Jesús Maeztu tomó este martes posesión de su cargo como Defensor del Pueblo Andaluz en el parlamento autonómico en un acto que contó con la presencia de la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet, y del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, así como de una nutrida representación política y social (unas 200 organizaciones).
Entre ellas se encontraba Unión Romaní, que estuvo representada por su Vicepresidente y Director de Programas, Antonio Torres.
Maeztu, que ha revalidado el cargo en un nuevo mandato por cinco años, agradeció el respaldo parlamentario obtenido y defendió la institución que dirige y su «razón de ser» en defensa de los derechos de la ciudadanía, además de proclamar su lealtad institucional y su independencia gracias a un trabajo riguroso e imparcial.
Aseguró también sentirse con «fuerza, energía y la misma pasión» para desarrollar su labor, al tiempo que dejó claro que seguirá luchando contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social, pero «desde una lógica de la participación y del acompañamiento para conseguir que estas personas se integren como sujetos de pleno derecho».
De ahí su apuesta por la igualdad con independencia del lugar de nacimiento, en especial de los menores, y ha advertido de que le preocupan «las voces que incitan al odio, a la discriminación y al racismo».
Además, reivindicó una «renta básica, un techo digno y un suministro de luz y agua garantizados como paquete básico de ciudadanía»; la atención a las demandas de las personas mayores; y la protección y promoción de los derechos y la participación de la infancia y la adolescencia.
En el acto también estuvieron presentes el Vicepresidente y consejero de Turismo, Regeneración y Administración Local, Juan Marín; el Defensor del Pueblo estatal, Francisco Fernández Marugán; el consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior, Elías Bendodo; y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.