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Barcelona reúne a más de 300 gitanas de toda Europa en el II Congreso Internacional de Mujeres Gitanas

Los próximos 23 y 24 de marzo Barcelona acoge el II Congreso Internacional de Mujeres Gitanas: Las otras mujeres, un evento organizado por la asociación de mujeres gitanas Drom Kotar Mestipen y por el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya y que reunirá en la capital catalana a más de 300 gitanas de toda Europa.

El congreso surge tras la necesidad de continuar trabajando conjuntamente todas las mujeres gitanas para abrir nuevos espacios de reflexión y reivindicación sobre la situación de la mujer gitana alrededor del mundo.

A través de mesas redondas, conferencias y grupos de trabajo, se trabajarán temas de interés y se expondrán experiencias de éxito en relación a ámbitos de trabajo, educación, etc.

Para más información, puedes descargarte aquí el programa.

Se celebra la primera Gala de Premios a Estudiantes Gitanos y Gitanas

Susana Díaz (en el centro) rodeada de los premiados, las organizadoras del evento y otros cargos públicos / Sevilla Actualidad

El Ayuntamiento de Sevilla ha acogido la I Gala de Entrega de Premios a Estudiantes Gitanos y Gitanas, organizada por la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas (Fakali) y la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía (Amuradi) en un acto que ha sido presidido la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, por la primera teniente de alcalde Carmen Castreño, y por la consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha asegurado durante el acto que la cultura andaluza «no se entiende sin la identidad gitana», a la vez que ha animado a la comunidad gitana andaluza para seguir rompiendo las cifras de absentismo escolar en este colectivo.

Por eso, ha dicho que «la educación nos permite, desde nuestro esfuerzo y talento, llegar al límite de nuestras posibilidades», señalando retos como llegar en 2020 al 99 por ciento de escolarización infantil, o conseguir “romper la barrera de once puntos en el analfabetismo que ahora existe». Díaz ha indicado que el acto ha supuesto «visibilizar lo que es un reto para muchos”.

En el acto se ha realizado un reconocimiento a 29 jóvenes romaníes mediante la primera organización de mujeres gitanas universitarias en el que la presidenta de este colectivo, Beatriz Carrillo, ha dicho que «se antoja necesaria, porque las cifras oficiales en materia educativa referidas al pueblo gitano dictan que el sólo el 1 % accede a la universidad».

«No sabéis la impotencia que nos causa cuando los jóvenes nos comunican que se ven abocados a dejar sus estudios por falta de recursos», ha enfatizado en su discurso Carrillo, «convencida del trabajo de esta federación en pos de políticas específicas, con las que no perder más generaciones por tasas de pobreza y exclusión, convirtiendo además la escuela en un lugar donde nuestra historia y nuestra cultura sean conocidas, amadas y respetadas en los planes educativos. Acabando, en definitiva, con nuestra historia muda para llevarla a los libros de texto».

Ha subrayado que «se acabó que sigamos ocupando las periferias. Ya es momento de ocupar los centros. Ya no somos los gitanos de hace 40 años, cuando se abolió la última ley contra nuestro pueblo. Hoy somos la generación más preparada, con más aspiraciones, que quiere competir en pie de igualdad y ser protagonistas del avance de la sociedad».

Por su parte, la teniente de alcalde del consistorio hispalense, Carmen Castreño, ha lamentado “la discriminación que el pueblo gitano tiene que afrontar todavía hoy” y ha lamentado “los techos de cristal que sobre todo sus mujeres tienen que romper hoy en día” y ha reconocido la trayectoria de los premiados, así como la labor de Fakali, que suponen un impulso “a través de la educación, que es la mejor herramienta para asegurar la igualdad de oportunidades”.

Para Fakali, la cita permite visibilizar a referentes positivos que servirán para estimular las aspiraciones de otros menores, dará prestigio a la identidad gitana y ayudará a eliminar la imagen negativa sobre este pueblo.

Los gitanos junto a Juan José Cortés, el padre de la niña Mariluz

Juan José Cortés, con su hija Mariluz

Los gitanos españoles, vinculados a Union Romani, estarán hoy con su espíritu y su compromiso familiar, en el Congreso de los Diputados junto a Juan José Cortés, el padre de la niña Mariluz, que fue asesinada en Huelva un fatídico 13 de enero de 2008. Hace exactamente 10 años.

