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El colectivo ‘Juristas Gitanos’ es una realidad

Imagen del primer meeting online organizado por ‘Juristas Gitanos’/ Cedida

El pasado 14 y 15 de mayo, el colectivo ‘Juristas Gitanos’ organizaron su primer acto, esta vez en formato online debido a la pandemia del COVID19 que nos afecta, pero no sin ello con un cartel de ponencias excepcional. Durante los dos días más de 70 participantes se conectaron a participar en las charlas centradas en explicar los delitos de odio y como está afectando jurídicamente el virus al pueblo gitano.

“Abogados, graduados, licenciados y estudiantes de Derecho de toda España, de todas las edades, todos gitanos. Nos acompañaron también profesionales de otras disciplinas estrechamente vinculadas al ámbito jurídico.  Fue un acontecimiento histórico que emociona e ilusiona, porque somos conscientes de todo lo bueno que puede salir de aquí. Juntos por primera vez para aportar soluciones jurídicas a los problemas que afectan a nuestro pueblo y acometer, a través de los recursos que las leyes nos habilitan os retos de futuro que nos conciernen” explica Emilio Israel Cortés uno de los propulsores de este nuevo colectivo.

Des del propio colectivo nos explican que esta entidad era necesaria. “Una red nacida de entre nosotros y dirigida hacia el cumplimiento de nuestros propios fines -y no los que nos imponen otros-. Principios gitanos, enfoque jurídico. Vocación social e interés profesional en equilibrio”. Paso a paso y con buena letra, la idea, que surgió hace unos años de un pequeño grupo de juristas promovido por Ostalinda Maya, ha cobrado forma por fin. Un modelo organizativo práctico e innovador que bien podría inspirar la creación de otras redes profesionales y su interconexión. Por qué no.

El Derecho es un motor de progreso y de transformación política y social. Es un elemento de cohesión indispensable, nos determina como ciudadanos, nos iguala -a todos- en derechos y deberes y nos asigna un papel protagonista dentro de la sociedad de la que formamos parte. El Derecho es el instrumento más eficaz para contener a los racistas, a quienes no bastan las buenas palabras. Es la llave que abre todas las puertas que nos cerraron injustamente en el pasado y ahora, gracias a Dios, está en nuestras manos. “Como gitanos y juristas, queremos acercar el conocimiento de sus derechos a nuestra gente, para que puedan disfrutarlos como merecen, para que puedan defenderlos frente a cualquier ataque, para que seamos un pueblo más fuerte y más consciente de sí mismo, y nadie jamás pueda volver arrebatarnos nuestra dignidad ni la libertad de seguir siendo gitanos” apunta Cortés.

“Ciertamente, nos negaron a base de palos y persecuciones la posibilidad de soñar. Durante mucho tiempo la supervivencia fue nuestro único objetivo y pensar en el mañana era un lujo que no nos podíamos permitir. Hoy, sin embargo, al ver el potencial, la preparación, la ilusión y la fe de esta nueva generación que emerge, nos concedemos de nuevo el privilegio de soñar. Y no solo de soñar, sino de cumplir nuestros sueños. Con las personas adecuadas, lo imposible es fácil. Con las personas incorrectas, lo más fácil se torna imposible. Con generosidad, humildad y voluntad de aportar cada uno lo que tiene y puede, llegaremos muy lejos. Eso sí, con pasos pequeños y seguros. No hay prisa. Queda mucho por delante pero el inicio no podía ser más esperanzador” sentencian estos abogados gitanos.

“Juristas Gitanos es una realidad. Llega justo a tiempo, cuando más falta hacía. Y no es mérito nuestro. Tan solo recogemos lo que otros sembraron con lágrimas y esfuerzo años, décadas atrás. Os doy las gracias a todos, a mi equipo, los que habéis colaborado en la puesta en marcha del proyecto, a los que habéis participado en este primer encuentro y a los que os habéis prestado a sumar esfuerzos para hacer que esto funcione, crezca y supere toda expectativa. Que Dios esté con nosotros” pide Emilio Israel Cortés.

Exposición virtual “X Solidaria”: ayudar a millones de personas con un sencillo gesto

Marcar la “X Solidaria” en la declaración de la renta es un sencillo gesto solidario que no cuesta nada, pero tiene un enorme impacto en la vida de millones de personas. Gracias a la casilla 106, las ONG pueden responder a realidades completamente distintas, pero con el mismo fin: ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad, algo que en un contexto como el que la sociedad vive debido a la crisis sanitaria, social y económica que está generado el COVID19, es más importante que nunca.

La exposición fotográfica que hoy se presenta, muestra a través de las instantáneas de Olmo Calvo, seis proyectos de diferentes ONG financiados gracias a la “X Solidaria”, que trabajan por una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria que no deje a nadie atrás.

Entre estos proyectos están las fotos del «Programa estratégico de promoción de la autonomía personal de las personas con discapacidad física y orgánica» de COCEMFE, en las que se puede ver a Cristina frente a la puerta de España del parque de El Retiro, una entrada que tiene una escalinata totalmente inaccesible para una persona con movilidad reducida. Ella, como tantas otras personas con discapacidad se encuentra, cada día, con diversas barreras de accesibilidad, pero gracias a este proyecto financiado por la “X Solidaria”, recibe apoyo de COCEMFE desde donde realizan “múltiples acciones de promoción de la vida independiente de las personas con discapacidad; desde la eliminación de barreras arquitectónicas hasta la fabricación de productos de apoyo utilizando tecnología 3D para niños y niñas con discapacidad pasando por acercar productos farmacológicos para las personas más vulnerables” destaca Elena Antelo, directora gerente de la organización.

