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Atención a la comunidad gitana afectada por el Coronavirus

Queridas y queridos,

Antes de todo os queremos enviar todo el equipo del Plan Integral toda nuestra energía para superar estos días tan complicados.

Os escribo a las entidades gitanas de Cataluña para enviaros información importante. El objetivo es que entre vosotros y nosotros y otros contactos del culto llegamos a la mayoría de familias gitanas posibles.

Información respecto a becas comedor:

Esta semana os contactarán a las familias que tenéis becas comedor. Os darán tickets/vales para comprar alimentos en el supermercado. Cada municipio lo hace de una manera concreta. Tenéis que esperar a que os contacten.

Información respecto a alimentos y otras necesidades (no beca comedor):

Os tenéis que dirigir a los servicios sociales de vuestro barrio.

Información sobre hipotecas:

En caso de que necesitáis aplazar el pago de la hipoteca, hay que llamar a la oficina del banco donde tenéis la hipoteca para que os informen sobre como «congelar el pago».

Información de ayudas para autónomos:

Debéis hacer la solicitud en este enlace:

https://treball.gencat.cat/ca/ambits/autonom/ci/ajuts-persones-autonomes-afectades-coronavirus/

Si tenéis dudas sobre como solicitar esta ayuda contactáis a Aaron Giménez: aaron.gimenez_ext@gencat.cat

Por favor hacer llegar esta información a todas las personas que consideréis,

Recibid un fuerte abrazo,

Ramon Vilchez Enriquez
Responsable del Programa de Pueblo Gitano e Innovación Social
Dirección General de Acción Cívica y Comunitaria

«Dan ganas de quitarse de en medio y suicidarse»: el COVID-19 se ceba con los barrios marginales de España

Muchas familias se han quedado sin ningún ingreso económico / Pixabay/Frantisek Krejci

Para los más pobres que viven al día, el confinamiento es una doble condena. En Sevilla las autoridades llegan a pedir el despliegue del Ejército para controlar a la población que podría descontrolar la pandemia, pero para muchos de ellos quedarse en casa no es una opción.

Un testimonio que alarma de la situación es el de Séfora Vargas, abogada que representa a muchos de los vecinos de etnia gitana de la barriada, «a situación es dramática, es que si no reaccionan rápido las autoridades, los niños no comen, se mueren de hambre».

Y si esta crisis no fuera suficiente compleja, la polémica por los agravios comparativos y acusaciones de racismo enturbia la gestión y aumenta el distanciamiento del barrio con el resto de la sociedad.

Tras la aparición en redes de vídeos en los que fieles evangelistas se congregaban para cantar saltándose el confinamiento, el máximo responsable de la zona, Jaime Bretón, declaraba que era necesaria la intervención del Ejército a través de la UME (Unidad Militar de Emergencias en la barriada), para mantener el control. «Lo ideal sería que los militares de la UME estuvieran desplegados en los puntos más conflictivos, pero por lo pronto eso no sucederá ya que los coordinan desde Madrid. Tienen otros objetivos que por cierto podrían acometer otros actores, como fumigar las estaciones».

Bretón es una figura excepcional que integra a las autoridades municipales, andaluzas y nacionales, sus declaraciones sobre la intervención del Ejército han tenido una enorme repercusión y le han valido graves acusaciones. En conversación con Sputnik, el comisionado aclara que «hay que tener en cuenta que estamos ante una cuestión de primera magnitud, hay que asegurar que todo el mundo se queda en sus casas y se toma esto en serio, pero nos topamos con una minoría —muy numerosa— alborotadora que no está acostumbrada al orden y a la convivencia». Su visión choca frontalmente con la de la abogada y activista Séfora Vargas, que en redes pedía la dimisión inmediata del comisionado.

«El Comisionado tiene una visión déspota. No hay peor virus que el racismo. Cuando hablan del barrio destroza su imagen por unas pocas personas, él habla de clanes gitanos, de droga, de evangelistas que actúan por su cuenta, pero no habla de las 60.000 personas que lo componen y son en su mayoría trabajadores que no tienen nada que llevarse a la boca». Séfora denuncia el racismo y los prejuicios que este tema ha despertado contra los pobres y la etnia gitana, que integran gran parte de la barriada. Como activista, abogada y gitana, defiende los intereses de los vendedores ambulantes desde hace años, «es fácil tomar medidas contra los más débiles, con el coronavirus lo vemos, se cerraron antes los mercados ambulantes que son al aire libre que los grandes centros comerciales».

