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Clausuradas en Ciudad Real las jornadas educativas sobre la comunidad gitana en exclusión

Dos nuevas ponencias pusieron ayer jueves punto y final a las jornadas sobre educación en la comunidad gitana en exclusión que durante tres días ha acogido la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla La Mancha en Ciudad Real.

Francisco Javier Alés, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Loyola Andalucía, y Francisco Domínguez, maestro, doctor en pedagogía y profesor asociado de la Facultad de Educación ciudadrealeña, fueron los encargados de cerrar el evento.

Bajo el título ‘Implantación de un proyecto de mediación educativa’, Alés analizó el concepto y el papel del mediador y defendió la necesidad de estar cerca de las personas y conocer su mundo para una resolución eficaz. En este sentido, destacó también la importancia de que los afectados por un conflicto “se hagan dueños de la solución”.

“La mediación es un gimnasio para mí. Yo soy el dueño del gimnasio pero el que hace el esfuerzo eres tú. También es una agencia de viajes, porque pregunto a las personas qué les ha pasado y adonde quieren ir”, señaló.

Finalmente, concluyó con un caso práctico de implantación de un sistema de mediación educativa en un colegio de Sevilla, cuyo objetivo primordial es “propagar la cultura del acuerdo” entre los menores, implicando también a padres y educadores.

A su término, y tras un descanso, llegó el turno de Francisco Domínguez, que disertó sobre las ventajas de las llamadas ‘comunidades de aprendizaje’, un modelo educativo basado en los principios y prácticas de inclusión, igualdad y diálogo, que ha demostrado su eficacia contra el absentismo escolar y los malos resultados académicos de los menores, además de mejorar la convivencia, la participación y la integración.

Francisco Domínguez, durante su intervención en las jornadas.

Se trata en definitiva de “un proyecto de transformación social” en el que se abre el centro a toda la comunidad educativa (profesorado, padres, madres, alumnos y voluntarios) y se llevan a cabo actividades en común. Los grupos interactivos, las tertulias literarias y artísticas, las bibliotecas tutorizadas, la formación de familiares y el apadrinamiento lector, son algunas de ellas.

Acto seguido puso como ejemplo el CEIP Santa Teresa Doctora, en Linares (Jaén), donde se ha implantado este modelo con muy buenos resultados. “Aprendemos juntos y nos ayudamos unos a otros”, resumió uno de los niños de este colegio en un vídeo explicativo proyectado en la sala con el que concluyó la ponencia, antes de abrir un turno final de preguntas.

Del 26 al 28 de marzo Ciudad Real ha acogido estas jornadas, impartidas por ponentes de reconocido prestigio en torno a la educación en la comunidad gitana y que han contado con una media de 20 asistentes.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, entidad no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo gitano, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Se vienen celebrando desde hace 18 años en universidades de toda la geografía española. Este año tuvieron como primera parada Valladolid.

El objetivo ha sido formar a los profesionales del ámbito escolar y social en el trato con esta minoría étnica, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

La discriminación hacia los gitanos, a debate en la Universidad de Burgos

La facultad de Educación de la Universidad de Burgos acogerá los próximos días 2, 3 y 4 de abril las jornadas ‘Igualdad de Trato y No Discriminación en la Comunidad Gitana en Exclusión’, dirigidas a profesionales y estudiantes de los ámbitos socioeducativo y laboral.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo romanò, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Tras arrancar este año en Burgos, harán una segunda parada en Jerez de la Frontera (Cádiz) posteriormente.

El objetivo es que educadores, sanitarios, trabajadores sociales y estudiantes de estas disciplinas adquieran las competencias y conocimientos necesarios para aplicarlos en sus intervenciones con familias gitanas en contextos desfavorecidos,  con el fin de que puedan desarrollar su trabajo con mayor calidad y garantía de éxito.

El evento contará con la presencia de numerosos expertos en la materia como José Eugenio Abajo, profesor e investigador; Kelian Borja Mata, educador social de la Unión Gitana de Burgos; Ana Isabel Gutiérrez, profesora de educación de adultos de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León y profesora asociada de la Uva; Francisco Javier Alés, director del Foro Internacional de Mediadores Profesionales de la Universidad Internacional Loyola Andalucía; María Isabel Manrique, profesora de la Facultad de Educación de Burgos; y Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní y primer diputado gitano de España.

La inauguración correrá a cargo de la decana de la facultad, Gloria Díez Abad, el martes 2 a partir de las 16:00 horas, mientras que la clausura será el jueves a las 20:30 h.

