Las jornadas de ‘Igualdad de Trato y No Discriminación en la Comunidad Gitana en Exclusión’, organizadas por Unión Romaní en colaboración con la Universidad de Burgos, llegaron el jueves día 4 de abril a su final en la Facultad de Educación con las dos últimas ponencias y tras tres intensos días de formación teórica y práctica.
La primera de las sesiones estuvo a cargo Esther Consolación González, profesora de la Universidad de Valladolid, psicopedagoga de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León y coordinadora del Centro de Educación Juvenil para la Salud en Valladolid, que disertó sobre la gestión de los conflictos vistos desde una perspectiva inclusiva e intercultural.
González remarcó la importancia de “detectar y conocer” el conflicto en primer lugar, para poder luego “trabajar en la solución”, y apuntó a la “comunicación y la empatía” como pilares fundamentales para llevar cualquier problema a buen término. En el caso de la comunidad gitana, insistió además en que el mediador debe aprender sobre sus valores y preguntarse “cómo se entiende el conflicto desde otra cultura”.
En este sentido, se refirió a la figura del ‘hombre de respeto’ en la minoría gitana, también conocido como ‘patriarca’, que “facilita mucho las intervenciones que se llevan a cabo desde los servicios sociales” al actuar como intermediario reconocido por todas las partes. Y para finalizar su exposición teórica, antes de iniciar una dinámica grupal, concluyó con una advertencia: “No prometáis nunca cosas que no vayáis a ser capaces de cumplir. Si como mediadores faltamos a nuestra palabra, ahí ya sí que hemos perdido”.
Posteriormente, en la sesión práctica hizo que los asistentes analizaran distintas noticias publicadas por medios de comunicación sobre los gitanos, para que observaran el lenguaje utilizado, así como los estereotipos y prejuicios. A continuación, se llevó a cabo una puesta en común con todas las conclusiones.
Poco después, el broche final lo puso Juan de Dios Ramírez Heredia, que cerró las jornadas con una conferencia titulada ‘Aspectos sociológicos de la comunidad gitana’.
Presidente de Unión Romaní y del Instituto Romanó de los Servicios Sociales, además de maestro, periodista, abogado y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, entre otros muchos cargos y responsabilidades tanto a nivel nacional como internacional, el que fuera también primer diputado gitano de España comenzó haciendo una reflexión sobre el concepto de minoría gitana y destacó que pese a ser visible en comparación con otras “se nos ve pero nadie sabe quiénes somos”. En concreto, apuntó al desconocimiento de “la cultura, los valores y la historia íntima” de esta comunidad, a pesar de lo cual ha sabido sobrevivir y mantener su identidad entre mucha adversidad.
“¿Cómo es posible que este pueblo analfabeto y maltratado a lo largo de la historia haya podido conservar su sentimiento de pertenencia, sus leyes fundamentales, su sentido de la vida y su idioma?”, se preguntaba. “Muchos intelectuales se extrañan de que no hayamos desaparecido” entre tantas dificultades, apostilló. A este respecto, hizo un repaso por el origen y la llegada a Europa y a España de los gitanos, deteniéndose en las persecuciones que han sufrido y el tratamiento recibido por parte de los distintos poderes públicos a lo largo de la historia.
Finalmente, y tras intercalar algunas de sus vivencias personales durante toda la conferencia, explicó el sistema que ha puesto en marcha Unión Romaní para enseñar la lengua gitana a los jóvenes, el romanó, y que se fundamenta en la formación de pequeños grupos de alumnos con profesores gitanos de diversos países europeos y reconocido prestigio. Como despedida, mostró su satisfacción por el hecho de que cuatro gitanos vayan en las listas de distintos partidos políticos a las próximas elecciones generales (Ismael Cortés, Sara Giménez, Beatriz Carrillo y Juan José Cortés: “Se están recogiendo los frutos de lo sembrado”, afirmó.
El objetivo de estas jornadas es que educadores, sanitarios, trabajadores sociales y estudiantes de estas disciplinas adquieran las competencias y conocimientos necesarios para aplicarlos en sus intervenciones con familias gitanas en contextos desfavorecidos, con el fin de que puedan desarrollar su trabajo con mayor calidad y garantía de éxito.
Las mismas están financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y se vienen realizando desde hace más de 16 años por toda la geografía española en colaboración con numerosas universidades.