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El 8 de marzo, con fuerza de gitana

Este 8 de marzo no pasará desapercibido, tampoco entre las mujeres gitanas. Hay muchas gitanas organizándose, desde hace años, para visibilizar su manera de ser mujer y gitana. Desde Unión Romaní nos unimos a todas ellas con solidaridad en su lucha y con determinación en su esperanza de crear un mundo donde la igualdad sea verdadera, entre mujeres y hombres, y entre mujeres payas y mujeres gitanas también.

Por ello nuestro homenaje a todas las gitanas que día tras día rompen barreras, superan obstáculos y se posicionan en una sociedad que las discrimina por partida doble, por su etnia y por su género. No es fácil ser mujer y gitana en una sociedad donde el machismo y el racismo están a la orden del día.

Son muchas las mujeres gitanas referentes que insuflan espíritu de lucha y que son un ejemplo para sus comunidades, y fuera de ellas. Sus ganas de cambio, su constancia por avanzar, y su empeño por derribar mitos y estereotipos hacen que el feminismo gitano no tenga por qué agachar la cabeza ni sentirse menos. Muy al contrario, con aras de unir y sumar, debe reivindicarse como movimiento que aporta y complementa a todas las mujeres, pero con la esencia gitana, sin perder de vista que no hay una única manera de ser y sentirse mujer.

A todas las gitanas que quieren porvenir, futuro e igualdad, a todas las que trabajan en casa y fuera de ella, a las que sufren en silencio el maltrato o a las que sufren a voces la discriminación, a las que cuentan con el apoyo de sus compañeros y a las que sienten incomprensión, a las que van a la huelga y a las que no, a todas y cada una de nuestras madres, hijas, hermanas, amigas, sobrinas, tías y primas. FELIZ DÍA DE LA MUJER.

Unión Romani
Junta Directiva
Secretaría de la Mujer

Gitanas visibles, gitanas invencibles

La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI fue la primera organización romaní en abanderar, hace más de 15 años, un movimiento transgresor que sitúa a la mujer gitana en el debate social y político, haciéndola visible y trasladando a la sociedad mayoritaria su compromiso con la igualdad, que en realidad es de todos y de todas, y que se hace aún más visible cada 8 de marzo.

Porque de todos y todas es la responsabilidad ineludible de fomentar el cambio de estructuras, costumbres y mentalidades sustentadas en la superioridad de un género sobre otro, en la desvalorización de lo femenino, con vistas a una igualdad efectiva en todos los órdenes y de un reconocimiento público y colectivo de lo conseguido por las mujeres a lo largo de la historia.

Gracias a esas mujeres inconformistas y luchadoras el mundo ha avanzado, y es de recibo tenerlas presentes y recordar todo el camino que sembraron. Gracias a las feministas que han dado su vida por las demás mujeres. También gracias a todos los que han despertado y se posicionan en pos de la igualdad de género, ayudando a regenerar esta sociedad del hostigamiento y la violencia que padecen miles de mujeres. Las cifras hablan por sí solas: desde que en 2003 comenzó el registro oficial de víctimas de la violencia machista, 924 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Y los números siguen disparándose de ciudad en ciudad, de barrio en barrio, de familia en familia. Por tanto, hoy en día es fácil dilucidar que el camino que nos queda por recorrer será duro.

El machismo existe. El sistema patriarcal dominante no sólo afecta a las mujeres, también a los hombres. Ambos somos víctimas, pero con la diferencia de que el rol masculino adopta el poder y la protección y, por tanto, impone y decide que el rol de la mujer sea el obediente y sumiso. El machismo ha cambiado. De lenguaje, de discurso… pero sigue manteniendo las mismas prácticas. Por eso seguimos reivindicando el papel de la mujer en nuestros días. Porque sin nosotras el mundo no funciona.

Por eso es tiempo de reconocer los avances y devolver en positivo los logros alcanzados por las mujeres. Primordialmente las gitanas. Es tiempo de reconocer la lucha incesante del movimiento feminista, también el romaní, y ponerla en valor. Y es tiempo de continuar escribiendo la historia de las mujeres y su lucha desde el convencimiento firme de que aún queda mucho por lograr en pro de la equidad en una sociedad que precisa de estructuras firmes que den protección y garantías ante tantos derechos humanos y sociales históricamente vulnerados.

Ciertamente se ha avanzado mucho. Nuestra vida no es la misma que la que tuvieron nuestras abuelas, ni las libertades que tuvieron nuestras madres las que disfrutaron las suyas. No podían abrir una cuenta bancaria sin la autorización de sus maridos. Ni tampoco podían controlar ni poseer la gestión micro económica de su hogar para ejercer esa labor mal denominada «ama de casa», infravaloradas en el inmenso esfuerzo al que se han visto obligadas. Tampoco pudieron ejercer su derecho a la autorrealización de formarse, compartir las tareas del hogar y la educación de sus hijos e hijas.

Cuando leemos en prensa artículos sobre el techo de cristal, donde se hace referencia a que las mujeres de nuestro país, con muchos esfuerzos (a veces duplicados) llegan a espacios de poder económicos, o bien cuando escuchamos que aquellas mujeres que aun teniendo mayor formación y preparación son invisibilizadas y colocadas en la pendiente de la jerarquía hegemónica, nos provoca rabia por semejantes injusticias. Nos encontramos pues ante muros levantados por una sociedad que aparentemente se autodenomina igualitaria, pero que en las distancias cortas aún sigue oliendo a podrido. Y ante ello, las connotaciones culturales, religiosas o étnicas no están en distintos planos en tanto que el patriarcado es el mismo: busca una zona de confort que subyuga a la mujer, constituyéndola como ese “varón incompleto” que los pensadores occidentales proclamaban. Con los mismos derechos, las mismas virtudes, pero con un sino, un rol y un destino que parecen descritos.