Por lo pronto, para las miles de personas que viven en el sur de España de la venta ambulante, no hay muchas más opciones que acogerse al plan de cese de actividad por causa mayor contemplado en el Real Decreto, en ese caso, las ayudas aún tardarán semanas en llegar. Ellos, son el caso menos dramático, otros hogares como los de Javier el chatarrero, están obligados por ahora a escoger entre confinamiento o hambre.

Fallece a los 70 años el cantaor y guitarrista José María Heredia, Josele

Josele María Heredia, Josele, durante una entrevista con LA VOZ / LA VOZ

José Maria Heredia, Josele, cantaor y guitarrista almeriense, ha fallecido a los 70 años, según ha dado a conocer Ramón Fernández-Pachecho, alcalde de la capital, a través de Twitter. «Él no solo fue un gran artista, maestro de maestros, sino que además era una persona entrañable a la que siempre recordaré por el cariño y el afecto que me demostró.  Mi más sentido pésame a Niño Josele y a toda su familia», ha expresado el regidor.

Josele era natural del barrio de Pescadería y desde allí inculcó el amor a la guitarra a grandes figuras como Tomatito y a su propio hijo, Niño Josele. Ambos compartieron escenario por primera vez en 2015, con motivo de un homenaje que se le brindó al veterano artista y que encontró continuidad un año después en otro tributo en el participaron, entre otros, Miguel Poveda, Arcángel y José Mercé.

“He tenido la suerte de trabajar con Enrique Morente, alguna vez con Camarón, con Antonio Mairena o con Tomatito antes de ser la figura en la que se convirtió”, contaba Josele en una rueda de prensa con motivo del primero de esos homenajes, celebrado meses después de que sufriera un ictus, del que entonces empezaba a recuperarse y que aún le impedía tocar la guitarra.

“Josele es uno de los nombres propios más queridos dentro del mundo del flamenco en nuestra ciudad. A su trayectoria como guitarrista y también cantaor, hay que sumar la labor didáctica fundamental que ha tenido con su propio hijo, Niño Josele, o con Tomatito, inculcándoles el amor por la guitarra y la necesidad del trabajo constante” expresaba en 2016 Ana Martínez Labella, entonces concejala de Cultura del Ayuntamiento de Almería.

Sara Giménez, diputada de Cs, pide que la fraternidad contra el coronavirus se extienda a la lucha contra la discriminación

Sara Giménez, diputada de Ciudadanos por Madrid en el Congreso / MARTA JARA

La diputada de Ciudadanos Sara Giménez, de etnia gitana, pidió este sábado a la sociedad que la fraternidad, la solidaridad y la unión que han aflorado en la lucha contra el coronavirus se extrapole también a acabar con la discriminación de colectivos, aprovechando que se celebraba el Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial y el Día Mundial del Síndrome de Down.

En un vídeo publicado en Twitter y grabado en su casa porque cumplía el confinamiento que exigen los valores del respeto y la solidaridad contra al coronavirus, Giménez dijo que “desde esos mismos valores” pedía a todos que se unieran al Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial.

Según expuso, con motivo del coronavirus “han aflorado comportamientos de fraternidad, de solidaridad, de unión”, y lo aprovechó para solicitar que se extendieran a la lucha contra la discriminación.

“Ahora estamos confinados en nuestras casas, pero fuera están interiorizados los prejuicios, los estereotipos hacia determinados grupos de población”, denunció, y aquí citó como ejemplo a las personas con síndrome de Down, cuyo día mundial también se conmemora hoy. Y remató: “Todos juntos, sin estigmatizar, construiremos una sociedad mejor”.

La población gitana rumana lanza un SOS sobre su falta de agua y alimentos

La Cruz Roja atendiendo a los habitantes de un asentamiento rumano en Córdoba / CÓRDOBA HOY

La pandemia mundial causada por el CORONAVIRUS afecta a toda la población, pero hay un sector que se ha quedado tan aislando que está ya lanzando un SOS social para solventar su situación. Son los habitantes de los asentamientos rumanos repartidos por la ciudad, que acogen a entre 80 y 90 familias para un total aproximado de 340 personas, según datos que maneja la Asociación Cordobesa para la Inserción Social de Gitanas Rumanas (Acisgru).