Aquel día, un pederasta sin entrañas llamado Santiago del Valle, vio salir a la niña, que tan solo tenía cinco años, de su casa para ir a comprar caramelos a una tiendecita cercana. El criminal la vio desde la ventana de su casa y esperó a que la niña viniera de vuelta. Y para llamar su atención le tiró un muñequito de peluche que la gitanita cogió al tiempo que logró introducirla en el portal del bloque de pisos. Allí intentó abusar de ella. La niña, angelito, se revolvió, y el depravado criminal le dio un golpe en la cabeza que la dejó inconsciente.

El resto ya lo sabemos. Santiago del Valle metió a la niña en un carrito de la compra y le pidió a su hermana que lo acompañara con su coche al Estero del Rincón que es un arroyo marismeño que está cerca de Palos de la Frontera y La Rábida. Allí arrojó el cuerpecito de la niña que todavía estaba viva y que murió ahogada bajo las aguas.

Las víctimas en el Congreso de los Diputados

Dentro de unas horas la presidenta de la Cámara, la señora Ana Pastor, recibirá a Juan José Cortés, así como a los familiares de Diana Quer. Ellos, como los familiares de otros niños desaparecidos asistirán al debate instado por el PNV y apoyado por el PSOE y Podemos para lograr la derogación de la parte de la Ley de Seguridad Ciudadana que recoge la Prisión Permanente Revisable aprobada por el Congreso de los Diputados el 26 de marzo de 2015

La Junta Directiva de la Unión Romani, sin entrar en los fundamentos de carácter jurídico que amparan a quienes apoyan la derogación, o en las razones del mismo carácter que arguyen quienes se oponen a su desaparición, manifiesta que está al lado de las víctimas que han sufrido un quebranto tan irreparable.

Santiago del Valle ya ha cumplido 10 años de cárcel de los 22 a que fue condenado por la Audiencia Provincial de Huelva. Y tenemos miedo de que “pasado mañana” pueda estar en la calle dispuesto a cometer otro crimen. Un pederasta que fue condenado por abusar de su propia hija y que siguió en libertad porque el Juzgado número uno de lo penal de Sevilla no había ejecutado una sentencia firme de cárcel para él.

Desde el primer día, hace diez años, la Unión Romaní estuvo junto a Juan José Cortés y su familia, como hoy lo está en su afán de conseguir que quienes cometen crímenes tan horrendos puedan salir de la cárcel con la facilidad con que ahora salen algunos condenados. Nos espanta oír a presuntos asesinos como el llamado “El Chicle”, acusado de la muerte de Diana Quer, que en “siete años ya estaré en la calle”.

Nosotros apostamos por el mantenimiento de la Ley tal como está vigente en estos momentos y urgimos al Tribunal Constitucional a que se manifieste cuanto antes sobre los recursos que tiene pendientes.

Ciencia y educación versus Mujer Gitana

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Es justo afirmar que la mujer gitana es “La Educación”, en mayúsculas; es el eslabón más fuerte, férreo y, a la vez flexible, de nuestra comunidad. Las mujeres gitanas contamos con una gran capacidad de resiliencia y una flexibilidad necesaria para desarrollar la habilidad de encontrar subterfugios que sortean los obstáculos y las discriminaciones presentes en la vida cotidiana de cualquier persona gitana. ¡Inteligencia en estado puro!

A pesar de las grandes dificultades pasadas y, por desgracia, aún presentes para todas las mujeres del mundo, en esta sociedad patriarcal de carácter universal, a nosotras también nos salpica e impacta en mayor grado. Viéndose afectadas nuestras capacidades de reacción, aun así la mujer gitana ha sido capaz de regenerarse, logrando estar presente a lo largo de la historia en aquellos ámbitos reservados y acotados por y para los hombres. Espacios donde fluía el maná del conocimiento, del desarrollo social, personal, sensorial y cognitivo; el arte, la literatura, la música, la toma de decisiones y el acceso a la educación… todos esos lugares tan inaccesibles han sido conquistados por mujeres gitanas. Si a todo esto le añadimos la doble discriminación (gitana y mujer), estamos hablando de superheroínas. Un botón de muestra, son mujeres gitanas de la talla de:

Nina Alexandrovna Dudarova (1903-1992). Poeta, maestra, escritora. Autora de la primera cartilla de lengua romaní en 1928. Directora del Club Cultural Estrella Roja y cofundadora del Teatro Romen de Moscú en 1931.