Mientras que el feminismo hegemónico ha logrado transformaciones tan importantes en el avance de la igualdad de género como mantener, entre otras cuestiones, el debate social y político sobre la lucha contra el techo de cristal, el feminismo “periférico” de las mujeres gitanas sigue luchando contra muros de hormigón. La vida es más difícil si a la desigualdad por ser mujer les sumamos categorías como la clase, la condición étnica o la religiosa, lo que hace que las mujeres gitanas seamos en muchas ocasiones objeto de discriminación múltiple, situándonos en muchos casos en las periferias y los agujeros de la pobreza.

Por este motivo abogamos por encima de todo por la defensa de los derechos humanos, especialmente de la libertad de los pueblos que día a día venimos demostrando con nuestro esfuerzo el reto de conseguir una sociedad “perfecta” en la que todas las personas queremos estar, en la que cada mujer, cada individuo y cada pueblo pueda compartir ese espacio común que a todas y todos nos pertenece. Ese en el que podamos aportar lo mejor de cada persona, de nuestras creencias, nuestras ideas, nuestra cultura. Ese en el que ninguna mujer en general ni ninguna gitana en particular tengan que ser objeto de discriminación. Ese en el que una niña gitana y una niña paya tengan el mismo paquete de derechos y obligaciones. Porque la sociedad de la igualdad, la tolerancia y el respeto es la que queremos y por la que continuaremos trabajando, como lo hemos venido haciendo hasta ahora, con convencimiento y valentía.

Tenemos claro que de la unidad nacen los derechos. Por eso las mujeres gitanas damos un paso al frente. No por solidaridad, sino por justicia. La huelga es un hito histórico para las mujeres de todos los países. Tiene una naturaleza colectiva porque nos afecta a todas. Por eso este 8 de marzo gritaremos alto y claro: «Gitanas visibles, gitanas invencibles».

Manifiesto de KAMIRA con motivo del Día Internacional de la Mujer

MANIFIESTO 8M

La lucha y el trabajo llaman siempre a los mejores. Esto nos lo decía Séneca y ese puede ser nuestro lema en la persecución de ese anhelado objetivo que no es otro que la igualdad efectiva. La lucha para cambiar esa realidad a la que nos enfrentamos todas las mujeres día a día, la anhelada igualdad que soñamos pero no tenemos, y el trabajo necesario para conseguirlo.

Y es que la realidad cotidiana de las mujeres de todo el mundo dista mucho de esa igualdad cuya búsqueda se conmemora el 8 de marzo, Dia Internacional de la Mujer, fecha en la que celebramos con un paso adelante, la lucha por los derechos de millones de mujeres de todo el mundo.

Desde que por primera vez en 1975 la Organización de Naciones Unidas celebrara este día, se han producido cambios importantes a favor de las mujeres que han traído luz, a quienes habían estado en la oscuridad durante mucho tiempo.Si estamos aquí es por el sacrificio y el trabajo de muchas mujeres que nos han precedido en esta lucha con valentía y con tesón, desafiando los prejuicios y la intolerancia que en gran medida aún prevalecen y haciendo avanzar a la sociedad. Pero, pese a su trabajo y sus avances, pese a que somos mas de la mitad de la población, pese a que razones de justicia abogan por la igualdad, y pese a mil cosas mas, siguen existiendo grandes diferencias con respecto a los hombres.

Pero el género no puede ser la razón que justifique esta diferencia, esta desigualdad. No puede serlo.
La brecha salarial, el techo de cristal, son algunos ejemplos sin sentido de esta situación de desigualdad que las mujeres enfrentamos día a día. La reciente crisis economica ha tenido igualmente una especial incidencia sobre la mujer. A ese 20 o 30% de salario menos que percibe la mujer con respecto al hombre por realizar el mismo trabajo, hay que añadir la alta tasa de paro femenino, la precariedad laboral, y esa discriminación en la contratación, motivada por el “ coste económico” que originan los derechos vinculados a la maternidad y que dificulta la contratación de mujeres en edad de procrear.

Estas realidades ya justificarían una movilización como la que esperamos el 8 de marzo. Pero desgraciadamente son muchas más las dificultades que enfrentamos las mujeres. Desde Hollywood nos llegan las campañas “Me too”, o “time up” que están visibilizando un problema que desgraciadamente afecta a muchas mujeres y que ya era hora de denunciar y de poner sobre la mesa, para evitar que muchas otras tengan que sufrir estos abusos por parte de desalmados.

La violencia de género sigue siendo una lacra en nuestra sociedad, pese a lo mucho que hemos avanzado en nuestro país, y sigue dejando victimas inocentes en el camino, y a niños y niñas sin sus seres más queridos.

A todas estas realidades no deseadas, no somos ajenas las mujeres gitanas, a las que también nos afectan estas situaciones, pero nosotras además, nos enfrentamos con realidades propias tampoco deseadas, que otras mujeres luchadoras no conocen Y es que muchas mujeres gitanas somos triplemente discriminadas, por el hecho de ser mujeres , de ser gitanas y una gran medida por ser pobres. Y ello nos convierte en mujeres mucho mas vulnerables. Y si graves son los problemas a los que puede enfrentarse una mujer profesora de física en la universidad, por su condición de mujer en nuestra sociedad, más graves o más difíciles son los que enfrentan día a día las mujeres gitanas por el simple hecho de serlo y por todo lo que ello significa. Por eso queremos pediros a las otras mujeres que os solidaricéis con nosotras y os unáis a nuestra lucha. Y aunque cada día más mujeres gitanas podemos elegir y formarnos y tenemos mas herramientas para luchar por la igualdad, muchas de nuestras mujeres necesitan la solidaridad de todas para enfrentarse a sus propias desigualdades y abusos, a sus propias realidades y vencerlas.