Hoy, 28 de marzo es el último día para inscribirse. Los interesados pueden apuntarse de forma gratuita a través del siguiente enlace: http://tinyurl.com/social-Burgos2019

Se abordarán temáticas relacionadas con aspectos sociológicos del pueblo gitano; la necesidad de una perspectiva de minoría, antirracista y de equidad social; gestión de conflictos; agentes implicados en la educación del alumnado gitano; género y educación; y comunidad gitana y salud.

Estas jornadas se vienen realizando desde hace más de 16 años por toda la geografía española en colaboración con numerosas universidades. Durante su desarrollo se pretende formar a los profesionales que periódicamente interactúan con esta minoría étnica.

Las sesiones prácticas marcan el segundo día de las jornadas educativas en Ciudad Real

El aula 01 de la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla La Mancha en Ciudad Real fue escenario este miércoles del segundo día de las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión, organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Las mismas tienen por objeto formar a los profesionales del ámbito escolar en el trato a esta minoría, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

Las dos sesiones del día estuvieron a cargo de Francisco Ramas Varo, animador sociocultural, gerente de Scouts Sevilla MSC y coordinador de la ONG MAD África. Posee además una dilatada trayectoria en el trabajo con niños (más de 20 años), con los que ha probado y utilizado múltiples estrategias.

Durante tres horas y media, interrumpidas por un descanso, Ramas hizo uso de dinámicas de grupo y mecanismos de participación para tratar cuestiones relacionadas con la comunicación, las habilidades sociales y también algunas fórmulas para la resolución de conflictos.

Al comienzo, realizó un ejercicio para integrar a los asistentes en la dinámica y crear buen ambiente de grupo. Posteriormente, buscó que los presentes tomaran conciencia de sus propios prejuicios y mostró algunas formas de trabajarlos, para inmediatamente después extrapolarlo a situaciones concretas con menores, donde destacó la importancia de lograr que éstos tomen las riendas de su vida y asuman sus responsabilidades.

Insistió además en la importancia de la comunicación verbal, no verbal y los elementos paralingüísticos, así como en los factores que la facilitan y dificultan. En este punto realizó una simulación práctica donde mostró como diariamente omitimos y añadimos elementos en nuestras comunicaciones interpersonales que distorsionan el mensaje final y pueden acabar desembocando en lo que llamó “pseudoconflicto”.

Los asistentes, en una de las actividades que desarrolló el ponente -a la izquierda- en estas jornadas.

Precisamente, en la segunda parte defendió una perspectiva positiva del conflicto, e hizo reflexionar a los presentes sobre ello, equiparándolo con una diversidad de opiniones y no con un problema en sí mismo. Lo diferenció de las consecuencias negativas que implica su no resolución adecuada, que es el verdadero problema.

Finalmente, ofreció también orientación sobre cómo trabajar aquellos casos que puedan presentarse en las aulas. En este punto, señaló al análisis, la negociación, la cooperación, la mediación y la empatía como factores clave, junto a lo que J. Burton llama ‘provención’ (nunca evitar el conflicto sino abordarlo desde una visión positiva). Todo ello reforzado por diverso material audiovisual en el que se apoyó.

Hoy jueves tendrán lugar las dos últimas conferencias de las jornadas y la clausura. La primera la pronunciará Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, bajo el título “Implantación de un proyecto de mediación educativa”. Seguidamente, tras un descanso, intervendrá Francisco Domínguez, profesor de la Facultad de Educación de Ciudad Real, con la ponencia “Inclusión educativa, mejora de la convivencia y resultados académicos a través del proyecto de comunidades de aprendizaje”. Estas jornadas se vienen desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en ellas un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.  

Ya seremos cuatro

Ismael Cortés será el nº1 por Tarragona de la lista de En Comú Podem / Propia
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

El día 25, a las 12 de la noche, finalizó el plazo que establece la ley Orgánica del Régimen Electoral General para que los partidos y las coaliciones presentaran sus candidaturas ante la Junta Electoral. Así pues, que ahora ya sabemos con exactitud quienes son los gitanos y gitanas que aspiran a ser Diputados o Diputadas tras las elecciones que se celebrarán dentro de unas semanas.

Desde la UNION ROMANI hemos echado las campanas al vuelo cuando, ¡por fin! nuestra petición tantas veces reiterada de que los partidos políticos nos tuvieran en cuenta a la hora de confeccionar sus listas electorales se ha visto cumplidamente atendida. El primero en atender nuestra petición fue Albert Rivera colocando como número tres de la lista de Ciudadanos (Cs) en Madrid al Congreso a Sara Giménez Giménez. Abogada de Huesca y gran luchadora en la defensa de los derechos humanos de todos.