Otro de los proyectos de la exposición es el “Punto de información y asesoramiento integral para la mujer víctima de violencia de género y/o en riesgo de exclusión social» del Movimiento por la Paz -MPDL-, que “les permite contar con un recurso de referencia que les ofrece apoyo desde distintos ámbitos para dar una respuesta integral a sus necesidades,” declara Begoña Serrano, Responsable del Área de Mujer. En él las mujeres encuentran también un punto de unión y conectan unas con otras a través de las diferentes actividades que realizan junto a las profesionales del Área de Mujer, lo que las ayuda en su día a día. “Es igualmente un espacio seguro donde la confianza, el respeto mutuo y la sororidad permiten que las mujeres puedan sentirlo como suyo” destaca Serrano.

En la exposición también se puede ver el «Proyecto de investigación social para promover el conocimiento sobre la calidad de vida de las personas con autismo y los factores que inciden en ella», de Autismo España, en el que trabaja el área de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la Confederación. Su equipo se reúne para identificar los objetivos de cada uno de los estudios que desarrollan sobre personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y que profundizan sobre aspectos tan relevantes como la educación, el empleo o la perspectiva de género, beneficiando así de manera indirecta a todas las personas con TEA y sus familias. Por eso, el director general de Autismo España, Jesús García Lorente, asegura que “la X Solidaria para personas con TEA es clave en nuestro país.

Cruz Roja Española también está presente en la exposición con unas fotos del proyecto “Buen trato a las personas mayores: promoción del trato adecuado y protección frente al maltrato” en las cuales se puede ver a Hilario, beneficiario del mismo, paseando junto a Beatriz, una de las voluntarias del proyecto. Cruz Roja realiza diversas actividades enfocadas a mejorar la autoprotección y seguridad de las personas mayores, algo fundamental ya que, como destaca Jorge Cubillana, responsable del proyecto, «el maltrato hacia las personas mayores es una problemática social que afecta a la salud y los derechos de millones de personas mayores en todo el mundo,” por lo que se debe “alcanzar un modelo de convivencia basado en el buen trato, libre de cualquier tipo de violencia hacia las personas, independientemente de su edad,” declara.

El “Programa servicio para el acceso a la información y a la comunicación de las personas sordas” de la Confederación Española de Familias de Personas Sordas – FIAPAS, también está presente en esta muestra. Gracias a la “X Solidaria” integra acciones dirigidas a que las personas con sordera puedan participar, en igualdad de condiciones, en actos y espacios públicos, presenciales, telemáticos o retransmitidos, a través de productos de apoyo a la audición y a la comunicación oral, como el subtitulado y el bucle magnético. Asimismo, se encarga de informar y sensibilizar sobre la eliminación de las barreras de comunicación, para hacer visibles las necesidades de las personas sordas que comunican en lengua oral y usan prótesis auditivas.

En la exposición también figura el proyecto de la Fundación Menudos Corazones «Atención a niñas, niños y jóvenes con cardiopatías congénitas hospitalizados y a sus familias» en el que se puede ver la Casa Menudos Corazones inaugurada este año. En ella se alojan, entre otras familias, Ionela y Alexandru, los padres de Antonia, una niña de 4 años con una cardiopatía congénita en espera de un trasplante cardiaco. En España nacen, cada día, 10 bebés con un problema de corazón, “la patología congénita más frecuente” destaca María Machón, responsable del proyecto de alojamiento gratuito de esta entidad, quien explica que, por su cronicidad, estos niños, niñas y jóvenes necesitarán “atención especializada toda su vida, continuas consultas e ingresos, a menudo, lejos de su tierra,” como la pequeña Antonia y su familia. Por ello, “tener un espacio donde descansar, asearse o preparar algo de comer, cerca de los hospitales de referencia en cardiología pediátrica en Madrid, permite a madres y padres centrarse en lo más importante: su hija o hijo”, explica.

Todas las personas que han querido participar en la exposición de la “X Solidaria” para mostrar una pequeña parte de los proyectos que se hacen posibles cuando se marca la casilla de Fines Sociales en la renta, tienen su propia historia, sus realidades son diferentes y todas son distintas unas de otras, pero tienen algo en común que las une: la solidaridad de las personas contribuyentes que cada año marcan la casilla “X Solidaria” en su renta, mejorando así su vida y la de millones de personas que lo necesitan.

El Premio Nelson Mandela de Promoción de la Salud ha sido otorgado este año a la Red Equi-Sastipen-Rroma

Logo de la entidad gitana premiada, la Asociación UNGA / Unga

En su 146º reunión celebrada en febrero de 2020, el Consejo Ejecutivo de la OMS adoptó una serie de decisiones por las que otorgaba distintos premios a diversas personas o instituciones, como reconocimiento por su notable contribución al desarrollo de la salud pública, entre ellas el Premio Nelson Mandela de Promoción de la Salud a la Red Equi-Sastipen-Rroma (España).