Pero no queremos hablar de problemas, ahí están, ya lo sabemos.

Queremos hablar de soluciones y las soluciones tenemos que buscarlas en primer lugar las mujeres porque somos las que buscamos la igualdad, las que queremos cambiar la sociedad. Y tenemos que hacerlo por nosotras. Solo por nosotras, por justicia, aún sabiendo que cuando lo consigamos la sociedad va a ser mejor para todos, para hombres y mujeres. Ahora, repetimos, tenemos que trabajar simplemente por nosotras, y por lo que ello significa, porque lo merecemos, porque nos lo hemos ganado. Y porque no hay razón para que no sea así.

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Gitanas KAMIRA, entendemos y comprendemos los retos que se nos plantean como mujeres y como gitanas. Por eso es importante que se visibilice a las mujeres gitanas, que se nos vea como unas aliadas fuertes en la lucha por la igualdad, porque llevamos muchos años de lucha incansable. Y es necesario que se nos visibilice porque tenemos que ocupar espacios como mujeres y como gitanas, porque queremos participar activamente a todos los niveles de nuestra sociedad.

Por eso vamos a salir a la calle, a defender todo aquello en lo que creemos, a unirnos al resto de mujeres que reivindican nuestros derechos, salimos para que nos vean y para que sepan lo que queremos y para que se unan a nosotras todos los que piensen como nosotras. Salimos porque somos feministas y porque somos mujeres y queremos celebrarlo cada una de nosotras esté donde este, y en su condición de mujer trabajadora, profesional, estudiante o ama de casa.

Desde KAMIRA la firmeza con los valores que anidan en la celebración de este dia, es inquebrantable. La seguridad en la consecucion de los objetivos que las mujeres se han marcado, es clara y, para ello, seguiremos trabajando fielmente con tesón y ahinco, actuando en todos los ambitos donde desarrollamos nuestra actividad como federacion y colaborando a nivel nacional e internacional con quienes tengan tambien esa seguridad y firmeza.

La dignidad y la igualdad de la mujer en general y de las gitanas en particular es nuestro objetivo.

Desde KAMIRA sabemos que el liderazgo en actividades y proyectos dirigidos a hacer avanzar a la mujer en todo los niveles, requiere mucho esfuerzo, y tesón y no bajar la guardia para obtener lo que nos corresponde por derecho. Y en este trabajo también queremos contar con los hombres. Queremos hombres feministas que se unan a nuestra causa y que nos ayuden a cambiar nuestra sociedad, hombres corresponsables a todos los niveles, que compartan tareas y responsabilidades con nosotras.

A todas la mujeres del mundo mandamos un mensaje de solidaridad y fuerza, para que sigan trabajando unidas hacia un futuro cada vez mas presente, en el que hayamos conseguido vencer las barreras que aun quedan por derribar.

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Gitana KAMIRA, lo diremos alto y claro para que sea oído por todas y todos. La mujer está aquí en plano de igualdad, y no descansaremos hasta poder ver cumplidas todas nuestras metas como mujeres y como gitanas en esta sociedad. No todos los ciudadanos de un Estado tenemos que ser igual de poderosos y poderosas, pero todos, hombres y mujeres, debemos ser igual de libres y tener las mismas oportunidades.

UPRE ROMNNIA.
Arriba Gitanas. Arriba Mujeres.
Por nosotras.

Juana Martín homenajea en París a Camarón de la Isla

Juana Martín, al finalizar el desfile en homenaje a Camarón en el Ayuntamiento de París (RTVE)

La diseñadora cordobesa y gitana Juana Martín presentó recientemente en París una colección dedicada a Camarón de la Isla como tributo a los 30 años de la legendaria actuación del artista flamenco en la capital francesa.

El salón de las Tapicerías del Ayuntamiento parisino acogió el desfile «Camarón, 30 años después», en el que se celebraron tanto las creaciones de volantes, sedas, lunares y tocados de la diseñadora, como la interpretación en directo de algunos emblemáticos temas de Camarón.

La colección de Juana Martín (Córdoba, 1974), presentada paralelamente a la Semana de la Moda de París, cautivó a una exclusiva y restringida audiencia por la complejidad de sus volantes inspirados en los vestidos del flamenco.

«Los volantes tienen vida, me dicen por qué no doy un máster en cómo hacer los volantes, aunque ya los utilicen grandes creadores en todo el mundo, pero cuando lo crea una andaluza, una mujer del flamenco, una gitana, cobra vida de otra forma», aseveró en unas declaraciones a EFE.

Los vestidos de la diseñadora cordobesa alternaron la exuberancia con la austeridad y destacaron también por su variedad tonal, desde los ocres, hasta los rojos pasión.

«Presentamos un estilo flamenco actualizado muy limpio, con tocados maravillosos de Tolentino», refirió. Unas creaciones que, según Juana Martín, encarnan a un tipo de «mujer con fuerza», «libre» e «independiente».

La cordobesa juzgó que su condición de «mujer, andaluza y gitana» le llevó a tener que trabajar de forma «constante» para hacerse un hueco en el mundo de la moda.