Sus problemas son acuciantes, especialmente de agua y comida, y más ahora que, como todo el mundo, deben permanecer confinados en sus infraviviendas y, por tanto, no pueden salir a recoger chatarra en sus carritos, por lo que sus medios de sustento están bajo mínimos.

http://www.cordobahoy.es/articulo/la-ciudad/asentamientos-rumanos/20200320130407075922.html

Fali, jugador gitano del Cádiz: “Estoy en un piso normal y corriente y no puedo hacer muchas cosas para moverme”

El jugador se lamenta, pero aunque estemos haciendo la cuarentena en casa somos unos privilegiados porque gracias a Dios no estamos mal. Hay que mirar en positivo y siempre puedes hacer cosas con tus hijos, con tu familia e incluso solo”, manifiesta una persona que viene de tan abajo que todo lo que le está pasando le resulta una bendición. Un agradecido, en una palabra.

Fali Giménez, que vive de alquiler en un piso de La Laguna tiene el espacio suficiente para vivir con su mujer y sus hijos, pero desde luego que se encuentra muy lejos de esos chalets donde otros futbolistas cuelgan su día a día en mitad de un gimnasio, parcela o incluso piscina.

Es algo muy triste lo que está pasando, pero hay que hacer caso a la gente que sabe de esto y debemos estar juntos para ganar esta batalla. Los gitanos no salimos nunca de casa y con esto menos aún. Tenemos la excusa perfecta para no salir. Me lo tomo así porque gracias a Dios en mi familia están todos bien”.

Como un español de tantos, Fali se ha acostumbrado a salir al balcón a aplaudir a todos los profesionales de la salud que se están jugando el tipo por los enfermos. “Ellos son los verdaderos héroes”. Y no duda en prometer que cuando acabe la pandemia saldrá “a cantar el himno del Cádiz CF, pero cuando ya todo esté mejor”.

El Comisionado para el Polígono Sur pide que entre el Ejército en las Tres Mil Viviendas

Un control en el Polígono Sur este jueves - M. Gómez /J. Flores

El Comisionado del Polígono Sur ha puesto el dedo en la llaga. En barrios marginales como las Tres Mil Viviendas se está incumpliendo la orden de confinamiento decretada por el Gobierno central para frenar el avance del coronavirus. Algo que se está produciendo a diario y que las autoridades no han puesto freno a pesar del riesgo notable de contagio y propagación del virus por el resto de la ciudad.

En este sentido, el Comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, ha pedido, en declaraciones a EFE, la presencia de la Unidad Militar de Emergencia (UME) en las Tres Mil Viviendas para poner fin a esas ceremonias religiosas en las que decenas de personas incumplen medidas de seguridad decretadas como guardar una distancia mínima y evitar el contacto físico.

Ver más:

https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-comisionado-para-poligono-pide-entre-ejercito-tres-viviendas-202003191920_noticia.html

Unidas Podemos exige medidas para una mayor inclusión del alumnado gitano en los centros educativos

Centros privados de educación infantil urgen medidas para el sector ante la "emergencia sanitaria" / E.P.

Unidas Podemos ha exigido al Gobierno medidas para una mayor inclusión del alumnado gitano en los centros educativos, impulsando su escolarización en colegios ubicados en áreas no segregadas, implicando a las familias de los menores en todo el ciclo de la educación y a lo largo de todo el ciclo académico e incluyendo contenido de la historia gitana en el currículum educativo, entre otras iniciativas.

A través de una proposición no de ley registrada en el Congreso, los morados denuncian la situación de esta comunidad en España, que, según los datos del Ministerio de Sanidad, vive en su mayoría en 2.604 barrios de 1.069 municipios de todo el país y en zonas segregadas de los núcleos urbanos, con viviendas de calidad baja y con pocos servicios públicos.

Ver más:

https://www.bolsamania.com/noticias/educacion/unidas-podemos-exige-medidas-para-una-mayor-inclusion-del-alumnado-gitano-en-los-centros-educativos–7391511.html

El Coronavirus y los gitanos

Dos chicas asiáticas cubren sus bocas con las mascarillas de protección / A.P

Hace unos días, cuando los periódicos empezaron a informar con más detalle de la existencia de un virus maléfico que se había presentado en España, desde nuestra asociación gitana de San Sebastián me enviaron un WhatsApp con la reproducción completa de la página del diario donde se daba la información. Pero ese envío venía precedido por este mensaje: “Sólo con leer el titular ya sabía que iba a aparecer la palabra gitano”. Y efectivamente, no se equivocaba mi informante.