Bronisława Wajs (1910-1987), Papusza (La Muñeca). Poeta y cantante con más de 30 colecciones a su nombre traducidas a diferentes idiomas.

Ceija Stojka (1933 -2013). Escritora, pintora y música, que consiguió sobrevivir al Holocausto nazi.

O nuestra trasgresora Carmen Amaya (1918-1963), “La Capitana”. Bailaora, flamenca, artista, un mito universal que fascinó al mundo con su arte.

Cabe destacar que en España en el 1900 la tasa de analfabetismo femenino de la población en general se situaba en un 71,4%, mientras que el masculino era algo más de la mitad, el 55,8%. Durante este período hubo algunos avances respecto a la educación femenina pero seguía existiendo una diferencia significativa, en muchos casos la formación era inferior a los seis meses y la asistencia continuada se veía afectada por las obligaciones familiares o la necesidad de contribuir a la economía familiar, niñas sirviendo en las casas, limpiando suelos o trabajando en granjas.

Las mujeres se fueron incorporaron gradualmente al sistema educativo, desde la escuela primaria como en las instituciones de educación superior. No fue un proceso sencillo y rápido puesto que en la España del momento predominaba el modelo conservador que no contemplaba la necesidad de capacitar al género femenino con un grado de educación suficiente, ni la inserción en el mundo laboral remunerado. El número aproximado de mujeres matriculadas en 1919-1920 fue de 345, siete años después esta cifra asciende a 1.681 para el curso 1927-1928, representando el 4,2% del total del alumnado universitario.

Por esta razón, es de justicia social recordar que la inserción en la enseñanza obligatoria de la comunidad gitana fue hace apenas 40 años. Pero, con esta realidad en el sistema educativa, ¿qué resultados de éxito cabía esperar?

Pues podemos presumir que el pueblo gitano avanza y que nuestras hermanas gitanas en la actualidad forman parte activa en esa carrera de fondo, liderando posiciones ganadoras hacia y en el pódium de “la equidad educativa de género”.  Todo ello a pesar de innumerables dificultades, del contaminante residual en las instituciones sociales, propagado por el virus letal del antigitanismo y de una sociedad global patriarcal.

Hoy, el éxito educativo universitario entre las mujeres gitanas es un hecho; abogadas, doctoras, sociólogas, antropólogas, maestras, psicólogas, economistas, politólogas, periodistas… pero también activistas, empresarias, trabajadoras, limpiadoras, vendedoras, camareras, peluqueras, etc. Sin que ello suponga un “conflicto cultural” con el género masculino más allá del que pueda ocurrir en el seno de cualquier hogar, familia o comunidad payas.

El verdadero conflicto es sin duda con algunas instituciones, contra esos gigantes del monopolio del “saber”.  En la actualidad más reciente nos podemos encontrar como muestra la iniciativa de campaña social de protesta y repulsa frente la acepción de “trapacero”, término usado por la RAE (Real Academia de la lengua española) para definir la palabra “gitano”. Una batalla sin precedentes liderada por el tercer sector, con la colaboración y el soporte de la opinión pública y de los medios de comunicación para conseguir la eliminación de tan degradante y discriminatoria definición hacia el pueblo gitano, la cual no ha hecho más que poner al descubierto la terrorífica normalidad con la que se ven vulnerados los derechos de la comunidad gitana, la minoría cultural más castigada y estigmatizada de España en pleno siglo XXI.

Por todos estos motivos, es necesario que se implementen con eficacia políticas públicas que promuevan acciones y espacios de coproducción en el diseño de metodologías y modelos positivos hacía aspectos que hasta ahora no han sido tenidos en consideración, para lograr la equidad social. Las mujeres arrastramos una sobrecarga estructural histórica, víctimas de variados mecanismos de control, de regulación, de normalización, correctivos, a las políticas que se ejercieron históricamente y se ejercen hoy sobre la vida, día a día, con variados disfraces.

Reconocer la sobrecarga de la que todas somos portadoras y agruparnos para defender la vida, abre canales que nos permiten desarrollar potencias de vida que fluyan en propiciar el bien común y universal.

Fakali organiza la primera gala de entrega de premios a estudiantes gitanos y gitanas

Fakali-Amuradi organiza el próximo miércoles 14 de marzo, en el Ayuntamiento de Sevilla, la I Gala de Entrega de Premios a Estudiantes Gitanos y Gitanas. Un evento dedicado a 29 jóvenes gitanos y gitanas referentes que cuenta con el apoyo financiero de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía y la Fundación Unicaja, y en el que participarán María José Sánchez Rubio, consejera de Igualdad y Políticas Sociales, y Carmen Castreño, primera teniente alcalde del consistorio hispalense.

