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El infierno existe: Auschwitz-Birkenau

Un grupo de niños, con el característico pijama de rayas, esperan detrás de la alambrada / Wikimedia Commons

 El día 27 de enero de 1945 el ejército rojo que venía de Rusia entró en el Campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Construido por los nazis alemanes en territorio polaco, muy cerca de Cracovia, fue el lugar más eficaz en la tarea de eliminación masiva de todas las personas que, a juicio de los criminales racistas, no debían sobrevivir. Se calcula que en este fantasmagórico lugar fueron muertos un millón y medio de personas inocentes.

Sin duda Auschwitz-Birkenau es el nombre que evoca el lugar más tétrico y alucinante done la máquina de asesinar funcionó durante más tiempo. Pero no hay que olvidar que el mapa del exterminio alberga muchos otros lugares no menos tétricos. La lista de los más significativos está formada por doce campos, algunos de los cuales no quedaban demasiado lejos del de Auschwitz-Birkenau por el número de víctimas. Yo he tenido el triste privilegio de visitar la mayoría de ellos, especialmente los más eficaces en su misión diaria de concentrar, matar y quemar a las víctimas. Treblinka fue uno de los más famosos y expeditivos de todos ellos porque en su interior logró aniquilar a más seres humanos en menos tiempo que ningún otro, incluido Auschwitz-Birkenau. Treblinka empezó a funcionar en julio de 1942 y se cerró en octubre de 1943. Es decir, un año y tres meses. Y en ese lapsus de tiempo aniquiló a más de 850.000 personas.

El campo de exterminio de Sobibor fue creado en marzo de 1942 y se distinguió por ser el lugar donde los nazis concentraron el mayor número de judíos soviéticos procedentes del frente del Este, así como prisioneros de guerra y gitanos. En este terrorífico lugar, fueron asesinadas unas 200.000 personas. Murieron, una vez introducidas en las cámaras de gas, no por el efecto del gas pesticida Zyklon B sino por las emanaciones producidas por un motor de gasolina de 200 caballos situado en un cobertizo cercano cuyas emanaciones eran introducidas por un tubo en la habitación donde aquellos seres indefensos, desnudos, esperan la muerte.  Las fosas estaban cerca. Cada una tenía entre 50 y 60 metros de largo por 10 a 15 metros de ancho. La profundidad oscilaba entre los cinco a siete metros.

El infierno existe: Auschwitz-Birkenau

Ha pasado el tiempo y siguen en mi memoria las imágenes terribles que contemplé hace doce años cuando inicié un viaje de una semana a Polonia para visitar detenidamente los principales campos de concentración y exterminio donde les arrebataron la vida a cinco millones ―sí, cinco millones. Hay que repetir la cifra para que nos hagamos cargo de la magnitud de la tragedia― de judíos inocentes. Y junto a ellos quinientos mil gitanos fuimos víctimas del odio y la ceguera racista de aquellas bestias sin conciencia para quienes la compasión y la misericordia eran sentimientos desconocidos.

Rudolf Höss el asesino de Auschwitz

Fue el primer director del campo de exterminio más diabólico del régimen nazi. El 30 de abril de 1940 fue nombrado comandante del nuevo campo y permaneció al frente del mismo hasta finales de 1943. Höss era una máquina perfectamente preparada para matar. Él fue quien emprendió la idea de ampliar Auschwitz construyendo Birkennau lo que le permitió aumentar el número de asesinatos diarios hasta alcanzar cifras espeluznantes.

Este Rudolf Höss fue especialmente sádico con los gitanos. Tanto en su etapa de director fundador de Auschwitz, como en su retorno al campo para poner en marcha nuevos procedimiento de exterminio, este demonio fue un entusiasta animador de Josef Mengele, el médico que fue nombrado director médico del Zigeunerfamilienlager —campo de familias gitanas— en el complejo de Birkenau.

La amistad de Megele con Höss le facilitó realizar con los gitanos adultos múltiples experimentos. Por ejemplo, dejaban que las enfermedades contagiosas se propagaran entre los prisioneros gitanos habida cuenta de que vivían hacinados en espacios minúsculos. En los juicios de Nuremberg se demostró que permitieron la propagación del tifus entre los gitanos para calibrar su resistencia. A otros les inyectaban la bacteria de la tuberculosis con el fin de hacer experimentos en la búsqueda de vacunas

 Pero la maldad del médico asesino de Auschwitz tenía precedentes en la que ha sido considerada la primera matanza en masa de niños. Fue en Buchenwald. 250 niños gitanos checoslovacos fueron asesinados durante las pruebas del Xyclon B ―el agente químico de las cámaras de gas―. Les suministraron cianuro en forma de cristales para ver cuánto tiempo tardaban en morir.

 Hasta que llegamos a las puertas del reino de la muerte

Confieso que la visita a los campos me produjo un impacto muy difícil de superar. Sobre todo, porque cada uno de ellos, a pesar de tener una finalidad común: el exterminio racista de quien no perteneciera a la raza aria, ofrecía aspectos de muy difícil catalogación a la hora de llevar a cabo los asesinatos. A mí me parecía que acabar con la vida de la gente fusilándolas, era más humanamente soportable que inyectándoles enfermedades, o dejándolas morir de hambre o de extenuación tras jornadas inacabables de trabajos forzados.

Poco a poco me fui mentalizando para enfrentarme a la prueba final que me esperaba en Auschwitz. Caminar por aquellos siniestros barracones era como estar sumergido en una película de terror. Ver montañas de gafas sustraídas a los prisioneros, miles de zapatos de toda clase y tamaño, pequeñas maletas con avíos de afeitar y peines de toda clase, me ponía un nudo en la garganta que, por más que intentara evitarlo, me hacían llorar. Entonces comprendí que nuestro guía, que nos acompañó durante todos los días de la visita, se negara a entrar en los pabellones. Él era judío, alto cargo del ejército de su país, que fue herido en una de las guerras en que participó y ahora, integrado en Yad Vashem ―Centro mundial para la conmemoración de la Shoá― dedicaba su tiempo a ilustrarnos sobre lo que supuso el Holocausto. ¡Claro que entendía que no pudiera entrar en aquellos espacios donde millones de paisanos suyos habían perdido la vida tras un suplicio incalificable!