La segunda, cuyo nombre saltó a la luz pública casi simultáneamente fue el de Beatriz Carrillo de los Reyes. Antropóloga sevillana. Líder indiscutible de los gitanos españoles que ostenta la vicepresidencia segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Fue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) quien la colocó en el puesto de privilegio que es el número tres por Sevilla.

Y finalmente el Partido Popular (PP) reaccionó eligiendo para su candidatura por Huelva a quien seguramente es el gitano más conocido de España: Juan José Cortés Fernández. La tragedia que para él y su familia representó la muerte violenta de su pequeña hijita a manos de un criminal pederasta le lanzó a recorrer toda España en una campaña durísima pidiendo la instauración en nuestro Código Penal de la prisión permanente revisable. Permítanme manifestar que yo, desde el primer día, estuve a su lado porque estaba y estoy convencido de que esa figura penal debe estar reconocida en nuestro sistema penal y penitenciario. Pero, atención, Juan José Cortés ¡va de numero uno! de la lista onubense. ¡Cuánto honor!

Nuestra esperanza dio resultado

Días pasados, cuando supimos de la magnífica noticia que acabo de recordar, dije que no quería defraudar a quienes me pedían una valoración sobre la previsible presencia de parlamentarios, gitanos y gitanas, en el nuevo Congreso de los Diputados hasta que se cumplieran los plazos establecidos por la ley que señalan que los partidos políticos deberían presentar sus candidaturas al Congreso y al Senado antes del día 25 de marzo. Y todo ello porque quería dejar pasar unos días para que algunos partidos que teniendo posibilidad de lograr representación parlamentaria, recordaran nuestra existencia y nuestra fuerza electoral. Y una vez más nuestra intuición ha acertado. A última hora, cuando faltaban horas, como quien dice, para cerrar el plazo dado por la Junta Electoral, salta la noticia de que un nuevo candidato gitano se presenta a las elecciones con todas las posibilidades de conseguir un escaño.

Un candidato de excepcional brillantez

Ayer coincidí con él en Barcelona. Se trata de Ismael Cortés Gómez y va de número uno en la lista de En Comú Podem por la provincia de Tarragona. Ismael tiene 34 años y nació en Granada. Su palmarés académico es de suma brillantez. Posee el título de doctor en Estudios Internacionales de Paz y Conflicto. Su tesis doctoral titulada “Los dilemas ético-normativos del reconocimiento de las diferencias en la Filosofía para la Paz. Claves epistemológicas para un Nuevo Humanismo Critico” la leyó en el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, de la Universidad Jaime I de Alicante. Obtuvo la calificación de sobresaliente Cum Laude. Ismael ha trabajado en el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz de las Islas Baleares y también en la Universidad Carlos III de Madrid. Igualmente, durante dos años, ha sido investigador visitante en la Universidad Central Europea de Budapest y en la Escuela de Teoría Crítica de la Universidad de Nottingham.

Una vez hecha pública su nominación como candidato tarraconense, él mismo dio a conocer la noticia en su cuenta de Twitter. En el siguiente enlace, que dura solo 57 segundos, pueden verle y oírle.

Un canto a la esperanza

Sí, esta esperanzadora realidad me anima a reiterar lo que tantas veces hemos dicho: que los 750.000 gitanos españoles, igual que el resto de los 14 millones que vivimos en el mundo, somos un pueblo culturalmente homogéneo, que tiene rasgos de identidad indelebles como pueden ser el idioma que hablamos, la historia común que nos identifica y una concepción ilimitada y sublime por la libertad, lo que tantos momentos de dura represión nos ha costado desde que, hace mil años, los primeros gitanos salieron de la India hasta llegar a España.

Los nuevos Diputados y Diputadas que darán testimonio de nuestras inquietudes en el nuevo Parlamento, podrán demostrar que el modelo de sociedad en el que nosotros creemos no solo es homologable al resto de los que imperan en las modernas sociedades democráticas, sino que, además, podrá aportar al conjunto del pueblo español algunos valores que sin ser exclusivamente nuestros, la sociedad mayoritaria parece haber olvidado o recluido a un segundo plano.