Este reconocimiento público servirá tanto para visualizar e impulsar sus trayectorias académicas y formativas como para estimular las aspiraciones de muchos otros niños y niñas gitanas, dando prestigio a la identidad gitana y contrarrestando la imagen deformada que existe en nuestra sociedad del pueblo gitano.

Convencidas de que la educación es la mejor vía de promoción, Fakali-Amuradi, la primera ONG fundada por Mujeres Gitanas Universitarias en 2001, dedica sus esfuerzos a la protección y el fomento educativos de la infancia y la juventud gitanas, que muchas veces han visto frustradas sus aspiraciones académicas y formativas por la desigualdad en la que viven muchas de sus familias.

París muestra cómo la fotografía alimenta los prejuicios sobre los gitanos

Expuesta en la muestra, esta fotografía antropométrica de 1908 retrata a la gitana M. López y pertenece al Servicio Central Fotográfico del Ministerio del Interior

Detrás de los estereotipos que existen sobre las comunidades gitanas se encuentran fotografías que les retratan como individuos errantes, fascinantes y peligrosos, como muestra la exposición «Mundos gitanos. La fábrica de imágenes», presentada en el Museo Nacional de la Historia de la Inmigración de París.

Álbumes de fotos, postales, instantáneas en blanco y negro o portadas de revistas de entre 1860 y 1980 presentan la evolución de la visión sobre estas comunidades denominadas de múltiples formas, como gitanos, romaníes o «pueblos itinerantes».

Desde finales del siglo XIX, los fotógrafos se han encargado de reproducir los prejuicios que definen a los gitanos como un pueblo extranjero y peligroso, invitándoles a posar con violines y guitarras o inmortalizándoles junto a sus tiendas de campaña y sus caravanas de madera.

«La idea es mostrar cómo las fotografías han construido los estereotipos y las imágenes que tenemos sobre estas comunidades», dijo a la prensa uno de los comisarios de la exposición, Mathieu Pernot.

Así, la colección está repleta de imágenes pintorescas de gitanos acompañados de osos y monos domesticados o mujeres con joyas y vestidos largos posando frente a paisajes como la Alhambra de Granada.

Para los comisarios de la exposición, estas imágenes quedan ancladas en el imaginario colectivo y legitiman la exclusión y las políticas de control que sufrieron estas comunidades en países como Francia, donde a finales del siglo XIX se les clasificó en «vendedores ambulantes», «feriantes» y «nómadas».

La exposición recoge también numerosas fotografías de los archivos policiales e imágenes de algunos de los campos de internamiento franceses por los que pasaron unos 6.500 «nómadas» entre 1940 y 1946.

Aunque la discriminación continuó tras la guerra, a partir de 1950 algunos fotógrafos comprometidos documentaron las transformaciones del mundo de estas «comunidades itinerantes», que cambiaron las carretas de madera por modernas caravanas y renovaron sus oficios.

La muestra, que se podrá visitar hasta agosto, reivindica que «los actores de esta historia no son solamente víctimas o sujetos pasivos» sino que siempre han participado en la economía y la cultura de múltiples formas, como ilustra una de las salas, llena de escenas de familias gitanas de México, Suecia, Rumanía, España, Turquía o Siria.

El Ayuntamiento de Lucena homenajea a Felisa Reyes Ortega, gitana y doctora en Ciencias Naturales y Experimentales

La Dra. Felisa Reyes Ortega con su familia tras recoger el galardón / Lucena Hoy

El Ayuntamiento de Lucena ha rendido un merecido homenaje a Felisa Reyes Ortega, premiando así la valiosa trayectoria profesional de quien es la primera mujer gitana doctora en Ciencias Naturales y Experimentales en España y actualmente profesora e investigadora de la Universidad de Granada.

Felisa Reyes Ortega nació en el seno de una humilde familia gitana, dedicada al comercio y compuesta por 6 hermanos. «Feli» constituye un ejemplo de tesón y trabajo personal, que la llevó a doctorarse en la Universidad Autónoma de Madrid en Química Orgánica en el año 2013, obteniendo la calificación de Cum Laude con Mención Internacional. Ha publicado más de 20 artículos en distintas revistas científicas nacionales e internacionales. Además, pertenece a la Real Sociedad de Química Española, al Grupo Especializado de Polímeros y al Centro de Nanomedicina de Australia y actúa como experta de evaluación de proyectos científico-tecnológicos de la Unión Europea.

