El pasado jueves 16 de mayo, Día de la Resistencia Romaní, un sector del pueblo gitano vasco conmemoró este día en el espacio Bilborock (Bilbao) con un mensaje claro: “Nuestra historia, nuestra lengua y nuestras costumbres han de ser reconocidas, respetadas y visibilizadas”.
Al mismo tiempo, lanzaron una petición a todos los partidos políticos de Euskadi un “verdadero compromiso con apoyar nuestra causa recogiendo acciones claras y específicas para atajar la situación de ‘incomodidad’ que manifiesta la población vasca en referencia a la convivencia con las personas gitanas”. Más concretamente y según refleja el estudio Demoscópico Neurtu 2022, reivindican que “aparezcan los términos: gitano, gitana y pueblo gitano en sus discursos, dejando ya, de una vez, de invisibilizarnos o diluirnos en el grueso de la población general”.
Palmira Dual de la asociación Kera Elkartea declaró que “la educación de la región tiene como asignatura pendiente el gitanismo. Se nos habla de integración que es una palabra que no nos gusta porque lo que quieren con ello es que yo deje de ser gitana y yo lo que quiero es que me quieran como soy”.
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