Como es natural he intentado recopilar todo lo que los medios han dicho y escrito sobre la terrible pandemia que amenaza a Europa y a la relación que los gitanos hayamos podido tener en la propagación del virus. Y, créanme, es desesperante. Salvo un par de periódicos que han dado la noticia a cuenta de algún incidente en la que algún gitano se ha visto involucrado, y no han dicho en ningún momento que se trataba de “un gitano”, en todos los demás se ha hecho mención, y siempre en contexto peyorativo, de que los causantes del incumplimiento de la norma eran los gitanos.

Quiero suponer que mis amables lectores entenderán que no es este el momento en que yo me ponga a desgranar el rosario de leyes, pragmáticas y persecuciones que hemos sufrido los gitanos desde los funestos años en que la Inquisición condenaba a terribles castigos a las gitanas porque tenían relaciones con el Diablo y adivinaban el porvenir de los gachés (payos) leyéndoles la palma de la mano. Ellas no hacían daño a nadie y por echarles la buenaventura a cambio de unos maravedíes, ―pequeñas monedas de cobre del siglo XVI― o unas “perras gordas” de finales del siglo XIX que equivalían a diez céntimos de peseta y que yo llegué a conocer y usar durante mi infancia, se iban contentos a sus casas convencidos de la gran suerte que les esperaba o del rendimiento de amor que, por fin, iban a encontrar en la persona de sus sueños.

Tenemos poderes sobrenaturales

Hasta ahí puedo entender que la ciudadanía supersticiosa de aquellos siglos nos mirara con un cierto temor convencida de los poderes sobrenaturales que poseíamos y que ese temor hiciera que sobre nuestros hombros cargaran todas las culpas de las desgracias personales o colectivas sobrevenidas. Yo lo he vivido personalmente siendo un niño junto a mi abuela María, una gitana más bien pequeñita, canastera, nacida en el Puerto de Santa María, que de joven podría haber salido de uno de los cuadros de Murillo, el gran pintor sevillano del que Laura Galdeano ha dicho que “mezclaba los pigmentos con agua del Guadalquivir dando como resultado unos claroscuros genuinos, unos tonos marrones parduzcos característicos del artista de la luz y el color.” Así era mi abuela. Y la gente venía a nuestra causa y ella les atendía tratando de complacerlas en sus demandas.

Pero atención, cuando el pueblo, desde su ignorancia o su superstición, nos atribuye poderes sobrenaturales también corremos un grave peligro. Eso les ocurrió a las gitanas que leían la palma de la mano a los caballeros que en el siglo XV se acercaban a la catedral de Notre Dame en París. El arzobispo decretó la expulsión de las gitanas por ser las causantes de graves desencuentros matrimoniales al advertir a aquellos crédulos señores de posibles devaneos de sus esposas.

Hay que echar la culpa al otro

Esto es casi tan antiguo como la humanidad. En la antigua Grecia se celebraba una vez al año el “Pharmakos” que consistía en hacer a alguien culpable de todas las desgracias ocurridas. Para ello se escogían a ciudadanos a los que se les culpaba de todos los males, aunque no tuvieran nada que ver con lo acontecido.

Hace ahora exactamente un año, en marzo de 2019, los gitanos residentes en departamento de Seine-Saint-Denis, al noreste de la capital francesa, sufrieron durísimos ataques porque se corrió el rumor de que unos gitanos viajaban por la zona en una camioneta secuestrando a las niñas para matarlas y vender sus órganos o para dedicarlas a la prostitución.

Todo falso. La Prefectura de Policía de París insistió en decir que “los rumores de robo de niños mediante una camioneta son totalmente infundados” y en similares términos se manifestaron la prefectura de Seine-Saint-Denis y varios alcaldes de la zona, que desmintieron tajantemente los falsos rumores. Hasta el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, se unió a las condenas de esas “derivas inaceptables contra la comunidad gitana” y consideró la situación como una “demostración de la necesidad absoluta de combatir las noticias falsas”.

¡Qué peligroso puede ser el mal uso de internet!

Ha ocurrido en el Hospital Universitario Araba que forma parte de la OSI Araba, que a su vez pertenece a Osakidetza-Servicio Vasco de Salud. Una miserable racista, haciéndose pasar por trabajadora del centro hospitalario, ha grabado un mensaje culpando a los gitanos de actos criminales para contaminar a todos los residentes en el Hospital. Estamos hablando de un centro hospitalario de referencia en el Territorio Histórico de Álava y que es uno de los principales centros sanitarios de Euskadi. Dispone de alrededor de 750 camas, lo que supone cerca de 200.000 estancias anuales y en torno a 37.000 intervenciones quirúrgicas.