Su compromiso social, reflejado en su colaboración con la asociación Panyabí, que promueve la integración de personas gitanas en el mercado laboral, llama la atención en un mundo de la moda visto por muchos como frívolo.

«Soy una soñadora en el mundo de la moda global», arguyó la creadora, que cuenta con dos tiendas, una en su Córdoba natal y otra en Sevilla.

Entre los cerca de 150 asistentes al exclusivo desfile, destacaron la alcaldesa de París, la hispano-francesa Anne Hidalgo, cuyas raíces son gaditanas, y el Embajador de España en París, Fernando Carderera.

También fue muy aplaudida la actuación en directo de las heterodoxas interpretaciones de la música de Camarón (‘Rosa María’, ‘Nana del Caballo Grande’ y ‘Entre dos Aguas’) a cargo de la voz de Manuel Moreno Maya ‘El Pele’ y del violín de Paco Montalvo.

Cuando la crueldad de un ser humano no conoce límites

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

Ayer recibí un WhatsApp de mi amigo Carlos, un gitano que vive en Madrid, en el que me decía: “Juan de Dios, me ha llegado un video terrorífico de maltrato infantil. ¿Conoces de algún sitio donde poder denunciarlo? Te lo voy a enviar, pero te advierto de la crueldad de las imágenes”. El vídeo dura un minuto y 35 segundos y tiene una carga de 14.333 KB. Cuando el archivo llegó a mi teléfono móvil lo abrí con una cierta precaución, advertido como estaba de que contenía imágenes muy duras.

Por un momento pensé que aquel video debía contener escenas de violencia ejercidas por algún pederasta intentando abusar sexualmente de alguna niña. O de algún padre desnaturalizado, que los hay, que pegan con gran fuerza a sus hijos para “educarlos”, según ellos, o para obligarles a realizar actos a los que los niños se niegan. Pero no, lo que aquel video contenía era terrorífico. Infinitamente más inhumano. Tanto que no pude soportar lo que estaba viendo y a los 30 segundos interrumpí la reproducción.

Dejé pasar unas horas. Pensé que difícilmente podía tomar una determinación sin ver el contenido completo de la película. Y puse en marcha de nuevo el reproductor del teléfono. Con gran esfuerzo superé el trozo que ya había visto y me adentré en el espacio restante. Pero tampoco pude continuar. A los 45 o 50 segundos me vi obligado a parar. No podía resistir el ver a un tipo de mediana edad martirizando sádicamente a tres niños pequeños, desnuditos, encerrados en una especie de habitación de tortura donde se veían cadenas colgadas de las paredes. Y empecé a llorar. No me avergüenza reconocerlo. Soy muy mayor y esa reacción mía sería una prueba de la debilidad emocional que, a veces, son inherentes a los años. Como tampoco pude evitar que se agolparan en mis recuerdos las imágenes de mi infancia, en las que mi madre, pobre gitana que se quedó viuda siendo muy joven, era capaz de abordar al lucero del alba para lograr un trozo de pan para sus hijos.

Finalmente, esta mañana, revistiéndome de una coraza de fortaleza más ficticia que real he logrado ver el vídeo completo. Ahora yo podría proporcionarles un enlace para que usted, amable lector, lo viera. Pero no lo voy a hacer. A pesar de que otro amigo mío, alarmado y sorprendido ante tanta maldad, me haya enviado una copia. Por lo visto empieza a correr por la red.

La cámara de los horrores

¿Qué pretendían los autores de este hecho criminal? Porque al menos eran dos las personas que intervenían. Una el maldito maltratador. Otra quien grabó el suplicio al que fueron sometidos los niños. Ya he dicho que no voy a proporcionar el enlace, pero háganse una idea de los hechos por esta simple descripción. En la habitación aparece un niño de unos ocho años, desnudo, colgando de una cuerda atada al cuello y sujeta al techo. Con sus manos, el pobre chaval trataba de aliviar la asfixia con que la cuerda apretaba su garganta. Al tiempo que el monstruo maltratador le pegaba con una vara de mimbre en su espalda y en sus piernas. Enseguida aparece por la derecha de la pantalla una niña de no más de dos años, semidesnuda. Como un gatito asustado corría a cuatro patas de un lado a otro de la habitación mientras el criminal la azotaba con su vara de mimbre. Los alaridos de la niña podían romper el alma del más cruel de los asesinos. Menos la de este malnacido, obviamente, y la de su colaborador que filmaba el martirio. Finalmente, por el lado izquierdo de la pantalla hizo su aparición, gateando, un bebé de poco más de un año acercándose a su hermano, supongo, que se contorsionaba colgando de la horca.

Y ahora, ¿qué podemos hacer?

Tardé en reponerme antes de ver con claridad que podía hacer. Me he pasado unas horas consultando documentación con el fin de dar los pasos adecuados que deben conducir a lograr los siguientes objetivos: primero, tratar de localizar e identificar a los autores de este criminal atropello. Sin duda es la meta más difícil de alcanzar por la dificultad que supone averiguar donde han tenido lugar los hechos. Luego la identificación de los autores que debe llevar a su detención inmediata hasta lograr, eso sí, ―suponiendo que residan en España― su encarcelamiento y condena, si así lo determinara un tribunal, a prisión perpetua revisable. Estos tipos no pueden andar sueltos por la calle. La consideración más benigna a la que algunos seguramente llegarán será decir que se trata de enfermos mentales que tras un periodo de observación y tratamiento pueden ser puestos en libertad. No entraré en esta oportunidad a discutir sobre si la cadena perpetua es compaginable con nuestra Constitución de 1978. No lo es, ciertamente. Pero cuando la pequeña Mari Luz Cortés apareció asesinada por un irredento pederasta, me uní a su padre, Juan José Cortés, en una fructífera campaña que logró que nuestro Parlamento estableciera la prisión permanente revisable. Pero de este tema me volveré a ocupar dentro de unos días.