Políticamente diversos

Me complace comprobar que los cuatro nuevos diputados gitanos y gitanas representan la pluralidad de la sociedad española que también es la nuestra. Los cuatro son constitucionalistas, lo que representa un proyecto de vida en común donde todos cabemos, pero donde cada uno de ellos se identifica con una fuerza política diferente: Sara Giménez, como liberal progresista defenderá sus ideas desde Ciudadanos; Beatriz Carrillo de Los Reyes, socialista, secundará los postulados del PSOE; Juan José Cortés, conservador, será un buen bastión para apoyar al P.P.; e Ismael Cortés, desde la izquierda más nítida, defenderá el programa de En comú Podem. Cuatro visiones distintas de una España que necesita del apoyo justo y solidario de todos los españoles para encontrar una forma de vida donde no quepan la marginación ni las injusticias contra los sectores más desvalidos de nuestra sociedad.

¿Quién me iba a decir cuando en 1977 sembré en el Congreso de los Diputados la primera semilla que debía dar este fruto tan esperanzador?

Las relaciones sociales y familiares abrieron en Ciudad Real las jornadas sobre educación en la comunidad gitana en exclusión

El Salón de Actos de la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla la Mancha en Ciudad Real fue escenario ayer martes de la inauguración de las jornadas ‘Realidad Educativa en la Comunidad Gitana en Exclusión’, que tienen por objeto formar a los profesionales del ámbito educativo y social en el trato y la atención a esta minoría en su actividad diaria.

La presentación corrió a cargo de la decana, María del Rosario Irisarri, y acto seguido tuvo lugar la primera ponencia, pronunciada por el vicepresidente y director de programas de Unión Romaní, Antonio Torres.

El vicepresidente de Unión Romaní -izquierda- y la Decana de la Facultad de Educación de la UCLM en Ciudad Real.

Diplomado en Ciencias Sociales, autor de varios libros sobre la temática y con una larga trayectoria de 56 años en el trabajo social en distintas organizaciones, Torres realizó una breve introducción sobre la conciencia de pueblo que tiene la comunidad gitana, sus normas internas y su lengua, para a continuación exponer las relaciones tanto endógenas como exógenas que se dan en ella. Las primeras se caracterizan por un “sentimiento de identidad,  una cooperación grupal-familiar, la solidaridad y la autoridad”, representada por los mayores; mientras que las segundas están marcadas por varias dependencias  vitales y sociales.

Seguidamente, hizo hincapié en las diferencias entre aculturación (incorporar a un individuo o grupo elementos culturales de otro), frente a la que hay desconcierto y oposición por parte de los gitanos, y enculturación, donde  la generación más joven adopta los modos de pensar y de comportarse tradicionales de los que los preceden, en base a leyes no escritas, costumbres y folklore, como mecanismo de conservación.

En el tramo final de su intervención, el ponente hizo un análisis de las relaciones laborales en esta minoría étnica, donde destacó la existencia de varias ocupaciones por parte de una misma persona y lo difícil que es para un gitano encontrar un “trabajo asalariado decoroso”.

Por último, concluyó con un turno de preguntas, donde fue interrogado por los asistentes sobre situaciones reales que viven en su labor profesional diaria.

Tras un descanso, llegó el turno de José Eugenio Abajo, profesor e investigador y miembro de la Asociación Enseñantes con Gitanos. Su conferencia versó sobre ‘El éxito escolar del alumnado gitano’.

José Eugenio Abajo, durante su conferencia en la Facultad de Educación de Ciudad Real.

Abajo disertó sobre la importancia de la escolaridad de la infancia y de la juventud de esta comunidad, reclamando “una vida digna” para los niños y niñas de esta minoría, que la sociedad tiene la obligación de proporcionarles.

En este punto, hizo hincapié en que tanto los prejuicios como las expectativas de los educadores “condicionan la enseñanza de los menores” y especialmente la de los gitanos, algo contra lo que hay que luchar en las escuelas y apostar en su lugar por lo que llamó la “pedagogía del corazón”.

Puso como ejemplo a seguir el caso de José Heredia Maya, gitano que llegó a ser catedrático de la Universidad de Granada, además de poeta, dramaturgo y ensayista. Ello gracias a que contó con “un buen maestro” que se preocupó por su aprendizaje, la “inexistencia de segregación” en el pueblo donde se crio, “el apoyo de su familia a posteriori” tras ver las buenas calificaciones que obtenía, y el acceso a ayudas económicas para el estudio.

A continuación, hizo un repaso por la historia de persecución y maltrato que ha vivido el pueblo gitano a lo largo de los siglos en España y Europa hasta nuestros días. El ponente reconoció que en la actualidad “se ha avanzado mucho”, aunque “aún queda un poso de desigualdad, desconfianza, y estereotipos , además de un sentimiento de superioridad en la sociedad mayoritaria”.

