Las palabras pronunciadas el pasado lunes 18 de junio por el ministro del interior italiano Matteo Salvini despiertan en todos nosotros el miedo de volver a vivir una de las páginas más oscuras de la historia del Pueblo Gitano.
A pesar de las explicaciones dadas por el mismo Salvini ayer, ya que la medida propuesta, un censo por etnia, es inconstitucional también en Italia, la gravedad de aquellas palabras no desaparece. Tampoco podemos confiar mucho en lo que es posible o no a nivel legal, ya que las leyes pueden cambiar. Podrían estar llegando tiempos muy difíciles para el Pueblo Gitano y para todos los grupos definidos como “minoritarios”.
Desde el Consejo Municipal del Pueblo Gitano de Barcelona reafirmamos nuestra solidaridad con los hermanos y hermanas gitanas de Italia y de toda Europa. Tenemos que actuar todos, población gitana y no gitana, de todos los países. Desde el este de Europa nos llegan noticias aún más escalofriantes, de grupos paramilitares de extrema derecha que con el beneplácito de sus gobiernos queman casas y ejercen todo tipo de violencia contra la población gitana. Incluso hasta el 2013 aún se practicaban esterilizaciones forzosas a las mujeres gitanas de la Republica Checa. En Hungría y Eslovaquia los niños y las niñas gitanas están segregados en colegios con alumnado con problemas de aprendizaje. ¿Cómo podemos seguir mirando hacia otro lado?
Las declaraciones del ministro Salvini son inaceptables para un cargo público de un estado miembro de la Unión Europea como es el de ministro del Interior, y consideramos que, lo mínimo que se le debería pedir sería que dimitiera. Aunque es cierto que no es quitando a Salvini como se resuelve la situación (ya que los “Salvini” de Europa son el reflejo de una sociedad envenenada por el odio y el miedo), esto sería un primer paso, pues no es este el momento de dejar ninguna opción de lado.
El Pueblo Gitano ha sido casi desde el principio de su historia un pueblo perseguido, rechazado, odiado. Hoy en día la situación ha mejorado en muchos aspectos, pero no en su totalidad. El prejuicio antigitano es fuerte y radicado en la sociedad general, donde muy a menudo hay brotes antigitanos y siempre existe un racismo sutil que afecta a nuestra gente. Cuando un alto cargo de un gobierno, cuando reconocidos periódicos, cuando en la televisión y en los medios de comunicación online, el mensaje que se transmite es el de “los gitanos roban”, “los gitanos son incultos”, “los gitanos no se quieren integrar”, se está fomentando el odio hacia nuestro Pueblo. Y el odio, cuando toma fuerza, nunca sabemos dónde puede llegar. Por esto volvemos a repetir: lo mínimo que debemos exigir es que el ministro Salvini deje de ser ministro. Ya no podemos permitir que el Pueblo Gitano siga estereotipado en los medios de comunicación y ya no podemos tolerar bromitas y refranes que nos ponen siempre como el mal ejemplo.
Debemos exigir una sociedad saludable que no se limite a tolerar, sino que sea verdaderamente inclusiva con todos. Juntos, es el momento de empezar, pues podríamos tener menos tiempo de lo que pensamos a nuestra disposición.
Barcelona, 21 de junio de 2018