Este premio se otorga a una o más personas, instituciones u organizaciones gubernamentales o no gubernamentales que hayan hecho una aportación destacada a la salud pública. Como la Red Equi-Sastipen-Rroma no es una persona física ni jurídica, el premio se otorgará formalmente a la organización coordinadora de la Red, la Asociación Gitana UNGA.

“Se trata de un reconocimiento sin precedentes que no hace más que constatar la gran labor no sólo de promoción de la salud, sino de fomento de la inclusión social y preservación de la identidad romaní, que se viene apoyando desde esta Dirección General y que se materializa en el Grupo de Trabajo de Salud en el seno de este Consejo” afirman desde la Secretaría del Consejo Estatal del Pueblo Gitano.

La fecha de la ceremonia para la entrega de premios está pospuesta debido a la crisis generada por la COVID 19.

Las otras categorías de premios han quedado repartidas de la siguiente manera:

– el Premio de la Fundación Ihsan Doğramacı para la Salud de la Familia se otorgará al Dr. Errol R.Alden (Estados Unidos de América);

– el Premio Sasakawa para la Salud se otorgará a Geo-RIS (Sistema Geoespacial de las Redes Integradas de Salud, Dirección General de Aseguramiento e Intercambio Prestacional del Ministerio de Salud (Perú);

– el Premio de la Fundación de los Emiratos Árabes Unidos para la Salud se otorgará a la Sra. Xi Jin (China);

– el Premio de Su Alteza el Jeque Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah para Investigaciones sobre la Atención de la Salud de las Personas de Edad y la Promoción de la Salud se otorgará a la Profesora Gunhild Waldemar (Dinamarca);

– el Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. LEE Jong-wook se otorgará al Dr. João Aprigio Guerra de Almeida (Brasil) y a The Sickle Cell Disease Consortium (República Unida de Tanzanía);

– el Premio Nelson Mandela de Promoción de la Salud se otorgará a la Red Equi-Sastipen-Rroma (España) y a la Profesora Dame Sally Davies (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte).

La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña ha entregado 7 toneladas de alimentos a las familias más necesitadas del barrio

Barrio de La Mina en Barcelona

En La Mina, una de las zonas más pobres de Barcelona, ​​muchas familias viven de la venta ambulante. Su medio de vida se ha visto interrumpido ante el confinamiento general del país, uno de los más estrictos de Europa. Es ahora, cuando ha empezado la desescalada, que las medidas se están relajando. “Muchas familias aquí viven día a día y dependen de los donativos «, dice a Reuters Susana Martínez Heredia, de 28 años, funcionaria que vive en el vecindario.

La Mina tiene un gran porcentaje de población romaní. Martínez Heredia asegura que, en las últimas semanas, la Asociación de Gitanos de Cataluña ha entregado 7 toneladas de alimentos a las familias más necesitadas del barrio.

Ante este escenario, el gobierno planea introducir una renta básica mensual para la ciudadanía a quién más a afectado la crisis. José Luis Escrivá, Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dijo que costaría alrededor de 3.000 millones de euros al año financiar esta medida. Sin embargo, aún no han transcendido los detalles.

Armas contra habas

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El debate social entre la Legítima Defensa en caso de una incursión ilegítima en la propiedad ajena, remanece cada vez que hay un suceso tristísimo. Es cierto que la legítima defensa es un derecho que justifica una acción típica, pero la grandeza del nuestro sistema penal es que cada caso es un mundo. Para que exista legítima defensa, sobre todo, debe mediar proporcionalidad entre la agresión ilegítima y la respuesta. Es decir, si una persona insulta y amenaza en una discusión de tráfico, y el otro como respuesta, no lo insulta también o lo denuncia, sino que le pega quince puñaladas, eso nunca será legítima defensa porque la respuesta es desproporcionada.

Pero todo se complica aún más, cuando la agresión consiste en la intromisión en la propiedad ajena porque al consistir en testimonios sin testigos, el dueño de la propiedad puede decir que actuó con la máxima defensa porque si un individuo entra en tu casa de noche, no sabes que intenciones trae y por eso te tienes que defender como es lógico con lo mejor que tengas para ello. Por eso hay que mirar con lupa el caso concreto.

Porque sí una persona entra en un campo sembrado y recoge frutos para comer a plena luz del día y el dueño, como respuesta a un hurto de carácter leve porque no supera la cosa 400 euros, le pega un tiro con una escopeta como respuesta, y lo mata, eso, así, no es legítima defensa por ningún lado. Eso es otra cosa que no tiene nada que ver con la justificación de la acción delictiva sino con una reacción atávica e incivilizada que debe tener como consecuencia la mayor condena; la venganza privada y desproporcionada y que quita el mayor tesoro que Dios nos dio como es la vida, tiene que tener un alto precio de pago a nivel público.