Por último, señaló a la marginalidad laboral, la estigmatización, la imagen negativa, la segregación y el doble rasero de la sociedad como principales obstáculos a vencer para una plena inclusión, que sólo puede lograrse mediante una “actitud empática y comprometida” por parte del resto de la sociedad y especialmente de los educadores.

Las jornadas continúan hoy a partir de las 16:30 con dos nuevas ponencias y mañana, 28 de marzo, vivirán su último día antes de la clausura.

Las mismas se vienen desarrollando desde hace 18 años y están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Durante su desarrollo se pretende dotar al profesorado de aulas multiétnicas de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad del alumnado, así como crear un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

El Día del Padre Gitano

Imagen del abuelo Agapito
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

El 19 de marzo fue el Día del Padre. Ese día, esperando en el aeropuerto de Barcelona la salida de un avión que me debía llevar a Valladolid, hojeando los periódicos he visto una viñeta que me ha animado a escribir este comentario. En ella se ven dos figuras adultas abrazadas. Una de ellas de edad avanzada. La otra era un hombre que muy bien podría ser un cuarentón. Y el hombre viejo (mayor, no se enfaden) le está diciendo al cuarentón: “…Pero seguiré regañándote”. A lo que éste le respondió: “…Cuando quieras, papá”.

No quiero defraudar a quienes me están reclamando un comentario sobre la generosa acogida que han dado los líderes de las principales fuerzas políticas españolas a la petición de la Unión Romaní de que reservaran un lugar seguro en sus listas de candidatos en las Elecciones Generales del 28 de abril. Lo haré en cuanto se cumplan los plazos establecidos por la ley que señalan que los partidos políticos deberán presentar sus candidaturas al Congreso y al Senado antes del día 25. El día 27 de marzo se publicarán las listas en el Boletín Oficial y, tras unos días para solventar recursos e impugnaciones, el 2 de abril se darán a conocer las candidaturas una vez proclamadas. Quiero dejar pasar algunos días para que algunos partidos que tienen posibilidad de lograr representación parlamentaria recuerden nuestra existencia y nuestra fuerza electoral.

Hoy, sin embargo, quiero hablar del Día del Padre, y más concretamente del Día del Padre Gitano. De la mujer gitana me he ocupado cumplidamente en anteriores comentarios. Hoy quiero detenerme con especial interés y precaución en mostrarles lo que para nosotros representa la figura del padre en el seno de nuestra familia.

La familia es la piedra angular de nuestra existencia

No se extrañen si les digo que en la Constitución Española de 1978 no existe ninguna referencia que nos ayude a entender cuál es el concepto de familia que ella sustenta. Y no solo en la Constitución sino en la legislación ordinaria del Estado no aparece una definición clara de la familia. La familia es un concepto antropológico cuando se vincula al clan o a la tribu, de la misma forma que es un hecho sociológico e incluso económico perfectamente identificables en el Derecho Civil. En términos generales se puede afirmar que la familia es la base sobre la que se sustenta la vida en sociedad de los seres humanos.

Pero no todas las familias son iguales

No hay, al menos así lo creo, una etnia o algún grupo nacional o cultural que acapare para sí solo el conjunto de lo que los humanos entendemos por los valores más entrañables de la convivencia. No hay en la humanidad grupos en los que todos sus miembros sean malos o todos santos. Ni siquiera las virtudes y los defectos se concentran con mayor preponderancia en comunidades más o menos homogéneas de las que conviven con nosotros. Dicho en román paladino: que buenos y malos los hay en todas partes. Sentado este principio júzguese lo que voy a decir a continuación como el testimonio gitano de lo que para nosotros representa la figura del padre. Sin establecer comparaciones con nadie. Sin valorar que es mejor o qué es peor si lo comparamos con el resto de la sociedad mayoritaria. Nosotros, los gitanos, somos así, con todas las contradicciones y excepciones que se quieran, pero somos así.

 El padre es la autoridad

Autoridad que la ejerce de forma ejecutiva sin que quede ningún resquicio que la ponga en duda. El padre gitano siempre tiene razón. Y la tiene no porque sus criterios sean los más sabios o acertados, que muchas veces no lo son. Su palabra es palabra de Dios porque sus hijos le conceden esa cualidad. Él no impone sus criterios ni sus órdenes se cumplen como consecuencia del temor a cualquier tipo de amenaza. Los hijos obedecen a su padre porque sienten por él el respeto y la sumisión que merece quien les ha dado la vida y los ha amparado en todas las etapas de su existencia. 100 años antes de que naciera Jesucristo lo hizo Marco Tulio Cicerón. A él le adornaban todas las cualidades de ser jurista, filósofo, político, escritor y brillante orador romano. Por eso, dos mil años después, a nosotros no nos cuesta reconocernos en sus palabras: “Es la propia naturaleza la que nos impulsa a amar a los que nos han dado la vida”. Hemos crecido y hemos aprendido de nuestros mayores de la forma con que Rousseau lo definía como el “naturalismo pedagógico”.