 Y llegó el momento de entrar en las cámaras de gas

Al llegar a la entrada del pabellón donde estaban las cámaras de gas me armé de valor. Sabía que iba a entrar a un lugar donde unos años antes miles de gitanos y gitanas, hombres y mujeres, niños y niñas, acompañando a millones de judíos, discapacitados o de diferente orientación sexual, habían perdido la vida. Estaba nervioso, lo confieso. Pensé que lo mejor habría sido quedarme con el guía a la entrada, pero ya no podía dar marcha atrás.

Una joven judía polaca que nos acompañó a aquel siniestro lugar nos dijo que los que iban camino de la muerte entraban tranquilos. Habían sido hábilmente engañados. Les habían dicho que iban a tomar una ducha para evitar cualquier tipo de infección o enfermedad y que luego irían a sus pabellones de residencia. ¡Pobres infelices! Primero pasamos por un pequeño recinto donde debían depositar cualquier cosa de valor que llevaran encima. Y, por supuesto, anillos, cadenas, collares o relojes. Luego pasamos a otra habitación donde los inocentes debían desnudarse enteramente y depositar en unos estantes sus ropas que luego, les decían, debían recoger. Y finalmente entramos en la cámara de gas. Una gran sala, obviamente sin ventanas y con capacidad para albergar a mucha gente.

 Una vez cerrada la puerta empezaba la “solución final”.

Desde el exterior, con un sistema parecido al de una ducha, introducían cianhídrico o monóxido de carbono, así como el Zyklon B, un compuesto químico que liberaba grandes cantidades de ácido cianhídrico, un gas más pesado que el aire. Una página especializada describe así el punto final: “La muerte total de la multitud expuesta sobrevenía antes de 25 minutos. Como el gas actúa inhibiendo el ciclo metabólico celular respiratorio, las víctimas perecían por asfixia mientras sufrían espasmos y convulsiones”.

Desde fuera, los verdugos miraban como morían los inocentes a través de un cristal grueso colocado en la puerta, y cuando comprobaban que todos habían muerto, la abrían para ventilar y llevar los cadáveres al crematorio.

Hoy, 27 de enero, hace 75 años que los Aliados pusieron fin a esa terrible pesadilla, aunque me alberga el temor de que algunos grupos políticos, en esta convulsa Europa, no han aprendido la lección.

Conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto

Las siete velas blancas encendidas del acto en recuerdo de las víctimas del Holocausto del año pasado / Ayuntamiento de Barcelona

El 27 de enero (efeméride de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz) es la fecha designada por las Naciones Unidas como el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Un día más tarde, el 28 de enero tendrá lugar en el ‘Saló de Cent’ el tradicional acto de conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el día siguiente del 75.º cumpleaños de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por parte del ejército soviético.

Desde el año 2008, el Ayuntamiento de Barcelona rinde homenaje a las víctimas y organiza, conjuntamente con la Generalitat de Cataluña, dos actos institucionales: una conferencia en el Palau de la Generalitat y, después, un encendido de velas en el ‘Saló de Cent’, en recuerdo de todos los colectivos víctimas del Holocausto: judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados, opositores políticos, entre otros.

Se estima que más de 500.000 persones gitanas fueron asesinadas por parte del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que representó una aniquilación masiva del pueblo romaní (Samudaripen).

La rememoración de esta fecha expresa el compromiso de la ciudad de Barcelona con la promoción, la defensa y la difusión de los derechos humanos en la construcción de una ciudadanía democrática. En recuerdo de los más de seis millones de víctimas del Holocausto y como condena de cualquier manifestación de odio, violencia, antigitanismo y toda otra forma de racismo en la actualidad, el Ayuntamiento de Barcelona se une a las jornadas de conmemoración a escala internacional, como las de la UNESCO, las de Naciones Unidas u otras entidades memoriales y museos de todo el mundo.

Programa del acto conmemorativo

Martes 28 de enero de 2020

18.00 h, en el Palau de la Generalitat de Cataluña: Conferencia “Exterminio: de la memoria a la historia”, a cargo de Javier Rodrigo Sanchez, profesor de Historia Moderna y Contemporánea de la Universitat Autònoma de Barcelona. A continuación, habrá una lectura dramatizada de textos a cargo de Isabelle Bres y Ferran Lahoz bajo la dirección artística y selección de textos de Marta Marín-Dómine, especialista en literatura testimonial y erudita en el ámbito de la literatura concentracionaria. El acto será presentado por la periodista Olga Valencia.

19.30 h, en el ‘Saló de Cent’ del Ayuntamiento de Barcelona: Ceremonia del Recuerdo, que contará con la participación de las comunidades judía, gitana y homosexual y familiares de personas asesinadas y deportadas, y será presidida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La canción “Arvoles yoran por luvyas” una pieza sefardí que cantaban los judíos españoles en los campos de exterminio, abrirá el acto antes de encender las siete velas del recuerdo.

Cada una de las velas rinde homenaje a diferentes colectivos. La primera, a los seis millones de judíos asesinados por los nazis. La segunda, en recuerdo de la resistencia judía, y una tercera para el millón y medio de niños y niñas que sufrieron la barbarie nazi. Tres velas más se encienden para recordar las víctimas del pueblo gitano, los republicanos y las republicanas deportados en los campos nazis y a todos los otros colectivos que sufrieron la persecución. Finalmente, la séptima recuerda los “Justos entre las Naciones”, hombres y mujeres que arriesgaron su vida para salvar judíos y judías perseguidos.

El encendido dará paso a un minuto de silencio por las víctimas del Holocausto, la lectura de textos y la interpretación del “Gelem Gelem” himno del pueblo gitano, y el “El cant dels ocells”.

