acompañó al presidente en el exilio (enero, 1939). En cambio, otras fuentes revelan que fue detenido y encarcelado por el régimen franquista y condenado a 30 años de reclusión.

https://www.elnacional.cat/ca/efemerides/marc-pons-companys-gitano-mossos-esquadra_586509_102.html

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