“Las mujeres gitanas vemos que la sociedad no nos acepta”

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La Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad (AGFD) presenta el corto documental “Carmen, sin miedo a la libertad”, donde se muestra la lucha diaria de las mujeres gitanas por conseguir derechos y oportunidades. Sara López, responsable de proyectos de la entidad, resalta la falta de oportunidades educativas de muchas niñas gitanas en toda España.

¿Por qué nace la asociación?

Por una cuestión de justicia social. En la Cañada Real (Madrid), viviendo sin luz. En Zona Norte (Granada), cortes de luz de 16 horas… son situaciones infrahumanas, niños sin derechos básicos. Vemos que necesitamos una voz propia para reclamar nuestros derechos con perspectiva feminista. Fue también la época en que había expulsiones de gitanos en Francia y aquí la sociedad española no se movilizaba. Dijimos, “o nos movilizamos nosotras o nadie lo hará”. “El principal problema de las mujeres gitanas no es nuestra comunidad, es el antigitanismo”.

Pero van más allá de la lucha contra la pobreza y enarboláis la bandera del feminismo.

Las mujeres gitanas somos quienes llevamos a los niños al médico, al colegio… Tenemos relación con la sociedad y vemos que la sociedad no nos acepta.

¿La comunidad gitana es machista?

Lo que es machista es el sistema patriarcal donde vivimos. No es una cuestión comunidades. Hay una universalización del patriarcado y una subordinación de mujeres que se manifiesta de distintas formas en las diferentes culturas y se combate distinto porque no afecta a todas las mujeres de la misma manera. “La experiencia común de las mujeres gitanas es la de la discriminación en todos los ámbitos: vivienda, ocio, servicios, discotecas, bares, en la compra”.

¿Qué políticas hay que aplicar para cambiar esta desigualdad?

No hacer escuelas ni barrios gueto. Tener barrios dignos que no sean ignorados, que tengan acceso a luz, agua. Hoy, en España, hay niñas viviendo en casas sin agua ni luz. O que son 12 o 15 personas en casa porque han sido desahuciadas dos familias y han tenido que juntarse en casa de la abuela. Quiero que estas niñas tengan las mismas oportunidades que el resto, que consigan el estatus de ciudadanas.

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