Ahora se trata de encontrar cuanto antes a los autores y para ello me he puesto en contacto con la Guardia Civil donde he formulado la denuncia correspondiente, aportando una relación de los hechos tal como han llegado a mi conocimiento y un soporte pendrive con la grabación integra del video.

Segundo: combatir el delito telemático

¿Quién le pone puertas al campo? ¿Qué empujó a los infames maltratadores de los niños a infligirles tan cruel castigo? Si la policía da con ellos ya lo averiguará. Pero yo no puedo evitar pensar que una de las motivaciones, tal vez la más pervertida de todas ellas, sea la de filmar el castigo para inundar las redes sociales del veneno letal que supone la deshumanización del ser humano. Yo he recibido ese tenebroso WhatsApp y sabe Dios cuanta gente lo verá también gracias a ese fenómeno milagroso e impensable hace tan solo unos años que son las redes sociales.

Me niego rotundamente a aceptar que quienes han puesto en circulación esa infamia lo hayan hecho haciendo un uso legítimo de la libertad de expresión. Será la libertad de expresión del infierno. La libertad de expresión es la mayor conquista de la humanidad civilizada establecida en el artículo 19 de la Declaración Universal de 1948. Pero esa libertad, fundamento indispensable de la democracia sin la cual no puede subsistir, también tiene unos límites.

Todos sabemos que las sociedades civilizadas y los pueblos democráticos reconocen que hay necesidad de poner límites a la libertad de expresión cuando su ejercicio viola la permanencia de otros derechos igualmente legítimos. Y para traer a primer plano la importancia de este hecho, muchos intelectuales, expertos en el estudio de las libertades, suelen recurrir a John Stuart Mill autor de la teoría del “principio del daño”. Su teoría, que no ha sido plenamente aceptada por todo el mundo, a mí me parece acertada. Stuart, siempre sostuvo que la libertad social consistía en poner límites al poder de los gobernantes, de tal forma que no pudiesen utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la sociedad.

Joel Feinberg, que es un filósofo contemporáneo, es mucho más preciso que Stuart Mill, porque pertenece a otra generación radicalmente distinta de la del siglo XIX, y entendió que el “principio del daño” dejaba indefensa a muchas personas que tendrían que sufrir las consecuencias del daño causado, cuando ese daño podría haber sido evitado. Por eso propuso el “principio de ofensa” considerando que es necesario ofrecer una protección contra los comportamientos ilícitos de los demás. Entonces, para no infringir la ley, considera que algunas formas de expresión pueden ser legítimamente prohibidas porque son muy ofensivas.

Principios fundamentales que la sociedad debe defender a ultranza

Hay principios que hay que salvaguardar y que bajo ningún concepto deberían estar supeditados ni al poder político, ni a los poderes económicos ni al poder subliminal que ejercen los portavoces de las ideologías o del progresismo entendido como un erial donde no existen las fronteras. La difusión del vídeo que motiva mi denuncia debe ser prohibido y quien lo realizó condenado por las mismas leyes que garantizan el derecho a vivir en democracia plena.

La catedrática de filosofía Victoria Camps ha catalogado los tres conceptos que enmarcan la figura singular de los seres humanos: la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales. Conceptos, dicho sea de paso, que remiten el uno al otro, puesto que: 1) los derechos humanos son los que dan contenido a la dignidad.  ¿Dónde ha quedado la dignidad del ser humano, vil y violentamente destruida por el comportamiento de unos monstruos sin conciencia? 2) uno de los núcleos centrales de los derechos humanos es el de las libertades fundamentales. ¿Dónde quedó el derecho fundamental de esos angelitos a vivir?

Quiera Dios que la policía dé con ellos y la sociedad se libre de unas alimañas que no merecen vivir.

Palabras y latidos

Jesús Salinas agradece su galardón durante la entrega de premios / FSG
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Recibir el premio de la Fundación Secretariado Gitano es una alegría que tiene un efecto multiplicador, alegra a quien lo da, a quien lo recibe y a cuantas compañeras y compañeros de trabajos e ilusiones, que a lo largo de estos casi cuarenta años han compartido conmigo este camino y también deben compartir este reconocimiento. Se agranda esta alegría por venir de una institución intercultural con la que tantas afinidades tengo.

Viene a premiar la Fundación Secretariado Gitano en mi persona a cuantos como yo hemos trabajado y trabajamos desde la base, desde el día a día de la escuela, el contacto directo con chavorrillos y chavorrillas que de la mano nos han llevado a conocer a su familia, a su mundo de duquelas y alegrías, a sus pasiones y necesidades, a sus sueños, a sus nomadismos, a sus persecuciones, a la lache (a la vergüenza) que da esta sociedad nuestra en su trato a nuestros conciudadanos gitanos.

La asociación de Enseñantes con Gitanos, y mucho más la escuela pública, está repleta de personas tan relevantes para sus alumnas y alumnos como desconocidas para la sociedad.

La escuela y el ser maestro me han permitido, aprender y enseñar.

Cogido de sus manos y desde la pedagogía de la ternura, nos hemos enseñado mutuamente una lección en la que aprendimos la necesaria relación con sus familias y el contar con su confianza para trasladarnos la autoridad sobre sus hijos, autoridad que no teníamos.