Y en esas, aparte del tristísimo hecho, entra el debate sobre el permiso de armas. Hay varios supuestos de concesión: para cazar o por la naturaleza arriesgada de una actividad laboral. Ningún supuesto es para tenerlas en casa como las tienen los americanos. Por eso, estos permisos deben estar sometidos a controles periódicos porque si una persona ya no caza o no tiene un trabajo arriesgado, se le debe suprimir dicha licencia. Es decir, si una persona mayor, jubilada, pongamos setenta y tres años, tiene armas y con ellas quita la vida a otra persona, penalmente le caerá lo que en justicia le corresponde, pero pudiera ser que también el Estado sea responsable civil del delito de cara a la indemnización que corresponde a la familia del fallecido -ya que es el que concede y controla dichos permisos de armas- si se demuestra a través de un examen pericial que dicho autor del delito ya no estaba capacitado para esa licencia o ya no realizaba la actividad para la que le fue concedida.

Día de la Resistencia Gitana

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya

Sostengo la teoría de que la supervivencia del Pueblo Gitano es un milagro después de tantos siglos, no solo de marginación, sino de cruel persecución que encuentra su punto de mayor gravedad tras el genocidio que contra nosotros supuso la política nazi durante la segunda Guerra Mundial.

Casualmente, en el día 16 de mayo coinciden dos acontecimientos de gran importancia en la historia reciente del Pueblo Gitano. Por eso esta fecha cobra una doble importancia La primera de todas ellas es la siguiente:

16 de mayo de 1940

El 21 de septiembre de 1939, Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, decidió deportar a 30.000 gitanos alemanes y austriacos al Este, es decir, donde estaba el llamado Gobierno General, un lugar dentro de la Polonia ocupada por los alemanes. Pero este plan fracasó porque se opuso el general Hans Frank que era algo así como el nuevo presidente nazi de la Polonia ocupada. De hecho, gobernó Polonia ―donde estaban los principales campos de concentración y de exterminio― durante seis largos años. Este infame general se opuso al traslado inmediato de los 30.000 gitanos alemanes al campo de Auschwitz porque quería que primero fueran los judíos alemanes los que fueran deportados. Pero al final tuvo el merecido castigo que se merecía. Cuando los soldados soviéticos comenzaron la ofensiva a través del rio Vístula, salió huyendo de Polonia y pocos meses después le apresaron los soldados norteamericanos. Le procesaron en los Juicios de Nuremberg por ser uno de los diseñadores del Holocausto y se le encontró culpable de Crímenes de Guerra y de Crímenes contra la Humanidad. Fue condenado a morir en la horca y colgado por el cuello el 16 de octubre de 1946.

Seguimos con el discurrir de los acontecimientos. Una vez decidido que no era posible trasladar de forma inmediata a los 30.000 gitanos alemanes a los campos de concentración establecidos en Polonia, el 17 de octubre de 1939, Adolf Eichmann recomendó que la “Cuestión Gitana” se solucionara a la vez que la “Cuestión Judía”. Heinrich Himmler firmó una orden enviando a los gitanos de Alemania a Auschwitz para lo cual se emitió un decreto que prohibía a los gitanos abandonar sus lugares de residencia. Con esto, la mayoría de los historiadores coinciden en afirmar que la “Solución Final de la Cuestión Gitana” había empezado.

El 27 de abril de 1940, el comandante en jefe de las SS, el mismísimo genocida Heinrich Himmler, ordenó la deportación de 2.500 gitanos a los territorios polacos ocupados. La orden se cumplió unos días más tarde y el 16 de mayo de 1940 fueron llevados a Auschwitz. Ninguno sobrevivió.

Como todas las ratas cobardes de alcantarilla, este asesino que estuvo al frente de todos los campos de concentración y exterminio del régimen nazi, que fue fundador de las SS y de la Gestapo, responsable junto a Hitler de la muerte de cinco millones de judíos y medio millón de gitanos, huyó en cuento las tropas aliadas se aproximaron a su guarida. Fue detenido y se hicieron cargo de él los soldados británicos. El 23 de mayo de 1945 se suicidó. Su alma está desde entonces ardiendo en las profundidades del Infierno.

16 de mayo de 1944

En el mes de mayo de 1944 los alemanes decidieron liquidar el campo de exterminio que congregaba en Auschwitz-Birkenau unos seis mil gitanos, adultos, ancianos y niños. Ya no les eran rentables para los trabajos forzados que hacían los que aun les quedaban algo de fuerzas y los niños ya no les eran necesarios al Dr. Joseph Menguele para realizar con ellos los más terribles experimentos. Por otra parte, el lugar del campo reservado a las familias gitanas estaba plagado de epidemias y enfermedades mortales. El tifus, sobre todo, la disentería y la viruela hicieron estragos.  Ante este panorama, el mismísimo Heinrich Himmler, comandante supremo de las terroríficas SS, dio orden de que los mataran a todos en un solo día.

Pero ocurrió que el director del Campo Gitano, “Zigeunelager” como se le denominaba en alemán, era un miembro de la Waffen-SS llamado Georg Bonigut. Había sido nombrado en abril de 1944, es decir, un mes antes de que se diera la orden de acabar con todas las familias gitanas. Suponemos que debió sentir un impulso de compasión por lo que en la noche del 15 de mayo se lo dijo a Tadeusz Joachimowski que era un preso político que ejercía de escribano o “trabajador administrativo” del campo gitano. “La cosa en el área de los gitanos se pondrá pesada; hay una orden para liquidarlos.”  Joachimowski no dudó en comunicarlo a dos prisioneros quienes corrieron la voz sigilosamente a la mayoría de ellos. “Mañana vendrán a por nosotros y moriremos todos”. La estimación oficial indica que en ese momento había en el campo de Auschwitz unos 6.000 gitanos.