En el audio, ampliamente difundido en las redes sociales, se dice que un grupo de personas gitanas se ha dedicado a escupir en todas las salas para contagiar a todo el mundo con el coronavirus y que también lo hicieron en la UCI que estaba abarrotado de personas entubadas. Estas personas, dice la malnacida racista, habían estado antes en un funeral donde contagiaron a 60 personas.

La reacción del Hospital

Ha sido contundente al manifestar que: El mensaje trasladado en este audio está manipulado y lleno de falsedades, y supone un acto vergonzoso por parte de la persona que lo ha difundido. La Dirección de la OSI Araba y sus profesionales están en total desacuerdo con este tipo de acciones que únicamente generan miedo, odio, desconfianza y estigmatización y desaprueba totalmente la actitud de esta ‘presunta profesional’.

La Asociación de Vecinos Madre de Dios de La Rioja ha salido en nuestra defensa reconociendo que En estos momentos tan proclives a la histeria colectiva, la comunidad gitana es una candidata perfecta para canalizar los miedos hacia ‘los otros’, ‘los diferentes’. Por eso apela al raciocinio: “Antes de difundir una información no contrastada, evita difundir cualquier mensaje que se refiera a colectivos enteros que siempre están cargados de los prejuicios que han arraigado nuestra cultura y contra los que es necesario rebelarse porque la comunidad gitana es extraordinariamente diversa, como lo somos todas».

Y ahora un consejo que es una exigencia

Por favor, quedaros en casa. No salgáis a la calle. Sé muy bien lo difícil que eso puede llegar a ser para nosotros, los gitanos y para cualquiera. Yo llevo cuatro días encerrado en mi casa y me siento como un tigre enjaulado. Tengo seis hijos mayores con los que solo puedo hablar por teléfono. Y sueño con ver a mis nietos que ya son adolescentes y abrazar a mi nietecilla, Rita, que solo tiene dos años. Pero hay que hacerlo. Os lo pido y, si me lo permitís, os lo exijo.

Si quiere oír el audio difundido por la difamadora, pulse en el siguiente enlace.

https://gasteizberri.com/wp-content/uploads/2020/03/WhatsApp-Audio-2020-03-10-at-22.16.51.ogg

Sobreviviremos

Enfermeras y doctores de un hospital madrileño / EFE
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Sobreviviremos y sobre todo y muy importante sobreviviremos con aprendizaje. Los que nos hemos confinado ya no somos los mismos porque hemos aprendido que muchas cosas que creíamos fuertes son débiles y muchas cosas que creíamos insignificantes son fuertes e indestructibles. Creíamos que estábamos protegidos en occidente de las epidemias del tercer mundo porque la civilización es el antídoto de las enfermedades colectivas que abandonamos en la historia como quien abandona el frío. Creíamos que la riqueza es la vacuna contra las enfermedades de los pobres. Pero es un error, o mejor, una mentira que nos han hecho creer para que sigamos dándole hilo a la cometa. No estamos a salvo, aunque hayamos hecho rascacielos, vistamos de Prada, o volemos más rápido que el viento.

Al final queridos amigos, la fuerza no la da la civilización sino la prudencia y el miedo a lo desconocido es el mismo que sufrieron nuestros ancestros cuando inventaron sortilegios, mantras, amuletos u oraciones para espantar lo malo y que la prepotencia de la modernidad consideró meras supersticiones.

Por otro lado, la unidad por encima de ideologías políticas o de religiones no sólo no es insignificante, sino que es el camino para responder a la guerra, aunque sea bacteriológica. La postmodernidad por encima de todo había generado una crisis de unidad que elevaba a la cúspide valores como el individualismo radicalizado que obvia que para poder sobrevivir el ser humano necesita acordar con otros seres humanos. Así ha sido toda la historia de la humanidad, pero lo habíamos olvidado. La pandemia nos ha devuelto a la humildad y a reconocer que todas las torres de Babel se caen al suelo cuando no escuchamos la naturaleza, cuando ridiculizamos a los demás para engrandecernos nosotros y cuando no atendemos las señales del rayo antes de la tormenta. Ya no somos los mismos, pero tengo la esperanza de que seamos todos. O casi todos.

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