Pero por encima de sus méritos académicos y sus dotes como investigadora, algunos de quienes mejor la conocen –su padre, su madre o su hermano menor, que intervinieron en el acto– destacaron su valía personal, su bondad y simpatía, su sonrisa permanente, su capacidad para luchar por sus anhelos profesionales manteniendo vivos los valores de su condición de gitana.

La familia está compuesta por seis hermanos, todos ellos universitarios, con un ingeniero aeronáutico, una abogada, un farmacéutico, una odontóloga y otro ingeniero aeroespacial en ciernes.

La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Lívia Járóka, visita Burjassot

Lívia Járóka durante su visita a Burjassot / HORTA NOTICIAS

Invitada por la Federación Maranatha, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Lívia Járóka, ha visitado Burjassot para conocer la realidad del pueblo gitano en el municipio. Una visita en la que no ha querido dejar pasar la oportunidad de visitar el Ayuntamiento de la ciudad, donde ha sido recibida por el alcalde, Rafa García, y por el concejal de Policía y Seguridad Ciudadana, Manuel Pérez Menero.

Járóka, política húngara de origen romaní, ha querido conocer de primera mano las necesidades y peticiones del pueblo gitano burjassotense y ha brindado su ayuda al alcalde de Burjassot para poder conseguir fondos europeos que puedan ser invertidos en el municipio.

Escuchó atentamente las reivindicaciones de los representantes de la Federación Maranatha que le plantearon diferentes cuestiones relacionadas con la falta de ayudas o la falta de una buena distribución de las mismas y, lo que es más importante, la necesidad de que se cuente con los gitanos, de primera mano, para desarrollar las estrategias europeas que les afecten.

Una voz gitana ha puesto muy alto el pabellón de nuestro pueblo en el Congreso de los Diputados

Sara Giménez

Trasteando en Internet, y más concretamente en las páginas de YOUTUBE, con el fin de ver que tratamiento hemos recibido los gitanos y las gitanas en el día de la mujer, nos hemos encontrado con un video excepcional. Su duración es muy cortita, tres minutos y medio, pero su valor es para nosotros, en estos momentos, inconmensurable.

Hemos visto a Sara Giménez, abogada, en el gran salón que precede al hemiciclo en el Congreso de los Diputados, rodeada de un público expectante, parlamentarios y parlamentarias de todos los grupos políticos que sin pestañear se les notaba sorprendidos y admirados por el aplomo de Sara, por el contenido de su discurso y por el orgullo con que les decía a todos “yo he nacido con una condición: ser mujer y soy gitana”. En algún momento la cámara de televisión enfocó a la presidenta del Congreso de los Diputados, la señora Ana Pastor. (Todos los españoles tenemos de ella la imagen seria y prevenida con que dirige los debates de los diputados y diputadas). Pues en esta ocasión, su mirada clavada en la persona de Sara y una incipiente sonrisa en sus labios, manifestaban que lo que decía la gitana era justo, era verdad y ¡caray! estaba siendo dicho de forma insuperable.

La imagen de Sara ha sorprendido a Sus Señorías. Pero hemos de decir que Sara no está sola. Que junto a ella hay en España un grupo de gitanas capaces, formadas, líderes naturales de su comunidad que han emprendido una carrera imparable para reivindicar con orgullo su condición de gitanas, españolas y europeas.

Y ahora, pulsen en el siguiente enlace, y vean y escuchen a Sara Giménez en el templo sagrado de la palabra donde se hacen las leyes.

https://www.youtube.com/watch?v=MAXFMMZCTCo

Es la hora de la mujer gitana (II)

Carmen Carrillo Losada. Secretaría de la Mujer de la Unión Romani
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

Traté de exponer en mi comentario anterior cuales habían sido las circunstancias, y junto a ellas las personas, que habían hecho posible que La hora de las gitanas hubiera sonado para nuestras mujeres. Hoy pretendo poner de manifiesto algunos hechos relevantes que pueden ilustrar con mayor fuerza qué significado tiene el papel que la mujer gitana puede desarrollar en la vida social y colectiva de la nación española.