Necesitaban sentirse reconocidos en los contenidos escolares que se desarrollaban, ver en las paredes del colegio reflejado su mundo y los personajes gitanos que son sus referentes.

Desde nuestra responsabilidad como docentes debíamos asumir las tremendas desigualdades de partida y nos propusimos una educación de calidad que promocionara a cuantos pasan por la escuela; denunciar la urgente desaparición de los colegios gueto, donde no existe la convivencia ni la socialización con los iguales de su generación; romper prejuicios y estereotipos desde un modelo de escuela intercultural, que reconozca las diversidades y, sin abandonar lo que sabemos, enseñar desde otras miradas, desde otras culturas, desde otras sabidurías como es la que aporta el Pueblo gitano.

Mi pasión por la fotografía tropezó en la escuela con la incontenible forma de vivir de las niñas y niños gitanos, con las escondidas iconografías de su cultura, con la dignidad con que disfrazan, muchas veces, su difícil vida. Ya mayores, con sus propias hijas e hijos, mi continúa participación en el asociacionismo gitano y, ante todo, el aprecio de mis amistades gitanas hicieron el resto: fiabilidad, cercanía, complicidad, naturalidad,… Nadie se asoma a los ojos de mis cámaras si no quiere, estoy más encantado en convivir y compartir, que en fotografiarles. La amistad es un valor que con el tiempo aumenta y se hace imprescindible para vivir con alegría.

La presencia de lo gitano en mi fotografía viene a reconocer la peculiar manera de estar, de mirar, de crear un territorio invisible poblado por la centrífuga fuerza de sus ojazos trasmisores de impulsos amigables, viajes inacabados, persecuciones no tan lejanas, que me han llevado a sumarme a este viaje que nunca se acaba, aportando en esta forma de verdad (verdad fugaz, de un instante siempre irrepetible) que es la fotografía, una mirada cercana, respetuosa y enamorada de este paisaje humano que siglo tras siglo se empeña en provocar y seducir a la utopía de la libertad.

Feliz este día donde el mejor premio es saber que las familias gitanas defienden la educación como la mejor manera romper la desigualdad. La educación os hará libres decía Sócrates hace 2.400 años y lo sigue diciendo en la actualidad Juan de Dios Ramírez Heredia:  Los conocimientos, la educación y la cultura abren puertas de libertad.

Sé, por lo que vivo con ellos, que compartimos más contenido cultural que aquel que nos diferencia. Sumar, intercambiar, respetarnos, asumiendo la diversidad cultural, pero ante todo la igualdad en derechos. Y compartiendo la fraternidad que tan bien dejó proclamada nuestro amigo, y poeta, y gitano, Pepe Heredia:

Un hombre tiene su hermano
en otro hombre que tiene
igual de limpias las manos
.

Ni delante ni detrás, siempre a su lado. Como nos enseña nuestra maestra Teresa San Román :

No se trata de elegir por ellos, por ellas. Se trata de andar juntos, cada uno a su manera, por el mismo camino.

 

(Discurso de Jesús Salinas con motivo del galardón que le han otorgado en la entrega de los Premios Fundación Secretariado Gitano 2017)

La Fundación Secretariado Gitano entrega sus premios

Los premiados posan con su galardón / FSG

El pasado 26 de febrero tuvo lugar la entrega de los Premios Fundación Secretariado Gitano 2017, unos galardones que destacan la labor social, cultural o humana de personas, entidades o instituciones del ámbito nacional o internacional relacionada con el avance en la inclusión social y bienestar de las personas gitanas. Estos son los premiados:

El ganador en la Categoría ‘Educación es Futuro’ fue la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, cuyo consejero, Fernando Rey Martínez, fue el encargado de recoger el galardón. El motivo de este premio es la introducción de la cultura y la historia gitana en el currículum académico de Castilla y León.

Fernando Rey, consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, premiado por incluir la cultura y la historia de los gitanos en el currículo escolar / FSG

El Premio en la Categoría “Pere Giménez Pubill, Tío Peret” ha recaído en Juan de Dios Ramírez Heredia por su compromiso e impulso al movimiento asociativo gitano y su capacidad de liderazgo como referente para personas gitanas y no gitanas.

El ganador en la Categoría ‘Comunica con Conciencia’ fue Canal Sur Radio y TV por su implicación en la producción de contenidos audiovisuales referentes al pueblo gitano, promoviendo las aportaciones culturales de los gitanos y gitanas andaluces.

Jesús Salinas agradece su galardón durante la entrega de premios / FSG

El Premio ‘Solidaridad con G’ Individual fue para Jesús Salinas Català, por su dedicación a la comunidad gitana y su esfuerzo constante para que la situación del alumnado gitano mejore, desde un profundo respeto a su identidad y a la diversidad cultural.

El ganador en Categoría ‘Solidaridad con G’ Modalidad colectiva fue para el Intergrupo contra el racismo y en defensa de la diversidad (ARDI) del Parlamento Europeo por su encomiable labor en la lucha contra el antigitanismo.

El ganador en la Categoría ‘Empresa Transformadora’ fue la Fundación Orange por su implicación con la profesionalización de las mujeres gitanas y por contribuir de una forma muy significativa a mejorar sus condiciones de vida a través de la formación.

La historia de María Lozano, ‘La Gitana’, una de las primeras fusiladas por la dictadura franquista en Madrid

Paredón del Cementerio del Este (hoy La Almudena) en el que fueron fusiladas 3.000 personas

Se llamaba María de la Salud Paz Lozano Hernández, (conocida como “La Gitana”) y había nacido en Valladolid el 11 de octubre de 1909. Sus padres se llamaban Ramón Lozano y Encarnación Hernández, y pertenecía a Solidaridad Internacional Antifascista, creada por la CNT en Valencia en abril de 1937.