Pero resulta que cuando las temibles SS fueron a llevarse a las familias gitanas, éstas ya estaban preparadas para impedirlo y se atrincheraron. Uno de los participantes en el levantamiento, Willi Ernst, superviviente de aquel momento, recordó que “nuestro líder del barracón nos advirtió de que seríamos gaseados al día siguiente, por lo que todos y todas nos armamos como pudimos. Yo mismo tenía un cuchillo, otros tenían herramientas de trabajo y otros incluso con piedras. No fuimos a la cámara sin luchar”

Lo que sucedió la noche del 16 de mayo de 1944 lo relató después el propio Joachimowski: “Ese día, cerca de las 19:00 horas, escuché el gong que anunciaba el bloqueo del campo. Hasta el sector de los gitanos llegaron vehículos de los que descendieron entre 50 y 60 hombres de las SS armados con metralletas. Algunos de ellos entraron a las barracas y al grito de ‘¡Vamos! ¡Vamos!’ les ordenaron salir”. Pero esa noche nadie salió. Según el testigo, dentro de las barracas reinó un silencio absoluto y los miles de hombres, mujeres y niños que ahí habitaban se atrincheraron, negándose rotundamente a abandonarlas. Muchos habían logrado armarse con cuchillos, palancas y piedras. Estaban decididos.

El testimonio de Joachimowski continúa: “Después de un rato, escuché el silbido que ordenaba a los hombres que rodeaban las barracas retirarse. Volvieron a sus vehículos y se marcharon. El día siguiente, Bonigut vino a mí y me dijo: ‘Por ahora los gitanos están a salvo’. Fue así que el primer intento de liquidarlos fracasó”.

La escritora Yetlaneci Alcaraz nos proporciona un valioso testimonio de lo que ocurrió aquel 16 de mayo de 1944. Con piedras, ―ha escrito― palos y a golpes de madera, los gitanos y las gitanas lograron lo imposible: que las SS, impotentes ante esta oposición inesperada, se retiraran.  Gracias a su resistencia, pudieron salvar sus vidas durante un día más. Gracias a su levantamiento, consiguieron posponer el asesinato de los allí presentes. Incluso en momentos sin esperanza, no se rindieron sin luchar hasta el final.

El día 16 de mayo, por partida doble, es el día de la Resistencia Gitana.

Con lágrimas en los ojos y el corazón encogido al adivinar tanto sufrimiento de seres inocentes, hoy levantamos la voz para gritar por ellos ¡Naís, naís! (Gracias, gracias)

¡Opre rromá! (viva los gitanos)

Ahora más que nunca: resistir para sobrevivir

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El próximo sábado, día 16 de mayo la fecha en el calendario que está grabada en rojo para nuestro Pueblo. Es un día para la reflexión, el recuerdo y porqué no, también para sentir orgullo, pues no me cabe duda de que debemos sentirlo cuando hacemos referencia al día de la Resistencia Romaní. Nuestras primas y tías lideraron una revuelta en la sección romaní del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau para evitar que sus familias fuesen gaseadas, utilizando para ello palos y piedras que habían confeccionado ellas mismas.

Se enfrentaron a las SS nada más y nada menos. Benditas sean nuestras antepasadas y benditos sean nuestros ancianos y nuestros niños y niñas, que no se quedaron atrás.

Debemos sentir orgullo, por supuesto. Esa acción conjunta, fruto de la rabia y la impotencia puso freno a una noche más de cristales rotos al ver que día tras día y noche tras noche, uno a uno de nuestros antepasados iban siendo gaseados y portanto, asesinados a manos de tan malditas manos. Aquella revuelta salvó a unas seis mil personas gitanas y eso fue, francamente determinante.

Demostraron aquellas mujeres, ancianos y niños a aquellos racistas elevados a la enésima potencia que nuestro Pueblo cuando se une es capaz de doblegar a la mayor de las calamidades y que además, como ya sucedió con la Prisión General o la Gran Redada, nuestra gente puso la mayor de las resistencias a la vulneración de sus derechos. No se amilanó jamás. No lo hizo en la Gran Redada, ni tampoco durante el consabido exterminio nazi.

Así lo cuenta Dazlo Tilany con respecto a la liquidación del campamento gitano:

«Un guardia de la SS relató la gran dificultad en la acción especial en el “campamento de los gitanos “siendo esta la mayor que se había llevado a cabo en Auschwitz… Los gitanos, que sabían lo que les esperaba gritaron, se desencadenaron peleas, hubieron disparos y muchos heridos. Los refuerzos de las SS llegaron cuando los camiones sólo estaban medio llenos. Los gitanos incluso usaban panes como misiles. Pero las SS eran demasiado fuertes, demasiado experimentados, demasiado numerosos».