En primer lugar, déjenme decir que no hemos perdido el tiempo. A veces se nos exige a los gitanos unos logros en el ámbito de la incorporación a la sociedad que los gachés (los no gitanos) han tardado siglos en conseguir o que todavía no han logrado en su plena identidad. Y en el ámbito de la mujer con mucha más razón. Realizar un análisis crítico de la sociedad española, comparándola con la de otras naciones de nuestro entorno democrático, exige trazar una línea divisoria entre lo que fue la España de la dictadura —40 años de vida sin poder ejercer las libertades básicas de cualquier democracia avanzada— y el régimen de libertades plena que tras la proclamación de la Carta Magna disfrutamos todos los españoles.

Recuerden que, en 1977, año del inicio de nuestra vida representativa parlamentaria, el 80% de la población gitana española era analfabeta. Hoy esa lacra infame, esclavizadora de los pueblos, está entre el 10 y el 15 por ciento. Y la existencia de titulados superiores y de jóvenes universitarios gitanos supera la cifra de 600, y de ellos el 65% ¡son gitanas! Hemos corrido y lo hemos hecho superando los obstáculos de una sociedad cerril que nos ha negado el pan y la sal cada vez que hemos pedido una oportunidad. Pero lo hemos logrado y en gran medida han sido las mujeres gitanas, las jóvenes gitanas, quienes han dado un paso adelante cuando lo tenían todo en contra. Y hasta hemos logrado que una gitana, Silvia Heredia Martín, ocupe un escaño en el Congreso de los Diputados por Sevilla. A veces incluso superando las barreras heredadas de nuestra cultura que, durante siglos, por un elemental sentido de la autodefensa, se ha negado al cambio.

Hay que seguir el ejemplo de las mujeres “payas”

Las mujeres gachás (no gitanas) deberían recordar —y algunas saber— que ellas no pudieron votar en España hasta el año 1933 en que las mujeres españolas acudieron por primera vez a las urnas en el marco de la Segunda República. El voto femenino de entonces fue decisivo. Casi siete millones de mujeres pudieron elegir por primera vez a sus representantes. Y no ha pasado tanto tiempo desde entonces.

Me gustaría que las mujeres gitanas, y de forma especial las jóvenes gitanas que hoy comienzan su adolescencia y que alcanzada la mayoría de edad se sientan en los pupitres de las universidades, aprendieran de las mujeres no gitanas que hace menos de un siglo hicieron posible el milagro, aún no del todo consumado, de lograr la igualdad con los hombres. Ellas lucharon y algunas dieron su vida, por conseguir que la ley les reconociera el derecho a votar y a ser elegidas. Con luz propia brilla el nombre de Emmeline Pankhurst que creó la Liga para el Sufragio Femenino. Necesitó 30 años de lucha para lograr que las sufragistas, suffragettes, lograran que en el año 1928 el Parlamento Británico aprobara que las mujeres votaran con las mismas condiciones que tenían los hombres. Y lo logró porque tuvo fe en que la lucha de las suffragettes debía conducirles, inexorablemente a la victoria.

 Y en España tomaron la bandera de la liberación de las mujeres las “sinsombrero”

La reciente historia de nuestro país ofrece igualmente un ramillete de mujeres luchadoras, pioneras en la lucha política por conseguir que las españolas gozaran del reconocimiento de la igualdad jurídica ante los hombres. Sus nombres, ocultos o vilipendiados durante la dictadura, han sido recuperados a partir de la nueva época democrática de nuestro país. Clara Campoamor, que fue diputada por el Partido Radical en 1931 fue la abanderada de la conquista del voto femenino. Y junto a ella otras españolas, destacando las que pertenecían a la generación del 27.

Cuando contemplo la lucha que desde hace tanto tiempo están protagonizando Carmen Carrillo Losada, Sara Giménez o Beatriz Carrillo de los Reyes no puedo evitar compararlas con las grandes luchadoras que dieron vida a las “sinsombrero” en el primer tercio del siglo pasado. Lo cuenta Maruja Mallo (1902) cuando refiere que un día de los años 20 se paseaba por la Puerta del Sol madrileña con otras personas y se les ocurrió quitarse el sombrero porque “quitarnos el sombrero, decíamos, que parecía que estábamos congestionando las ideas y, atravesando la Puerta del Sol, nos apedrearon llamándonos de todo”.