Permítanme que insista. Así hemos sido siempre y así nos gustaría seguir siéndolo. Sabemos que los tiempos que corren no lo hacen a nuestro favor. Y ni siquiera a favor de la sociedad de los “gadchés” porque estoy convencido de que a la mayoría de los padres no gitanos les gustaría que sus hijos sintieran por ellos el respeto y la veneración que nosotros sentimos por los nuestros. He leído que en la Universidad de Buenos Aires se constata que “El padre ya no es la figura de autoridad, su palabra ya no es vehículo, la ley no impera sino a través de un complejo sistema de poder ciudadano que atento al consenso anuncia las transformaciones inexorables de la idea de autoridad imperante”.

Así lo he vivido y así lo cuento

Mi abuelo Agapito era un gitano de esos que ahora podríamos denominar de la “Ley Antigua”. ¡Claro que en su época no existía la televisión! El cine era en blanco y negro y sus cinco hijos vivos que yo conocí, vivían a su imagen y semejanza. La abuela María era una auténtica gitana canastera y lo era no solo en el sentido de gitana rancia con que los propios gitanos denominamos a los miembros de nuestra comunidad más primitivos, sino porque en verdad ella era una verdadera artista haciendo canastas que luego vendía en el mercado para ayudar a levantar la familia. Nunca vi a mi tío Manuel, el mayor de la saga, que luego fue “pescaero” en el mercado de abastos de Jerez de la Frontera, levantarle la voz ni contradecirle en algunas de las órdenes que el abuelo daba. Y de mi tío Agapito, el menor de los cinco, con quien conviví más tiempo y que quiso enseñarme el oficio de “pelaó de burros”, conservo el recuerdo de la rasposa soga de esparto que se anudó al cuello y que bajándole por el pecho terminaba apretándole fuertemente en la cintura. Encima llevaba una amplia camisa negra que tapaba la soga. Ese silicio, que era un verdadero martirio, lo llevó algún tiempo tras la muerte de mi abuelo. Él quería añadir a la pena interior que le causaba la desaparición de su padre el dolor físico que le producía el esparto al refregarse sobre su piel.

Así son los jóvenes gitanos de hoy

La siguiente escena la he vivido en primera persona con muchísima frecuencia. ¡Cuántas veces, en mi peregrinar por toda la geografía española durante tantos años, he visitado y hasta comido en casas gitanas de toda clase! Mi presencia provocaba que todos los hijos de la familia, solteros y casados con sus respectivas parejas, se reunieran en la habitación donde yo estaba hablando con el cabeza de familia. En la conversación se abordaban los más diversos temas y sobre ellos opinaban no solo el padre sino también los hijos y las hijas. Jóvenes mayores de edad, con estudios o sin ellos, pero que tenían criterios propios sobre los asuntos objeto del diálogo. En alguna ocasión he comprobado que el padre de familia se posicionaba defendiendo posturas contrarias o no coincidentes con las mías. Los hijos, por el contrario, me daban la razón. Pero si el padre se mantenía en la defensa de sus criterios los hijos cerraban la boca porque jamás se hubieran permitido posicionarse en contra de los criterios del padre.

Confieso que, en alguna ocasión, cuando las circunstancias lo han permitido, yo mismo he sido el provocador de la discusión familiar con el fin de comprobar que postura tomaban los hijos y las hijas mayores. Siempre fue la misma que he descrito con anterioridad: Silencio que suponía asentimiento con los criterios del padre, aunque ellos no los compartieran. Sin embargo, y aquí reside la grandeza gitana de lo que describo y que me hace sentirme orgulloso de lo que soy, lo cierto y verdad es que luego, cuando los hijos tenían la oportunidad de hablar conmigo a solas, me decían lo que sobradamente yo ya sabía:

     ― Tío Juan de Dios, usted habrá captado que nosotros estábamos más de acuerdo con lo que usted decía que con lo que manifestaba nuestro padre. Para él el tiempo no ha pasado con la velocidad con que lo ha hecho para nosotros. Pero usted entenderá que nosotros, sus hijos, no podíamos quitarle la razón delante de usted. Hacerlo sería faltar al respeto y a la ley gitana que nos obliga a estar junto a nuestro padre tanto si lleva razón como si no la lleva.