El error de repartir carnés de igualdad

Fachada del edificio donde se encuentra el Ministerio de Igualdad. / EFE
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En el debate público actual, hay muchos conceptos importantes que se vacían de contenido y cuyo significado se pervierte porque hay representantes públicos más preocupados en las medidas cosméticas que en la finalidad última que dicen perseguir. Sucede de manera clara en el caso de la defensa de la Igualdad, un derecho que a mi juicio debería reivindicarse siempre desde una perspectiva integradora y de cohesión.

Es por ello que me ha llamado la atención que la nueva ministra de Igualdad, Irene Montero, haya decidido excluir de los altos cargos de su ministerio a los hombres. A raíz de ello me pregunto ¿Sería integrador que solo los gitanos pudiéramos trabajar por la defensa de la igualdad del pueblo gitano, ¿Sólo las mujeres podemos defender la Igualdad entre hombres y mujeres? Como mujer gitana con amplio recorrido en la defensa de los derechos de mi pueblo, me parece una posición insensata y discriminatoria.

Conozco a muchos expertos no gitanos que son totalmente necesarios para lograr el alcance de la igualdad de trato y oportunidades de esta minoría. Lo mismo sucede con los expertos de cualquier otro ámbito. También en el de género.

¿Tiene algún sentido, después de todos los avances que hemos conseguido, volver a algo tan antiguo como que hay objetivos sólo de los hombres y otros solo de las mujeres? Dicho de otro modo, a mi juicio, no tiene nada de igualitario excluir a los hombres en los altos cargos precisamente del Ministerio de Igualdad. De hecho, excluir del debate de la igualdad a colectivos concretos porque no forman parte de minorías o grupos vulnerables, es igual de injusto que hacerlo con aquellos que sí forman parte de ellos.

Creo que la apuesta clara debe ser que trabajemos juntos, que promovamos que las personas y grupos afectados formemos parte activa, pero nunca excluyendo. Realmente flaco favor haríamos a la sociedad y a los grupos vulnerables si se crean compartimentos, al final, la consecuencia podría conllevar mayor exclusión.

El enfoque integral en esta materia –sea igualdad de género, de raza, origen, o grupo social– es totalmente necesario, me parecería un retroceso en el campo de la igualdad, abordar esta materia de derechos fundamentales dividiendo a nuestra sociedad por grupos de población, hay que trabajar teniendo en cuenta toda la sociedad y la especificidad de los colectivos que la conforman, pero nunca dividiendo.

Desde Ciudadanos proponemos trabajar por la Igualdad con una mirada intercultural e inclusiva. El desarrollo de nuestras propuestas se basa en transversalizar la igualdad en todos los ámbitos: educación, empleo, vivienda… Además, claro está, de contemplar la especificidad de determinados grupos de población. No consideramos respetuoso con el derecho a la igualdad excluir a nadie, no sería una manera avanzada y realista de afrontar la cohesión social y el respeto a los derechos fundamentales.

La sociedad no avanzará en igualdad si para defender los derechos de unos, vulneramos los derechos de otros, si enfrentamos y no adoptamos miradas interculturales. La desigualdad la pueden producir muchos factores (la pertenencia a un colectivo sobre el que pesan los prejuicios y estereotipos, estar en situación de pobreza, ser mayor, tener una discapacidad, tener una determinada orientación sexual, ser mujer, vivir en un pueblo etc.) y el trabajo tiene que hacerse desde un punto de vista inclusivo.

Hay que hacer una llamada de atención al avance en igualdad real con una mirada inclusiva y cohesionadora. El empoderamiento de determinados grupos es necesario, hay que promoverlo, pero nunca pisoteando los derechos fundamentales de otros. En Ciudadanos siempre lo hemos tenido muy claro: la verdadera igualdad no es empezar a repartir carnés de signo contrario, sino dejar de repartirlos para que todos seamos verdaderamente iguales.

A mí no me molesta el Crucifijo

Ya sé que lo que voy a decir a continuación no le importa a nadie, y es natural. Por eso pido disculpas por anticipado. Pero a veces hay que decirlo, sobre todo para evitar malos entendidos después de leer el titular de este comentario. Y peor aún. También sé que cuando diga que este comentario me lo ha sugerido ver a todo el Gobierno en pleno jurando o prometiendo sus cargos ante el Rey, poniendo su mano sobre un libro, depositado en una mesa, de la que han desaparecido el Crucifijo y la Biblia, alguno me tachará de cualquier cosa menos de bonito. Pero no se precipiten.

Puedo parecer muy pesado si digo que yo me considero un ciudadano de izquierda. Militante del PSOE con carnet desde 1977. Que siempre estuve comprometido con quienes luchaban por acabar con la dictadura y que en mi juventud tuve que dar muchas carreras delante de “los grises” por la plaza de Cataluña de Barcelona al tiempo que gritaba “llibertat, amnistía, estatut de autonomía”. Pero ni entonces me molestaba, ni ahora me molesta la imagen de un crucifijo.

Puedo entender, aunque no compartir, el afán de una parte de la ciudadanía en querer que desaparezca de la vida pública cualquier símbolo religioso que pudiera identificar a la sociedad en su conjunto con una determinada religión que en este caso sería la religión cristiana. Este afán militante, contrario a cualquier manifestación que pudiera identificar a los poderes públicos con el cristianismo, no es una invención nueva. Ya en el siglo VIII, durante el imperio bizantino, existió una corriente iconoclasta impulsada por el emperador León III. Fueron unos años de gran violencia contra quienes rendían culto a las imágenes. Tanta que el emperador mando una gran flota para castigar a los italianos cristianos que se negaban a destruir sus símbolos religiosos. Pero el viento jugó a favor del pueblo y una gran tormenta destruyó el armamento del emperador iconoclasta, con lo que la provincia de Rávena se separó del Imperio a causa precisamente de esta persecución religiosa. Finalmente, en el concilio ecuménico de Nicea, se levantó esta prohibición.

Crucifijo, Biblia, Constitución

La Cruz es el principal signo de la cultura española y la devoción popular por este signo se remonta al siglo IV cuando se descubrió, a causa de unas excavaciones ordenadas por la Emperatriz Santa Elena en el Monte Calvario, la verdadera cruz en la que fue clavado Jesucristo. Desde entonces la Cruz ha estado presente, generación tras generación, tanto en la vida tanto pública como privada de los españoles.