Ingresó en la madrileña prisión de Ventas el 1 de diciembre de 1939. Al final de la guerra -concretamente el 15 de junio- había dado a luz un bebé, de nombre Florentino, que en ese momento tenía cinco meses de edad. Se llamaba como su padre, Florentino Salcedo Abascal, nacido en Valladolid el 19 de junio de 1904.

El martes 16 de enero de 1940 a las once de la noche, según figura en el certificado médico expedido por el médico de la prisión, fallecía el niño a causa de una bronconeumonía. Su padre, que había sido detenido y encerrado en la cárcel de Santa Rita el mismo día que María, fue fusilado en el cementerio del Este al día siguiente, miércoles 17.

Horas después, en la madrugada del viernes 19, la joven libertaria -conocida como ‘La Gitana’- salió de la prisión para no volver jamás. El testimonio de Josefina Amalia Villa abre el segundo tomo del libro Cárcel de mujeres (1985), de Tomasa Cuevas:

La gitana

«Formaban parte de un mismo expediente anarquista ella y una mujer que ingresó embarazada -y a eso debió su vida-, y los maridos, fusilados ambos. La pobre gitana tenía consigo a un niñito. La criatura enfermó y murió: aquella tarde estaba la mujer al lado del cuerpecillo como muerta también. Por la noche llegó la orden de ejecución. Se pidió, y se consiguió, que la dejasen vivir aquella noche. ¡Sólo una noche más al lado del cuerpo del hijo muerto! Cuando vinieron a buscarla, veinticuatro horas más tarde, iba como muerta, arrastrada, empujada, sin voluntad, sin vida ya».

El nombre y el expediente procesal de María Lozano ya habían sido localizados hace años en el archivo del Centro Penitenciario Victoria Kent. Ahora, el informe elaborado por un grupo de expertos para el Ayuntamiento de Madrid –presentado recientemente- la señala como una de las primeras mujeres ejecutadas en Madrid al finalizar la Guerra Civil, dato que ya aparecía en Mujeres encarceladas: la prisión de Ventas, de la República al franquismo, de Fernando Hernández, a su vez coordinador del informe. Su identidad pudo completarse gracias a los datos que facilitó la familia a la asociación Memoria y Libertad.

(De Fernando Olmeda; Nueva Tribuna)

Las palabras, la escritura y la Historia

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En enero de 2016, el Desván del Museo me brindó la oportunidad de dar a conocer al mundo una muestra, en primicia, de la obra poética del escritor argentino-romaní Juan Luís Aguilera (Santa Fe, 1928 – Buenos Aires, 2003). Dos años después, el primer poemario de este maestro del verso libre, orfebre de complejas metáforas que combinan elementos orgánicos y conceptuales, está en proceso de edición.

La primera vez que leí el conjunto de manuscritos que componen el poemario de Juan Luís Aguilera quedé profundamente impresionado; tuve la sensación de estar entrando a un nuevo continente poético. Su estilo nos transporta a un plano trascendente en el que intersectan líneas de fuerza psicodinámicas, histórico-civilizatorias y cosmogónicas. El magistral uso de fórmulas significantes que captan tanto la condición de arrojo material de la existencia humana como la lucha por encontrar coordenadas de sentido en un plano metafísico, sitúa a la poesía de Juan Luís en la estela de poetas como Hölderlin o Tagore; esto es, en la senda del legado de quienes cuidaron por hacer del lenguaje poético un canal de comunicación entre El Cielo y La Tierra, entre lo Temporal y lo Eterno, entre la Humanidad y los Dioses.

Trazando un camino paralelo a la poetisa polaca-romaní Bronisława Wajs, conocida como Papusza, Juan Luís fue pionero en abrir el camino hacia una transición progresiva de la oralidad a la escritura, en la cultura y el pensamiento romaní. Periodista de profesión, su existencia estuvo atravesada por el pathos poético que afecta a quienes sobrevuelan las coordenadas terrenales para otear el Parnaso. Como el legado de tantos emisarios de Hermes, los himnos de Juan Luís nos llegan de manera póstuma.

Agradezco a la Revista Amarí que dé cabida en sus páginas a un poeta tan nuestro como universal, tan gitanamente cosmopolita; que le canta al tiempo inmemorial, al eterno retorno de los ciclos naturales y al maná de la tierra trasmutado por las almas y los cuerpos, alimentando el ser de la identidad humana en eterna búsqueda de sí; transitando el sueño de la existencia. He tenido el enorme privilegio de editar el manuscrito original. Os presento tres poemas.

 

CONDICIÓN DE EXISTIR

Vehemencias de semillas y milagros de lluvias
resolvieron en surcos su condición de trigo.

Inaugurando en antiguas religiones bautismales
ritos.

Fueron también densidad de uvas maduras.
Expectativas de añejados vinos
conformando universales templos.
Cíclicas redenciones en espaciados hitos.

Nutrientes sin voces traspasaron
de alma en alma su alimento convertido.
Abriendo caminos en sucesivos ciclos
de partos dolorosos, nostalgias, recuerdos.

En multitud de noches obstinadas en construir
una identidad ancestral,
en silencio.

El Ser proyectado en dimensiones
que desafían relojes y tiempos arbitrarios.

Existo porque puedo transitar en imaginación
constante.
Soñando aquel que fui
en repetidos ciclos renovado.

