La ausencia de José Menese

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Conocí y traté a José Menese durante muchos años. Lo presenté en cuantas actuaciones tuvo en los teatros de Barcelona. Le admiré como persona y como cantaor. Ambos compartíamos el amor y el respeto por Don Antonio Mairena. Y frecuenté su peña flamenca como si fuera mi propia casa.

Permítanme hacer mías algunas de las consideraciones que expresa Manuel Bohórquez y que siguen a estas líneas.

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Hoy hace siete años (29 de julio) que nos dejó uno de los cantaores más puros y portentosos de la historia del cante andaluz. Él lo llamaba cante gitano-andaluz, como su maestro Mairena. (…)

José Menese fue un grandísimo cantaor con estilo propio, grandes conocimientos y un compromiso insobornable con la pureza. Evidentemente que no era perfecto, pero es que la perfección no es nada flamenca. ¿Por qué lo echamos de menos quienes somos insobornables seguidores suyos? Por cómo era, incluso con sus defectos. Tenía un corazón tan grande como la Fuenlonguilla y si te daba su amistad era para siempre. Si te tenía que decir en la cara que eras una babucha, te lo decía. (…)

Con sus defectos y virtudes, Menese es un artista inmortal. Pasarán los siglos y siempre aparecerá como un cantaor clásico indestructible. Dejó una obra discográfica que debería ser de obligada escucha en los colegios, y eso es lo que deja un artista, su obra. Lo demás se va borrando de la memoria. Ya casi ni me acuerdo de los problemas que tuve con él por mis críticas. Menese para mí es un cantaor del alma, de cabecera, que necesito para seguir creyendo en el cante por derecho. A veces escucho sus discos encerrado en mi despacho, a oscuras, porque necesito seguir sintiendo el torniscón de su eco jondo, siempre tan comprometido y puro. (…)

La última vez que lo vi fue en el Central y mejor que no lo hubiera visto. Estaba destrozado, acabado, roto. Cuando salí del pueblo tuve que parar el coche en los olivos y echarme a llorar. Fue la última vez que lo vi con vida. Su ausencia me mata, es tan dura como su cabeza.

Leer más. Manuel Bohórquez. https://elcorreoweb.es/opinion/columnas/la-ausencia-de-jose-menese-BC8703056