La Biblia es el libro sagrado para los cristianos de todo el mundo cuya cifra asciende a unos 2.500 millones de seres humanos. Es el texto más revolucionario de la historia porque ha conformado la implantación en la humanidad de unos principios de convivencia inexistentes en la civilización que le precedía. Ha sido traducida a más de 2.300 idiomas.

La Constitución Española es ―o debería ser― el libro más importante para los ciudadanos de nuestro país. Con todos sus defectos y limitaciones se trata del texto fundamental que ha obtenido mayor consenso a lo largo de la historia. Sus normas, sin duda alguna susceptibles de ser modificadas, han proporcionado a este invertebrado país el mayor y más prolongado periodo de paz y bienestar de nuestra historia.

Juramento del cargo de presidente de Mariano Rajoy Brey / EFE

Pero, Crucifijo y Biblia, ¿sí o no?

El Crucifijo y la Biblia aparecen en la escena de juramento del cargo de todos los presidentes de gobierno de España desde que se implantó en nuestro país la democracia. Están a disposición de todos los internautas las fotografías de Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis R. Zapatero. Impresiona la fotografía de Adolfo Suarez arrodillado ante un crucifijo de grandes proporciones. Los demás juran o prometen el cargo de pie ante crucifijos de más modestas dimensiones. Hasta que llegó Pedro Sánchez quien ordenó que se quitaran los símbolos religiosos y en su lugar fuera colocado tan solo un ejemplar de la Constitución.

¿Por qué? Porque España es un país aconfesional que no es lo mismo que ser un Estado laico. Efectivamente, los cargos se pueden “jurar” o “prometer” y quienes opten por la primera fórmula pueden legítimamente hacerlo ante los símbolos religiosos. De la misma forma que quienes opten por “prometer” pueden hacerlo prescindiendo de cualquier símbolo que suponga una vinculación religiosa.  Este es un derecho que consagra el artículo 16 de la Constitución.

De la Biblia se puede prescindir

Esta es mi opinión personal. A nadie se debe obligar a realizar un acto de tanta trascendencia poniendo su mano derecha sobre un texto que contiene para los cristianos la Palabra de Dios. Al fin y al cabo, jurar es poner a Dios por testigo de que lo que decimos es verdad. Y lo hacemos solemnemente, ante la nación española. Mientras que prometer no exige la apelación a Dios.

Para los cargos públicos representativos, en todos los niveles, el artículo 108 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General dispone que: «En el momento de tomar posesión y para adquirir la plena condición de sus cargos, los candidatos electos deben jurar o prometer acatamiento de la Constitución, así como cumplimentar los demás requisitos establecidos en las leyes o reglamentos respectivos».

Poner la mano derecha sobre la Constitución española me parece un gran acierto que debe complacer a todos los españoles al margen de cuales sean sus convicciones religiosas que siempre estarán garantizadas por la Carta Magna.

El Crucifijo podría mantenerse

Juramento del cargo de presidente de José Luis Rodriguez Zapatero /EFE

El Crucifijo, ciertamente, es un símbolo religioso. Pero, además, su imagen encarna la expresión más inequívoca de la cultura europea y española. En nuestro país el cristianismo tiene dos mil años de historia que se inician con la evangelización del apóstol Santiago ya en el sigo I de nuestra era. Cuando el imperio romano cae definitivamente, el cristianismo es declarado religión oficial y desde entonces, tras superar una políticamente convulsa Edad Media y tras vivir bajo el imperio de la Cruz la Reconquista contra el Islam, el cristianismo alcanza su mayor reconocimiento cuando Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla se convierten en los Reyes Católicos. A partir de ahí toda la historia de España, con sus épocas trágicas de alzamientos, guerras civiles y enfrentamientos entre hermanos hay que contemplarla a la sobra de la Cruz que nunca fue de unos o de otros, sino que fue de todos.

Por eso digo que dejar sobre la mesa el Crucifijo junto a la Constitución no debería ser objeto de gran controversia, aunque, como es natural, reconozco que quienes se oponen a ello pueden tener sus razones que en democracia deben ser oídas y atendidas.

Una especial y clarificadora anécdota

María Elisa Maseda, más conocida como “Elisa Lamas” por sus publicaciones y artículos publicados en La Vanguardia y en la revista “El Ciervo”, logró fama de ser una mujer valiente, comprometida con la justicia y las libertades al extremo de que en pleno franquismo se la conocía como “Elisa La Roja”, lo que no le impedía ser una mujer de muy arraigados principios religiosos. Yo llegué a conocerla muy bien porque el destino quiso que me casara con Paloma, su hija mayor.

El Tribunal de Orden Público, también conocido como TOP, tenía como misión la represión de las conductas que la dictadura consideraba delitos políticos. Su sede era el Palacio de las Salesas en Madrid. ​ Lo que voy a escribir a continuación yo lo sabía antes de que el periodista Enric Sopena lo publicara. Pero prefiero que sea él, con sus propias palabras, quien refiera los hechos.

Precisamente en el TOP, Carlos, cuñado de Elisa, “cura obrero” en Vallecas, compareció ante la justicia injusta de ese Tribunal, acusado de dar cobijo en su iglesia a unos sindicalistas ilegales. Le acompañaron Manuel y Elisa en el juicio, la cual espetó al presidente del Tribunal estas palabras: “Ustedes pueden condenar a mi cuñado o absolverlo. Espero la sentencia. Pero lo que no aguanto ni un minuto más es quedarme parada ante esta mesa presidida por un crucifijo. Soy cristiana y no tolero que un crucifijo se utilice en este tipo de juicios. ¡Así que me lo llevo!” Y se lo llevó.”

¡Viva María Elisa! Comprenderán ahora por qué desde la izquierda democrática, valiente y decidida en la defensa de las libertades y los derechos humanos, desde la izquierda dialogante y nada dogmática que tanto contribuyó a hacer posible la Transición, podamos decir: “Pues mire usted, a mí no me molesta el Crucifijo”.