También como referenciaba más arriba, este próximo sábado debe ser un día para la reflexión. En estos tiempos donde la crisis golpea con fiereza es cuando nuestros valores nos deben acompañar como integrantes de nuestro Pueblo, tal y como sucedió en aquella insurrección del 16 de mayo de 1944 en el que la solidaridad fue determinante para salvar vidas. Ese valor, que permanece indeleble al paso de los años lo estamos viendo traducido en apoyos para quienes peor lo están pasando, así como para acompañar a las familias que por mor de este maldito virus, pierden a sus seres queridos. Como una sola familia, nuestro Pueblo está sintiendo con dolor a aquellos que se nos van y del mismo modo, como una sola familia nuestro Pueblo se repondrá de estas heridas.

Los días que estamos pasando, llenos de bulos, de redes sociales antigitanas, de noticias falsas, calumnias e incluso de malas artes periodísticas nos están haciendo pasar este período de alarma bajo una permanente crítica feroz, que demuestra que nuestro enemigo continúa estando tan fuerte como siempre, y que nos hace entonar en nuestras mentes el triste recuerdo de una historia de persecución que hoy parece estar más viva que nunca. Habrá cambiado ese enemigo o se habrá amoldado a los nuevos tiempos para camaleónicamente revestir de verdad todo un conjunto de falacias, que finalmente son las que estamos viendo en estos días. Por eso, de nuevo la solidaridad como Pueblo es la que nos está demostrando la madurez que hoy en día mostramos. Por eso es importante seguir procediendo a denunciar ante los tribunales, tal y como este Consejo va a continuar haciendo a cuantas exaltaciones al racismo y al antigitanismo haya, pues son las armas con las que nos podemos defender. Ayer fueron todo tipo de utensilios para resistir y hoy será nuestra solidaridad la que consiga hacernos más fuertes. Resistimos, claro que sí, pero organizados y unidos tal y como hemos demostrado en todos estos días de fake news, malas praxis periodísticas y bulos por redes sociales. Resistiremos a los envites de este virus, teniendo muy presentes a los que se nos han ido y protegiendo a nuestros chavorrillos y chavorrillas, que son el futuro de esta resistencia romaní.

Un abrazo a todos y a todas.

¡Sastipen thaj mestipen!

¡Salud y Libertad!

Los disparos del racismo

Imagen de archivo de una manifestación contra el antigitanismo en Barcelona. / Unión Romaní
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Todavía hay quien lo sigue creyendo. Cuando alguien vea una planta de habas que recuerde que ese es el valor que los racistas le han otorgado a la vida de un padre de familia. Es más, en estos días hay quien ha querido demostrar lo fácil que es justificar un asesinato cuando a quien le arrebatan la vida es una persona gitana. Es la esencialización perversa de la cultura que ya defendía el genio de la literatura universal, Miguel de Cervantes, quien afirmaba que para acabar con la naturaleza del ladronzuelo gitano era liquidando su vida. Si uno hubiese vivido en el siglo XVI en España, y se hubiera acercado a la Cárcel Real de Sevilla en esos tiempos, se habría encontrado al creador de El Quijote preso por apropiarse de dinero público siendo recaudador de impuestos que servían para financiar guerras. Ironías de la historia.

Pero hoy estamos en la segunda década del siglo XXI afrontando un desafío inédito a escala mundial, que nos demuestra una vez más la verdad incontestable de la fragilidad humana. Siempre superada cuando decidimos avanzar en esa rica comunión solidaria en que la fortaleza colectiva se impone otorgándonos dignidad a todos y todas. Ese es el único escudo social que nos mantiene vivos para vencer las calamidades que nos amenazan y azotan al mundo.

Pero también nuestra fuerza ante la ruptura social y la decadencia es que nos atavíen de poder a los que tradicionalmente no lo tenemos, como un escudo antirracista ante los golpes recibidos no sólo por la crisis sanitaria, económica y social, sino también por el virus del odio al que es diferente. Necesitamos la vacuna de esa soberbia insoportable que traspasa el tiempo con flechas envenenadas, en ese intento que desde la supremacía «darwinista» provee de fundamentos a la ultraderecha fascista. Sin esa vacuna contra el odio al diferente las entrañas de nuestras sociedades se corroen y se pudren.

En estos días nos hemos hecho eco de una escalofriante noticia: un hombre ha matado a otro por entrar en un huerto ajeno a hurtar presumiblemente una planta de habas. Pero varios formatos televisivos comenzaron con su permitida cancha al estímulo racista antigitano, justificando sin rubor tan horrendo crimen. La conmoción ha sido tan enorme entre la población gitana que todavía se escucha el dolor irresistible de la viuda llorando ante la crueldad perpetrada por unas miseras verduras que les ayudarían a matar el hambre de sus cuatros hijos.

Le han robado la vida a Manuel, y las hordas cargadas de odio racista no sólo no han condenado el repugnante crimen, sino que se alegran. Y esto me recordaba a esos tiempos tenebrosos del llamado «derecho de culpables», reforzado en el derecho penal español de la época franquista por la introducción del concepto conocido como «peligrosidad social». Aquella regulación específica sobre el «gitano» mediante la ley de vagos y maleantes, cuyos instrumentos de control servían a la dictadura para intensificar el odio a nuestro pueblo.