Pero no se engañen. Si la escena que he descrito acabara ahí sería muy preocupante porque supondría el anquilosamiento de toda una generación de jóvenes gitanos incapaces de evolucionar. No, la verdad es que cuando yo ya no estaba presente, los hijos y las hijas discutían con su padre. Defendían sus ideas y trataban de exponerlas con los conocimientos adquiridos en la escuela, o en la vida, de los que su padre carecía. Pero lo hacían con respeto, con la consideración, si ustedes me lo permiten, de la Ley Antigua que, por lo que he leído, no debe ser tan mala cuando así se ha dicho en el Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria con el fin de reforzar la autoridad del padre desde el principio de la vida: “Dentro del hogar hay que respetar la jerarquía. Aunque deba existir un clima de diálogo en donde todos puedan mostrar su opinión, los padres son los cabezas de la familia y de ellos ha de ser siempre la última palabra”.

Los no gitanos necesitan congresos para defender lo que los gitanos llevamos en el ADN desde el principio de los tiempos. Permítanme, una vez más, desear que, para celebrar el Día del Padre, ojalá, todos fuésemos gitanos.

Punto y final a las jornadas educativas sobre la comunidad gitana en exclusión celebradas en Valladolid

Las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión,  organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, llegaron ayer jueves 21 de marzo a su fin en la Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid.

Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, y José Eugenio Abajo, profesor, investigador y miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos protagonizaron las dos últimas sesiones.

Bajo el título ‘Implantación de un proyecto de mediación educativa’, Alés analizó el concepto y el papel del mediador y defendió la necesidad de estar cerca de las personas y conocer su mundo para una resolución eficaz. En este sentido, destacó también la importancia de que los afectados por un conflicto “se hagan dueños de la solución”.

“La mediación es un gimnasio para mí. Yo soy el dueño del gimnasio pero el que hace el esfuerzo eres tú. También es una agencia de viajes, porque pregunto a las personas qué les ha pasado y adonde quieren ir”, agregó.

Finalmente, concluyó con un caso práctico de implantación de un sistema de mediación educativa en un colegio de Sevilla, cuyo objetivo primordial es “propagar la cultura del acuerdo” entre los menores, implicando también a padres y educadores.

La conferencia de José Eugenio Abajo, profesor e investigador, clausuró las jornadas en la capital castellana.

A su término, y tras un descanso, José Eugenio Abajo disertó sobre la importancia de la escolaridad de la infancia y de la juventud gitana, reclamando “una vida digna” para los niños y niñas de esta minoría, que la sociedad tiene la obligación de proporcionarles.

En este punto, hizo hincapié en que tanto los prejuicios como las expectativas de los educadores “condicionan la enseñanza de los menores” y especialmente la de los gitanos, algo contra lo que hay que luchar en las escuelas y apostar en su lugar por lo que llamó la “pedagogía del corazón”.

Puso como ejemplo a seguir el caso de José Heredia Maya, gitano que llegó a ser catedrático de la Universidad de Granada, además de poeta, dramaturgo y ensayista. Ello gracias a que contó con “un buen maestro” que se preocupó por su aprendizaje, la “inexistencia de segregación” en el pueblo donde se crio, “el apoyo de su familia a posteriori” tras ver las buenas calificaciones que obtenía, y el acceso a ayudas económicas para el estudio.

A continuación, hizo un repaso por la historia de persecución y maltrato que ha vivido el pueblo gitano a lo largo de los siglos en España y Europa hasta nuestros días. El ponente reconoció que en la actualidad “se ha avanzado mucho”, aunque “aún queda un poso de desigualdad, desconfianza, y estereotipos , además de un sentimiento de superioridad en la sociedad mayoritaria”.

Por último, señaló a la marginalidad laboral, la estigmatización, la imagen negativa, la segregación y el doble rasero de la sociedad como principales obstáculos a vencer para una plena inclusión.

Durante tres días (19, 20 y 21 de marzo), la capital de Castilla y León ha acogido estas jornadas que han reunido a ponentes de reconocido prestigio en torno a la educación en la comunidad gitana y que contaron con una media de 28 asistentes, así como con la presencia de diversos miembros de esta minoría étnica en la región .

El objetivo ha sido formar a los profesionales del ámbito escolar y social en el trato con este pueblo, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado. Este evento se viene desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en él un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

Dinámicas de grupo y mucha participación en el segundo día de jornadas sobre educación en la comunidad gitana en exclusión

La Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid acogió este miércoles el segundo día de las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión, organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Las mismas tienen por objeto formar a los profesionales del ámbito escolar en el trato a esta minoría, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

Las dos ponencias del día estuvieron a cargo de Francisco Ramas Varo, animador sociocultural, gerente de Scouts Sevilla MSC y coordinador de la ONG MAD África.