Un pueblo, una asamblea, un estatuto de autonomía

Cartel anunciando los motivos de celebrar la Asamblea Nacional del Pueblo Gitano / Cedido

Comunicado de prensa

Barcelona, 16 de enero de 2020:

La Plataforma “POLITIRROM”, anuncia la celebración de la Asamblea Nacional del Pueblo Gitano el próximo 28 de febrero en el Hotel Monterrey de Lloret de mar, a partir de las 9,30h.AM.

El Pueblo Gitano, puede, y debe, ser considerado como una minoría étnica o nación y, por tanto, como un Pueblo más de los que componen el actual Estado español. Un Pueblo transterritorial, presente en todos los territorios, no solo de España y Catalunya, sino de toda Europa y en casi todo el mundo.

Somos gitanos y gitanas, primero y, ante todo, después, vascos, catalanes, extremeños, andaluces, etc.

Después de más de 50 años de intentos de superación de antigitanismo a través del onegismo, a pesar de los bienintencionados intentos, que los ha habido, parece cada vez más claro que el techo, o colapso, se ha producido. Por otro lado, los intentos en crear partidos políticos de base étnica, además de escasos, no han conseguido los resultados que alimentaron su inicial creación. Son muchas las cuestiones que lo explican, pero parece más que evidente que la actual legislación no favorece, más bien todo lo contrario, la participación política de sectores fuera del contexto de los partidos llamados “atrapalotodo” y aún menos, aquellos que, por su dispersión geográfica y volumen poblacional, la efectividad participativa solo ha sido meramente testimonial o, en cualquier caso, del todo insuficiente.

Por ello, planteamos la convocatoria de una Asamblea en Cataluña. Para poder presentar, discutir, y en su caso, aprobar una propuesta de texto que abandere esa nueva visión, ese cambio de estatus y de paradigma.  El reconocimiento como realidad nacional sin territorio, como etnia propia del Estado, la realidad de nuestra memoria histórica, su reconocimiento, la reparación, las compensaciones, etc.

Y finalmente, o mejor, como verdadero inicio: LA AUTONOMIA DEL PUEBLO GITANO. Todo, al servicio de la eliminación de todo signo de antigitanismo y alcanzar los máximos niveles en acceso a la vivienda, educación y trabajo. En definitiva, que los estándares de bienestar de la población gitana no solo se igualen al del resto de la población, sino que, estamos convencidos, entremos en una etapa de prosperidad en todos los órdenes, no solo en lo económico, también en lo social y en lo político.

En todo caso, creemos que la conciencia romaní, ha ido evolucionando en lo que entendemos, la buena dirección: la necesidad de que seamos nosotros los gitanos quienes decidamos como, cuando y donde se han de implementar las políticas de transformación social y el fortalecimiento, y recuperación, de aspectos culturales denostados por la posverdad y el neocolonialismo gayé (no gitano).

Para más información:

Contacto: CRISTOBAL LASO SILVA

Presidente “PLATAFORMA DE ACCIÓN POLÍTICA POLITIRROM”

Teléfono: 617903615

“Contra la pobreza y la desigualdad, si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”

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Recientemente se ha presentado el III Informe sobre la pobreza y la desigualdad en Navarra, elaborado por el Observatorio de la Realidad Social. En dicho informe se señala en qué momento se encuentra la Comunidad Foral de Navarra sobre “pobreza” y “desigualdad” a través de distintas fuentes estadísticas y registros administrativos, como la Estadística de Renta de la Población de Navarra (ERPN), la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), la Encuesta de Población Activa (EPA) y datos de registro sobre la Renta Garantizada (RG), además de otros indicadores como el coeficiente de Gini y/o la tasa AROPE.

En los últimos años, los informes relacionados con la pobreza, la desigualdad y la exclusión social se están convirtiendo en documentos complejos, en ocasiones ininteligibles y solo accesibles y entendibles para unos pocos investigadores, académicos y filósofos con vocación filantrópica, pero muy lejos de su comprensión para la ciudadanía. Es más, sobre estos informes estoy seguro de que si preguntamos a distintos/as parlamentarios/as y dirigentes políticos sobre alguno de estos indicadores, seguro que no tendrían ni idea de lo que significan algunos de estos conceptos. ¿Quién sabría decir qué es FOESSA, o la tasa AROPE o el coeficiente de GINI?

Del informe sobre la pobreza y la desigualdad en Navarra y otros informes que se presentan en otras Comunidades Autónomas, lo único que puedes llegar a entender (a veces tampoco) son las conclusiones, unas conclusiones que vienen (en muchas ocasiones) cocinadas y recocinadas de manera interesada. Y que se difunden a través de medios de comunicación con titulares grandilocuentes, donde los gobiernos autonómicos o estatales dicen lo bien que están haciendo las cosas, presumen de los indicadores que mejor les van, y minimizan los datos que les dejan en peor situación. Por otro lado, los partidos de la oposición salen diciendo que nanay, que está todo muy mal y que se ha avanzado muy poco. Es decir, unos y otros utilizan los datos (que nadie entiende) como arma arrojadiza y de destrucción masiva, y así nos va. Con lo fácil que es afirmar que a día de hoy los pobres siguen siendo pobres y los ricos siguen siendo más ricos…

La Renta Garantizada garantiza (valga la redundancia) un ingreso mínimo, pero no está asegurando el derecho a la inclusión, al menos tanto como se esperaba, y yo soy testigo directo en los ámbitos de las familias con las que me toca trabajar. Seamos realistas, hoy en día cada vez es más difícil encontrar un trabajo digno, sobre todo para personas que vienen con una mochila cargada de pobreza, discriminación y exclusión social, y además el empleo ya no te garantiza ni empoderamiento, ni inclusión social; cada vez nos encontramos con más trabajadores pobres, que con una nómina no llegan a fin de mes.