Algunos de nuestros ancianos recuerdan cómo debían guardar con temor la factura de sus propias pertenencias, vestimenta o cualquier objeto que portaran encima para demostrar que no eran robadas. Quien no poseyera tal comprobante era molido a palos en el calabozo. Esa época funesta del régimen que odiaba a todo lo que representaba lo gitano no escatimó, sin embargo, a la hora de apropiarse de nuestros símbolos y asumirlos como marca española para atraer el turismo hipnotizado por nuestra cultura. Mientras tanto, las mujeres gitanas fueron segregadas y reprimidas por procedimientos judiciales a través de los consejos de guerra ante la actitud represiva del franquismo que las acosaban por sus vestimentas, lengua y tradiciones. Representaban una amenaza para la afiliación derechista, tanto que para los gitanos era una rareza incluirse en política y más para las mujeres. Por tanto eran represaliadas, pero no como presas políticas, sino como peligrosas potenciales para la dictadura. El régimen intentó anularlas prohibiéndoles la venta ambulante y sometiéndolas a un fuerte acoso por la Guardia Civil, atribuyéndoles hurtos y delitos por el simple hecho de ser gitanas.

La historia sigue ahí oculta sin dotarla de la digna memoria colectiva, y parece que justo cuando se cumple el 75 aniversario de la rendición del nazismo, del racismo en su máxima expresión, seguimos teniendo dificultades para darnos cuenta de que el pasado marca el destino de nuestro futuro, y nos mostramos incapaces de acorralar su expansión ideológica. Precisamente en nuestro presente, afectado por una pandemia que ha dejado al desnudo nuestras zonas de confort, la movilidad global y al capitalismo salvaje, observamos con nitidez que dan igual las creencias, las culturas, los estatus o las fronteras. Porque la magnitud de este maldito virus nos amenaza a todos y todas. Pero no podemos olvidar que sus consecuencias son más devastadoras para quienes la desigualdad es su estado inmutable. Luchamos contra un racismo estructural que permanece instalado en el pensamiento hegemónico, y no da tregua a los que tratan de combatirlo con una caja de herramientas vacía.

Mientras las personas latinas y afroamericanas son en EEUU sus víctimas, en el viejo continente lo somos las gitanas. En este estado de alarma, cuando la sociedad se muestra más desvalida ante una de las peores crisis padecidas desde hace un siglo, las personas gitanas volvemos a ser víctimas del acoso, de la violencia, del desprecio... Nos han culpado directamente de ser focos de contagio o de no respetar las normas de confinamiento, hasta el punto de conminar al Ejército a actuar contra nosotros y nosotras en barrios atrapados por la pobreza y la exclusión permanentes. Y cuando hablo de nosotros y nosotras, me incluyo. Porque además de ser diputada socialista soy, por encima de todo, gitana. Una raíz inseparable que me une al dolor de la familia de Manuel. Si matan a uno de nosotros nos matan a todos. Nuestro acervo cultural se conserva en el espíritu cultural, en el bien común que se sostiene frente al radical individualismo. Y a esa bandera cultural y política me acojo por razones históricas.

Estas mismas experiencias tan duras y traumáticas ya las hemos vivido desgraciadamente en el pasado. Esta historia que siempre nos ha señalado para arrinconarnos, intentando devastar nuestra cultura y acabar con nuestra identidad. Hoy volvemos a ser una nueva cabeza de turco en esta pandemia, convirtiéndonos en los principales culpables de todos los males, incluso llegando a pagar esa injusta inculpación con nuestra propia vida.

Ya está bien de culparnos por el simple hecho de ser quienes somos. Nuestro origen étnico no puede ser siempre el pretexto de un odio desmedido. Hasta el punto de hacer de los mecanismos que discriminan un hecho natural: “Nos merecemos todo el mal que nos aceche”. Esa deshumanización es tan perversa como lo es el peor de los racismos, la indiferencia.

¿Qué habría pasado si la noticia hubiese sido que un gitano ha matado a un payo? Los racistas a estas horas les habrían prendido fuego a las casas de los culpables (sin el “presunto” por delante), como ya ha ocurrido decenas de veces en este país. Eso sí habría abierto informativos. Sin embargo, el vil asesinato de un padre de familia no lo ha sido. Si hubiese sido al revés, a las personas gitanas nos habrían triturado desde cualquier medio de comunicación poderoso para demonizar a nuestra cultura.

Por todo ello, y para que la historia no se olvide, hay que poder incidir en la defensa de los valores cívicos y los derechos humanos. De ahí la necesidad y el compromiso presente de este Gobierno de no dejar a nadie atrás, de no dejarnos solos. Y menos en esta batalla, porque llevamos luchando contra este virus desde que se abolió la última ley antigitana en los albores de esta etapa democrática en España.