Carmen Carrillo Losada

Posiblemente Carmen Carrillo Losada haya sido la primera mujer gitana que ha participado activamente en la vida pública española logrando haber sido elegida concejal del ayuntamiento de Jaén, capital de la provincia. En el año 2006 fue descrita por la prensa nacional como una “rompedora de estereotipos”. Y lo sigue siendo porque Carmen tiene muy claras las ideas y siempre fue una mujer luchadora a pie de obra. Trabajadora incansable, siempre está dispuesta a coger el hatillo para ir a zarandear a quien haga falta en defensa de los intereses de nuestra comunidad. «La mujer ha sido el sector más desfavorecido de la población gitana por el papel de transmisora de la cultura y valores que ejerce de una forma integral en el seno del hogar, la familia y el pueblo«, ―dice Carmen― mientras que la mujer gitana «ha sufrido doblemente el machismo imperante, por ser mujer y por ser gitana«. En un hipotético Gobierno de España, donde los gitanos tuviésemos cabida, Carmen Carrillo Losada sería una magnífica ministra de Asuntos Sociales.

Sara Giménez

Sara Giménez. Representante de España en el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa

Sara es abogada, natural de Huesca y hace unos días ha sido nombrada representante de España ante el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) del Consejo de Europa. Esta joven gitana, que nació el mismo año que la democracia en España, tiene una magnífica cabeza jurídica y un corazón curtido en la lucha, desde los tribunales, por defender nuestros derechos tantas veces pisoteados o ignorados.

En estos momentos ella es nuestra representante al más alto nivel en un organismo tan importante como es el Consejo de Europa. El Comité en el que se integra es uno de los organismos de referencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, por lo que, con sus propias palabras, lo que allí se diga “puede tener una gran influencia en mejorar la política estatal de lucha por la igualdad y velar por estos derechos.”

El pasado día 8 de marzo hemos visto a SARA GIMENEZ, abogada, en el gran salón que precede al hemiciclo en el Congreso de los Diputados, rodeada de un público expectante, parlamentarios y parlamentarias de todos los grupos políticos que sin pestañear se les notaba sorprendidos y admirados por el aplomo de Sara, por el contenido de su discurso y por el orgullo con que les decía a todos “yo he nacido con una condición: ser mujer y soy gitana”. En algún momento la cámara de TV enfocó a la presidenta del Congreso de los Diputados, la señora Ana Pastor. Su mirada clavada en la persona de Sara y una incipiente sonrisa en sus labios, manifestaban que lo que decía la gitana era justo, era verdad y ¡caray! estaba siendo dicho de forma insuperable. En un hipotético Gobierno de España, donde los gitanos tuviésemos cabida, Sara Giménez sería una magnífica Ministra de Justicia.

Beatriz Carrillo de los Reyes

Beatriz Carrillo de los Reyes. Vicepresidenta del Consejo Estatal del Pueblo Gitano

Beatriz es nuestra máxima exponente en un cargo dependiente de la Administración Central del Estado. El pasado mes de septiembre se constituyó el Consejo Estatal del Pueblo Gitano y Beatriz fue elegida por unanimidad vicepresidenta de este. Ya pueden agarrarse los machos los miembros del gobierno actual o los de cualquier otro que venga en el futuro, porque Beatriz no se arredrará ante nadie que ostente el poder y no cumpla con sus obligaciones constitucionales en lo que a nuestra comunidad respecta. Ella lo tiene muy claro y así lo ha manifestado: “Debemos contribuir a fortalecer el avance de nuestra sociedad en general y la igualdad de derechos de la población gitana, en particular. Este es el compromiso, en términos generales, que debemos asumir entre todos y todas, y no sólo por una cuestión de justicia para los gitanos y gitanas españolas, sino también por lealtad a la defensa de los valores democráticos de la igualdad y la libertad”.

Déjenmelo decir por tercera vez, que soñar no cuesta dinero. En un hipotético Gobierno de España, donde los gitanos tuviésemos cabida, Beatriz Carrillo de los Reyes sería una magnífica ministra vicepresidenta del Gobierno.

Y para terminar

Voy a poner en boca de estas tres mujeres gitanas lo que en 1913 Emmeline Pankhurst difundió y que me gustaría que se convirtiera en el principio de convencimiento personal de nuestras jóvenes líderes: “Las mujeres gitanas hemos despertado tarde, pero una vez decididas, nada en la tierra y nada en el cielo hará que las mujeres gitanas cedan; es imposible«, y su profecía se cumplió.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romaní

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