Hay que recordar que en 2016 el Departamento de Derechos Sociales, promovió el proyecto ERSISI: Refuerzo del Derecho a la Inclusión a través de la Integración de Servicios Sociales y de Empleo, financiado por la Comisión Europea y con la colaboración del Ayuntamiento de Tudela, la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Alsasua, Olazagutía y Ziordia, la Universidad Pública de Navarra y otras entidades privadas. La vigencia y financiación del proyecto finalizó en septiembre de 2019. Las valoraciones de este proyecto han sido positivas y el Gobierno de Navarra apuesta por extender de forma gradual el modelo ERSISI a toda la Comunidad Foral. Estaremos atentos, ya que esta medida necesita una importante apuesta económica y se podrá comprobar en futuros presupuestos.

En noviembre de 2019, el Parlamento de Navarra aprobó por unanimidad y se reafirmó en su compromiso para renovar y actualizar un nuevo pacto contra la pobreza, con el objetivo de impulsar un cambio de modelo económico basado en la justicia social.

Pues eso es lo que necesitamos: un Pacto Contra la Pobreza, que es responsabilidad de todos los poderes públicos, actores políticos y sociales de Navarra. Reforzar la legitimidad  de los derechos de todas las personas y lograr una Navarra libre de aporofobia (rechazo al pobre). Y un impulso real de políticas públicas para la erradicación de la pobreza y la exclusión social, mediante la promoción de políticas eficaces en ámbitos como la vivienda, la salud, el empleo y la formación, la educación, y con especial atención a la infancia y juventud y a las mujeres. Por poner un ejemplo concreto, en la Mancomunidad de Andosilla, Azagra, Cárcar y San Adrián hace 4 años se puso en marcha el proyecto de Promotor Escolar, financiado a través de una convocatoria del Departamento de Educación con la que Gaz Kalo colabora, y en menos de 4 años se ha reducido a la mitad el absentismo escolar que se daba en alumnos y alumnas de la Comunidad Gitana. Si queremos cortar la transmisión intergeneracional de la pobreza, tenemos que apostar por proyectos como este. Es fundamental trascender del concepto de pobreza exclusivamente económico, y abordar de una vez por todas, todas las dimensiones de la pobreza, porque solo así podremos hablar de una verdadera reducción del binomio pobreza-exclusión. Para ello habrá que dotar las medidas de recursos económicos suficientes, como así lo exige Naciones Unidas con la Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible: el objetivo nº 1 es el “fin de la pobreza”.

Terminar con una frase que solía utilizar a menudo Albert Einstein, y que nos puede venir muy bien: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo…”.

Niños con discapacidad mejorarán sus competencias digitales y su autonomía gracias a Unión Romaní

El programa ‘Conéctate a la Escuela’ arranca este lunes en Sevilla y Don Benito (Badajoz) / UR

Unión Romaní pone en marcha a partir de este lunes 20 de enero una nueva edición de su programa ‘Conéctate a la Escuela’, cuyo objetivo primordial es la mejora de las competencias digitales y la autonomía en niños y niñas con necesidades educativas especiales derivadas de algún tipo de discapacidad.

La iniciativa, que está financiada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, se desarrollará en los colegios Virgen de la Esperanza, situado en el barrio sevillano de La Corza, y Nuestra Señora de las Cruces, ubicado en el municipio de Don Benito (Badajoz), ambos catalogados como Centros Específicos de Educación Especial.

En total está previsto que se atienda a 67 alumnos y alumnas de entre 6 y 21 años, parte de ellos de etnia gitana, hasta que finalice el curso escolar. Todos presentan distintos grados de discapacidad intelectual y/o física, trastorno del espectro autista, parálisis cerebral, síndrome de down o retraso madurativo.

Mediante el uso de la tecnología se pretende favorecer el acceso de estas personas a información actualizada, comunicación inmediata con los demás y nuevas formas de aprendizaje que faciliten su desarrollo integral, pero sobre todo se busca estimular su estado cognitivo, promover su adaptación al entorno y potenciar su autonomía y sus capacidades. Además, se prestará atención a las necesidades educativas específicas y a la situación de desventaja social y/o cultural que puedan tener. Para ello, se han planificado diversas actividades que van desde el refuerzo educativo interactivo hasta la formación en el uso responsable de aplicaciones TICs , pasando por los recursos del proyecto Azahar, los juegos didácticos virtuales, la creación de un blog y la realización de videoconferencias, entre otras.

Igualmente, los técnicos de Unión Romaní desarrollarán acciones y talleres formativos con las familias ya que su implicación en la escuela y sus conocimientos sobre tecnologías accesibles influyen en el rendimiento educativo y la inserción social de sus hijos e hijas. También se apoyará a los centros en su labor de crear y adaptar los diferentes materiales, instrumentos y recursos a las necesidades de estos niños y niñas, así como en la búsqueda y aplicación de programas informáticos educativos adecuados a las diferentes discapacidades.

En definitiva, se trata de un proyecto que persigue dar continuidad a la tarea realizada durante cinco años por nuestra entidad optimizando los recursos que las Tecnologías de la Información y la Comunicación ofrecen para atender las carencias detectadas en el alumnado con necesidades educativas especiales, dotándolo de herramientas, recursos y conocimientos que faciliten su desarrollo académico, personal y social.

El C.E.E.E. Virgen de la Esperanza se convirtió en 2012 en el primero específico de educación especial reconocido como Comunidad de Aprendizaje. Asisten a él personas procedentes en su mayoría de zonas desfavorecidas de Sevilla y su provincia, con un elevado índice de exclusión social. En cuanto al C.E.E.E. Nuestra Señora de las Cruces, es un centro concertado con la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, siendo la Asociación Privada sin ánimo de lucro Plena Inclusión Don Benito, la que ostenta su titularidad. Dispone de 3 unidades de Programas de Transición para la Vida Adulta, en las que atiende no solo a las personas del municipio dombenitense sino también a las procedentes de las comarcas de Vegas Altas y la Serena.

La colaboración constante de estos dos centros facilita en gran medida la labor que Unión Romaní desarrolla en cada edición de este programa como organización no gubernamental de carácter no lucrativo.