Por eso pongo encima de la mesa una cuestión crucial: ahora debemos preguntarnos cuál es el destino que queremos para nuestra sociedad. Teniendo siempre claro que aquellos que quieran quebrar los principios de solidaridad no tienen sitio en ella. Esa comprensión que todos y todas necesitamos se traduce en que el que tenga mayores ventajas ayude a quien menos posea. Porque eso es la Justicia Social y la Igualdad: tener presente en el centro de la agenda política a los más vulnerables. Justicia es también no olvidar que el crimen horrible de este vecino de Rociana del Condado atenta también contra nuestro estado social y democrático de derecho, del que esperamos haga caer todo el peso de la ley al autor del presunto asesinato. Además, no nos resignaremos a condenar a aquellos que usen su poder de los micrófonos para convertir a la víctima en verdugo y al presunto asesino en héroe. La vida de un ser humano no tiene precio. Frente a ello, necesitamos más que nunca en nuestro país una ley que dé por fin respuesta válida a las víctimas del antigitanismo, y permita luchar contra la discriminación y los delitos de odio por motivos raciales, culturales, nacionales, sexuales, de género, etc…

En este sentido, hay que resaltar que es compromiso firme de este Gobierno que la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, auspiciada por el Grupo Parlamentario Socialista, salga adelante en esta presente legislatura tras haberse quedado pendiente por dos ocasiones a causa del bloqueo político del año pasado.

Con esta Ley, el Gobierno dará un paso firme en la defensa de los derechos del Pueblo Gitano para acabar con la lacra de la discriminación y el odio que todas las personas sufren por ser diferente, este compromiso será una garantía reforzada para el artículo 14 de la Constitución Española. La democracia nos lo debe.

Descansa en paz, primo.

Manifiesto comercio no sedentario (mercadillos de venta ambulante)

Uno de los mercadillos de Sevilla, un ejemplo de lo miles en toda España que han dejado de funcionar / L.D.

Las personas y organizaciones abajo firmantes, ante la gravísima situación del comercio minorista en general y muy particularmente, del no sedentario,

Manifestamos:

Que el confinamiento derivado de la alarma sanitaria, unido a una crisis estructural del sector desde hace más de una década, ha supuesto para los vendedores y vendedoras una situación de máxima vulnerabilidad que, de no poner remedio con medidas extraordinarias y con carácter urgente, se corre el riesgo cierto de llegar a la desaparición del sector con las consecuencias sociales y económicas que ello supondría.

Que el comercio no sedentario es una actividad, hoy en día, imprescindible para la población gitana, basta recordar que se estima que alrededor del 75% de su población vive directamente de esa actividad. 3.500 mercadillos y más de 40,000 autónomos a nivel de todo el estado español están en riesgo serio de desaparición.

Que es necesario poner en marcha actuaciones en el marco de la mesa de la venta no sedentaria a convocar por la dirección general de comercio de Cataluña y que, imprescindiblemente, ha de incluir en su primer orden del día las siguientes cuestiones:

Elaboración de un plan estratégico para la recuperación y modernización del sector, que aborde las cuestiones perentorias, presentes y futuras, para un relanzamiento económico, de lucha contra la exclusión social y cultural, de reconocimientos como comercio de proximidad de especial protección y de lucha contra el antigitanismo.

 Establecimiento de un plan de rescate que contemple medidas de apoyo de carácter extraordinario y urgente, como:

1. – Exoneración del pago de taxas e impuestos municipales del corriente ejercicio 2020.

2.- Exoneración del pago de tributos y pagos de autónomos en todo el año 2020.

3.- Establecimiento de una línea de crédito a interés cero y a devolver de manera fraccionada en un periodo no inferior a diez años.

4.- Admitir la compatibilidad de las ayudas y prestaciones establecidas con carácter extraordinario para los autónomos por cese de actividad o por reducción de ingresos, con la reanudación de la actividad, al menos, durante todo el presente ejercicio económico 2020

El gran patriarca gitano

Carlos Cortés posa junto a otros miembros de la asociación que preside / Julio Bastida

Carlos Cortés Rado, más conocido como ‘El Charly’, quiere convertirse en el nuevo gran patriarca de los gitanos. Nuestro protagonista es el hijo del fallecido y respetado ‘Tío Kiko’, toda una institución entre el pueblo gitano e histórico patriarca del poblado de Son Banya. Ahora, su hijo, quiere seguir sus pasos y luchar para conseguir la integración total del pueblo gitano en la sociedad. “Hemos creado la asociación Gaocalo Nueva Esperanza. Le hemos puesto el mismo nombre con la que mi padre -en paz descanse- consiguió mantener unido y ayudar al pueblo gitano. Nosotros queremos seguir su legado y trabajar para conseguir la integración total”, apunta ‘El Charly’.

De momento, la asociación ya ha sido dada de alta de forma oficial en el registro correspondiente del Govern balear, pero la intención de los integrantes de Gaocalo Nueva Esperanza es conseguir agrupar a los más de 7.000 gitanos de Baleares y formar una federación donde todo el mundo se sienta identificado.

Un trabajo que no es fácil

“Vamos a reunirnos con todas las instituciones. Queremos poder ofrecer trabajos sociales a los gitanos, realizar cursos de formación, asegurarnos de que todos los niños están escolarizados y reforzar el papel de la mujer en la sociedad. No es trabajo fácil, pero lo vamos a conseguir. Por ese motivo contamos con una junta directiva de personas mayores muy respetadas”, añade el nuevo presidente.

“Ya no quedan políticos como Juan Fageda, Gabriel Cañellas o Juan Verger. Esta gente respetaba al pueblo gitano y no le perseguía. Nosotros estamos dispuestos a ser el enlace entre los gitanos y los políticos y llegar a acuerdos satisfactorios para todos. Recuerdo a mi padre como una persona honrada, trabajadora y justa. Así quiero que sean las cosas ahora mientras yo sea presidente”.

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