Durante tres horas y media, Ramas hizo uso de dinámicas de grupo y mecanismos de participación para tratar cuestiones relacionadas con la comunicación, las habilidades sociales y también algunas fórmulas para la resolución de conflictos. La exposición estaba avalada por su larga experiencia en el trabajo con niños y las estrategias de todo tipo que ha utilizado con ellos.

Al comienzo, realizó un ejercicio para integrar a los asistentes en la dinámica y crear buen ambiente de grupo. Posteriormente, buscó que los presentes tomaran conciencia de sus propios prejuicios y mostró algunas formas de trabajarlos, para finalmente ofrecer orientación sobre la solución de los conflictos que puedan presentarse en las aulas. En este punto, señaló a la negociación, la cooperación y la empatía como factores clave. Todo ello reforzado por diverso material audiovisual en el que se apoyó.

Hoy jueves tendrán lugar las dos últimas conferencias de las jornadas y la clausura. La primera la pronunciará Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, bajo el título “Implantación de un proyecto de mediación educativa”. Seguidamente, tras un descanso, intervendrá José Eugenio Abajo, profesor, investigador y miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos. Estas jornadas se vienen desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en ellas un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

El Ayuntamiento de Barcelona organiza un ciclo de debates para celebrar el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial

Cartel del ciclo de debates en la ciudad de Barcelona / Ajuntament de Barcelona

El 21 de marzo se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, un día para recordar que los derechos humanos son inherentes a todas las personas, y que el derecho a la igualdad y la no discriminación por razón de raza o cualquier otra naturaleza no es una excepción.

En el marco de este día, el Ayuntamiento de Barcelona organiza un ciclo de tres actividades, que se inaugurarán el mismo día 21 por la tarde con la mesa redonda titulada ‘El racismo tiene memoria’, continuarán el lunes día 25 con un debate sobre ‘Estrategias de lucha contra el antigitanismo’, y cerrarán el día 27 con la presentación del informe ‘la situación de la discriminación en la ciudad de Barcelona’.

Con este conjunto de actividades se quiere ofrecer a la ciudadanía un espacio para conocer la construcción histórica del racismo, las estrategias actuales para hacerle frente, y la situación actual de esta y de otras formas de discriminación en la ciudad de Barcelona.

El Ayuntamiento de Madrid celebra el primer acto en toda España de reparación por la represión al pueblo gitano

Fotografía de familia donde aparecen representantes políticos y los representantes gitanos que han sido los protagonistas del acto de reparación / Ayuntamiento de Madrid

Ahora se han cumplido 520 años de la Primera Pragmática antigitana, una normativa firmada por los Reyes Católicos en Madrid en 1499, y que originó una legislación discriminatoria que se ha extendido durante siglos, hasta nuestros días. ‘Me corresponde a mí, en nombre de este Ayuntamiento, reparar esa gran injusticia histórica que Fernando e Isabel dictaron en lo que era la sede de lo que hoy día llamamos el Ayuntamiento antiguo de Madrid’, ha dicho Carmena.

Durante su intervención la alcaldesa ha dicho que ‘la reparación no puede ser una palabra; la reparación tiene que ser un propósito y un programa’. Una reparación para la que es imprescindible el conocimiento de la historia, ya que, según Carmena, ‘la primera reparación siempre tiene que ver con la memoria’. El acto, celebrado en el palacio de Cibeles, lo ha abierto Mauricio Valiente, quien ha pedido a los presentes guardar un minuto de silencio por las víctimas del pueblo gitano causadas por el racismo y la discriminación.

La actriz Celia Montoya ha hecho la lectura dramatizada de la Pragmática Antigitana firmada por los Reyes Católicos en la Ciudad de Madrid en el año 1499. Tras ella, representantes de cinco entidades del pueblo gitano han leído una declaración con la que han puesto de manifiesto la importancia para esta comunidad del acto celebrado hoy y la necesidad de poner fin a la exclusión de los gitanos. ‘Un reto muy serio para el que se necesita tomar medidas concretas’ ha expresado una de las representantes del pueblo gitano.

La interpretación del himno gitano Gelem, Gelem, a cargo de la cantante Saray y el guitarrista Jesús Santiago Camacho, ha puesto fin al acto, enmarcado dentro del programa ‘Madrid sin Etiquetas’ organizado por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de Madrid con motivo de la celebración el 21 de marzo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.

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