Las mujeres que interpretarán en Córdoba ‘La casa de Bernarda Alba’ agotan entradas

El grupo de mujeres que interpretarán ‘La casa de Bernarda Alba’ / Cordópolis

Las mujeres vecinas de ‘El Vacie’, el asentamiento chabolista sevillano más antiguo de toda Europa, llenarán el Teatro Góngora el próximo viernes con La casa de Bernarda Alba, la obra que les ha permitido romper barreras y estigmas y acercarse a la figura de Federico García Lorca. En su primera actuación en Córdoba, estas 11 actrices han colgado el cartel de No hay entradas, revalidando el éxito que llevan cosechando desde 2009.

Dirigidas por Pepa Gamboa, el responsable de poner en marcha este proyecto fue el Centro Internacional de Investigación Teatral, ubicado a unos metros de El Vacie. Estas ocho mujeres han conseguido generar una catarsis en todos y cada uno de los miles de espectadores que ya han aplaudido en pie durante minutos el que, según la unánime crítica, ha significado “el estreno más emotivo que se haya visto en mucho tiempo en Sevilla” y uno de los éxitos de la temporada teatral española.

En el año 2009, las actrices recibieron también el Premio El Público al “acontecimiento revelación”, que otorga Canal Sur. Otros galardones obtenidos han sido el Premio Europeo Cultura Gitana a la Concordia 2010, el Premio Protagonistas Giralda Televisión 2010 y el Premio Macareno del Año al Mejor Proyecto, recibido de la mano del entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.

Por su parte, la directora del espectáculo también ha sido reconocida en numerosas ocasiones con el Premio Clara Campoamor por su contribución a la Igualdad con su trabajo y compromiso de lucha y con el Premio Escenarios de Sevilla 2010 a la Mejor Creadora.  Además, TNT fue homenajeado en el Festival Internacional de Artes de Calle de Valladolid.

El éxito de esta adaptación de La casa de Bernarda Alba llevó a que seis de las mujeres que conforman el elenco reinterpretarán el clásico Fuenteovejuna el 21 de octubre de 2016 en el Teatro Central de Sevilla; todo un estreno que vino a demostrar, una vez más, que “otro teatro es posible”.

Nosotros, la generación de la Transición

¿Qué es un Gobierno progresista?    

Estos días ando un tanto confundido con la terminología que usa tanto el presidente del Gobierno como algunos de los líderes parlamentarios cuando hacen referencia a lo que ellos mismos dicen que son, o a las intenciones que los animan para gobernar este país. Y entre todas las palabras que utilizan, la que más repiten, y lo hacen hasta la saciedad, es “progresista”. Y yo me pregunto, realmente ¿qué es ser progresista? Hace unos diez años Jesús Palomar publicó un ensayo muy interesante titulado La ambigüedad del lenguaje político (o el arte de no decir). En él se afirma que “La identificación de las palabras utilizadas por los ideólogos o los intelectuales que acuñan los términos que luego se extienden en su uso social es muy problemática, dado que las palabras se cargan de ideología tanto para atacar las posiciones del contrario como para enaltecer las propias.”  Confieso que a mí esa palabra me gusta, como me gusta casi todo ―evidentemente, no todo― lo que proviene de la Revolución francesa.

Cuando Pedro Sánchez identifica su voluntad de trabajar subido al carro del progresismo supongo que lo hace convencido de que esa tendencia política es la que muy bien define el Gran Diccionario Larousse como la Doctrina política y social que defiende las ideas avanzadas, en especial aquellas que propugnan el estado del bienestar, el desarrollo cultural, la defensa de los derechos civiles y un cierto reparto de la riqueza.” Es decir que el progresismo se podría definir como una tendencia política formada por las aportaciones de diversas doctrinas filosóficas, éticas y económicas que tienen su raíz en el liberalismo y el socialismo democrático. Y si es así, las fuerzas conservadoras democráticas de España no deberían mirar con malos ojos una acción de gobierno que se inspira en importantes aportaciones liberales. Déjenme decir que en todas mis aportaciones políticas hechas desde el Grupo Socialista del Parlamento Europeo a lo largo de los doce años que estuve en él, siempre conté con el apoyo y el voto favorable del Grupo Liberal.

Lo importante es ser demócrata. Estar en la izquierda o en la derecha es secundario

Es fácil de entender. El comunismo es una doctrina inequívocamente de izquierda, pero el comunismo no es democrático. El conservadurismo autoritario es sin duda alguna de derecha, pero no es democrático.

Yo me considero un ciudadano de izquierda. Al menos pertenezco a esa parcela de la sociedad que ideológicamente se sitúa a continuación de los conservadores, aquellos de los que popularmente se dice que son “la derecha”. Y no sé por qué. Debe ser por utilizar una forma simplista de entendernos. Recuerdo que siendo muy joven ―Franco aún estaba vivo― el “Tío Peret”, Pedro Jiménez Pubill, ―por favor, no confundir con el genial cantante de rumbas― gitano catalán nacido en Camprodón, precioso pueblo del Pirineo, situado en la confluencia de los ríos Ter y Ritort, me dijo un día que le aclarara que era eso de ser de ser de izquierda o de derecha.

―Es muy fácil, tío Peret ―le dije, al tiempo que intentaba encontrar una imagen que sacara de dudas a aquel gran gitano y mejor persona―. Usted sabe cómo yo pienso. Pues bien, toda la gente que tenemos fe en lo que representa la lucha contra las injusticias que hacen que unos pocos lo tengan todo y la inmensa mayoría no tengamos nada o casi nada, somos la izquierda. Y para que se sepa quiénes somos y dónde nos situamos hemos convenido en decir que estamos en un espacio que se identifica con ese lugar.

 ―O sea, sobrino, que si los buenos, ―y digo los buenos, porque sin duda alguna, si toda esa gente es como tú, a quien conozco muy bien―, son los que están a tu lado, quiere decir que los que están en el otro lado, es decir, en la derecha, son “los malos”.

  ―Por favor, yo no pretendo llegar a esa conclusión. Trato tan solo de aclararle a usted en qué espacio nos situamos unos y dónde están los otros.