Sigo siendo, en ayeres infinitos,
el hoy total.
Absoluto.
Existo porque sueño.

 

LUZ

Yo amé la luz
cuando los soles germinaron,
anunciando otros resplandores
en súbitos espasmos de vida,
en raíces nuevas.

Yo amé la luz
que atraía el vuelo de las mariposas.
Amé el alba.

Yo amé la luz
cuando entregaba ofrendas de colores.
Redenciones nuevas.

Combustiones lentas,
impregnando las cosas y sus esencias.

Hoy me mordió la sombra,
me visitó el tótem de la noche.
Y tengo las manos llenas
de cenizas del incendio
de remotos sacrificios.

Yo amé la luz.

 

SOLEDAD

Siento cómo la inmensa soledad
de los espacios desiertos
transita lentamente hacia mi frente.
Y siento mis manos
prolongarse en la extensión de la unidad
Absoluta.

El horizonte ante mis ojos
antes que mis ansias.

Hay viejos astrolabios
en los confines de la sangre
controlando las viejas rutas
en los sueños expectantes.

Pero hay una inmensa soledad
de velas y timones fragmentados.

Hay una soledad
que niega órbitas y elipses.
Una soledad de naufragios
y árboles abatidos.
Una soledad de templos sin dioses.
Una soledad de pájaros dormidos.

Erguido en gesto de lid,
quiero oponer a la inmensa soledad
mi existencia.
Los sueños de mi frente.
Las voces de mis manos.

Afirmando el derecho circular,
los rayos de luz afirmando.
El derecho al asombro
de mis ojos.
De mis vértices de angustia
que elaboran cósmicas oraciones.

Hay antiguos diálogos
de estrellas y astrolabios
en los cauces de la sangre.

Hay reminiscencias de otras religiones.
Y de antiguas civilizaciones
de perfiles anulados.

 

El valor de la poesía de Juan Luís Aguilera permite rastrear las huellas de un pensamiento nómada, el arquetipo del inconsciente de un pueblo que se ha formado como tal en la diáspora, reiniciada en calas discontinuas de la historia, dando lugar a un inmenso repertorio de variaciones y adaptaciones culturales; a través de las cuales la cultura romaní se despliega configurando una compleja estructura de fractales: aparentemente fragmentada e irregular, pero con patrones inconscientes compartidos tanto en las dimensiones estéticas como morales de la existencia.

Un fantástico análisis de este despliegue cultural, a través de la música, lo encontramos en el film Latcho Drom, de Tony Gatlif. Creo que el reto del descubrimiento de la cultura romaní pasa por comprender los patrones constitutivos del imaginario inconsciente de la diáspora gitana, a través del análisis de la palabra, o sea, del acceso a los significados; pues hasta el momento, ‘lo gitano’ ha sido principal (si no exclusivamente) entendido a partir de la música. El carácter oral del patrimonio cultural romaní ha condicionado obviamente este modo de mostrarse al mundo, a través de micro-relatos cantados, sin llegar a producir una gran narrativa escrita, que haya podido dejar constancia de las rutas milenarias que han llevado a este pueblo desde las orillas del río Indo hasta los territorios de la parte austral de América del Sur.

No es baladí que, en los primeros intentos de dar cuenta de sí, a través de la palabra, en los albores del s. XX, el recurso usado tanto por Juan Luís como por Papusza fuese la poesía: ese género literario que sintetiza el pensamiento en símbolos que traspasan las fronteras de lo real, buscando respuestas en significantes que remiten a lo no pensado, usando la imaginación como fuente de conocimiento y de cuestionamiento del mundo. Sintomáticamente, el gitano Melquíades, en Cien Años de Soledad, portaba consigo en todos sus viajes unos pergaminos escritos por él mismo en verso, en sánscrito (su idioma nativo).

En mis años de estudiante (aún lo soy, pues que es un investigador sino alguien cuyo oficio es el estudio de un ámbito de lo real), siempre me interesó el proceso de transición en el que los pueblos pasan de la oralidad a la escritura, y en cómo ese tránsito afecta no solo a su pensamiento y al modo de contar la historia, su propia historia y la historia de las demás; sino más aún, en cómo la escritura ha afectado el modo de hacer historia, a través de los sistemas de comunicación y administración que regulan la existencia de los pueblos.

La cultura del pueblo gitano ha sido y sigue siendo fundamentalmente oral, y esta oralidad ha marcado su carácter de pueblo libre (no sin pagar un alto precio histórico por ello). No obstante, la poética romaní se ha ido abriendo camino en el último siglo, y me pregunto si acaso no es ese un modo de hacer y de escribir la propia historia de un pueblo diverso, cuya patria está hecha de todas las patrias del mundo, y cuya memoria (más imaginaria que real) está, paradójicamente, en el en el porvenir.

 

Desde la Universidad del Nº 9. Invierno de 2018.

Artículo publicado en la revista Amarí: http://www.amarirevista.com/2018/02/02/las-palabras-la-escritura-y-la-historia/

Cathy Claret reivindica su espacio

Cathy Claret

No son pocas las personas que siguen descubriendo a Cathy Claret, y eso que cumple más de treinta años de carrera. Pero la sorpresa es grata cuando se sigue la estela peculiar de esta artista inclasificable, que hizo de la fusión flamenca y el pop francés una seña de identidad. Apadrinada por grandes artistas gitanos, Cathy vuelve con un nuevo disco, Primavera. Os invitamos a leer el siguiente reportaje sobre ella publicado en El Salto:

https://www.elsaltodiario.com/musica/cathy-claret-el-flamenco-se-hizo-pop

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