En aquel momento, aquel sabio gitano que no tenía más estudios que los que aprendió en la universidad de la vida, plantado frente a mí, me miró fijamente al tiempo que esbozaba una picaresca sonrisa bajo su pobladísimo bigote blanquecino, y me dijo:

 ―Creo que esa terminología no es acertada. Fíjate donde está tu mano izquierda. En ese lugar estáis “los buenos”. Pero resulta que, para mí, que estoy frente a ti, en ese mismo lugar se sitúa mi mano derecha. Es decir, el espacio de “los malos”. Comprenderás, querido sobrino, que sostener semejante terminología puede ser, como mínimo, equivocada e incluso, tal vez, peligrosa.

Nosotros, la generación de la Transición

Quienes fuimos por razones biológicas testigos de la Transición española guardamos en la memoria infinidad de escenas, momentos irrepetibles y conversaciones que no aparecen en los libros pero que forman parte de nuestra riqueza interior y que, tal vez, merezca la pena compartir. Dicen algunos que la oposición al franquismo la ostentó casi en exclusiva el partido comunista. Y tal vez sea verdad. Por eso, quienes durante aquellos años de plomo y represión éranos niños no teníamos más referencia de la lucha de clases que la encarnada en líderes comunistas como Marcelino Camacho, Ignacio Gallego, Fernando Claudín, y más lejanos en el tiempo y en el espacio Santiago Carrillo, Dolores Ibarruri “La Pasionaria” o Rafael Alberti.

Pertenecemos a una generación que cantó miles de veces el “Cara al Sol” o ”Montañas Nevadas” mientras formábamos alineados, en el patio del colegio, al tiempo que se alzaba la bandera roja y gualda por la mañana o se arriaba al atardecer. Somos la gloriosa generación de la Transición que leía libros prohibidos o censurados, a escondidas, y que no sabíamos distinguir con claridad que encerraban en su interior conceptos tan determinantes de la acción política como son la “lucha de clases” o el “materialismo histórico”.

Finalmente terminamos por aprender y a pesar del férreo control con que se imprimían o distribuían los libros en España, nosotros, los integrantes de la generación de la Transición, supimos por qué en 1939, cuando la mayoría de nosotros aún no habíamos nacido, el Sindicato Español Universitario quemó libros de Voltaire, Lamartine, Marx, Freud o Rousseau. Está documentado que en Barcelona se destruyeron justo después de la Guerra Civil 72 toneladas de libros de editoriales y bibliotecas públicas y privadas.

La censura duró todo el tiempo que duró el franquismo. Mi primer libro, “Nosotros, los gitanos” se publicó en el último trimestre de 1971, solo cuatro años antes de que muriera el jefe del Estado, y sufrió varios tijeretazos. El censor suprimió un par de páginas y determinó que algunos párrafos no se podían publicar.

Hasta que nos hicimos mayores y decidimos plantarle cara a la vida. Pero ese es un capítulo más del que me ocuparé otro día.

 Unos a la izquierda, otros a la derecha

Hoy quiero poner punto y aparte evocando de nuevo la memoria del “Tio Peret”. Si yo entonces lo hubiera sabido, cuando me preguntó por qué unas personas de determina ideología se situaban a la izquierda y otras a la derecha, le diría lo que más tarde supe gracias a Michel Péronne tal como él lo escribió en su Vocabulario básico de la Revolución Francesa.

Dice el autor que el término Derecha política, como el de Izquierda política, tiene su origen en la votación que tuvo lugar el 11 de septiembre de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa. En uno de sus artículos los diputados debían decidir si el monarca debía tener un poder absoluto con capacidad de veto de las leyes que promulgara la Asamblea. Los diputados que estaban a favor de la propuesta se situaron a la derecha del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían que el rey sólo tuviera derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo se situaron a la izquierda del presidente. Así el término «izquierda» quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social, mientras que el término «derecha» quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios.

¡Qué cosas, ¿verdad? ¡Como si todo fuera tan fácil como eso! Pero, por lo visto, hace 231 años lo fue y dura hasta hoy.

Curso para ayudar los gitanos mayores de 25 años a acceder en la universidad

Si tenéis 25 años o más y queréis entrar en la universidad, podéis apuntaros al curso de preparación para el acceso universitario ofrecido por el Plan Integral del Pueblo Gitano, y que os ofrecerá la formación y apoyo necesario para lograr vuestro objetivo con éxito. La nueva edición de este programa se puso en marcha el pasado mes de octubre, pero ahora se vuelven a abrir las inscripciones para quien estén aún interesados.

Durante el curso de preparación para la prueba de acceso en la universidad para mayores de 25 años, los profesores ayudarán a los alumnos a prepararse las diferentes asignaturas de las cuales hay que examinarse para poder acceder a la formación superior. Además, entre el profesorado se encuentran también personas gitanas, para ofrecer también un apoyo más próximo y un mayor conocimiento de la cultura de los alumnos.

Entre las asignaturas que se tratan en el curso, hay el comentario de texto, lengua catalana, castellana e inglesa. Además, los alumnos tendrán que escoger las asignaturas de una de las cuatro ramas específicas que se ofrecen: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales y Jurídicas. El itinerario se tiene que escoger teniendo en cuenta el grado al cual se quiere acceder en la universidad una vez superada la prueba. En total, habrá que realizar dos asignaturas de la rama escogida.

Las clases se hacen en el aula del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, en el paseo del Taulat 266 – 270, 2.ª planta, de Barcelona. Para inscribiros, podéis llamar al 93 882 23 46 o 93 882 24 59 de lunes a viernes, o enviar un correo electrónico a poble.gitano@gencat.cat para pedir el formulario de inscripción y recibir información adicional.

El Plan Integral del Pueblo Gitano, renovado recientemente hasta el 2020, recoge el conjunto de políticas impulsadas desde el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña dirigidas específicamente a la población gitana. Uno de sus objetivos principales es incrementar el número de personas gitanas con estudios universitarios o superiores.

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